Con más de 65 mil firmas Aida Quilcué inscribió hoy en Popayán su candidatura al senado…

Más de un centenar de comuneros indígenas, campesinos y amigos y delegados de los sectores sociales del Cauca y del país, acompañaron por las calles de la ciudad de Popayán a la líder indígena Aida Quilcue hasta la Registraduría del Estado Civil, donde fue registrada su candidatura al Senado de la República por circunscripción especial para comunidades indígenas.

Este acto fue realizado a las 3 de la tarde del día de hoy, 2 de febrero de 2010, amenizado con música y danza y adornado de banderas representativas de los procesos sociales que la respaldan.

Este recorrido, encabezado por Aida Quilcué avanzó desde su sede de campaña hasta el centro de la ciudad, donde la esperaba otro grupo significativo de personas quienes organizaron una calle de honor que la condujo hasta la puerta de la Registraduría Nacional del Estado Civil.

La inscripción de la lista integrada por AIDA QUILCUE, delegada por el departamento del Cauca y de ALFREDO RAFAEL MARTINEZ, delegado por el departamento de la Guajira; contó con el respaldo y apoyo ciudadano de más de 65 mil firmas, recogidas a nombre del grupo significativo de ciudadanos denominado MOVIMIENTO SOCIAL E INDÍGENA. Dicho apoyo ciudadano marcó un tiempo record de 15 días, con el cual se ratificó y garantizó la decisión del XIII Congreso Regional Indígena del Cauca y de las Convenciones políticas de este departamento, que han reclamado autonomía y garantías de consulta cuando se trata de circunscripciones especiales para pueblos indígenas.

“Mi candidatura es producto de las dinámicas propias de los pueblos y no por manejo impositivo de los partidos políticos” manifestó Aida Quilcue a los medios de comunicación quienes la abordaron a la entrada de la Registraduría. También fue enfática en aclarar que esta iniciativa cuenta con el apoyo de diversas regionales indígenas del país, que han visto desconocidos sus derechos y procesos por los partidos políticos.

20 Años en búsqueda de la verdad, la justicia, la reparación y garantías de No Repetición.

Los hechos ocurridos el 7 de abril de 1.991 son para el pueblo maciceño el símbolo de la violencia estatal: Miembros del Batallón “José Hilario López” del Ejército Nacional masacraron a 17 campesinos, hombres y mujeres trabajadores constructores de vida y sociedad

En este hecho, ocurrido en el sitio “Puente Fierro” del municipio de La Vega en la vía que de Piedra Sentada (Corregimiento de El Patía) conduce a los “Los Uvos”, conocido como la “Masacre de Los Uvos”, efectivos militares detuvieron un vehículo de transporte público-“chiva”, y obligaron a sus ocupantes a descender de él, les ordenaron acostarse en el piso boca abajo, para luego proceder a dispararles, asesinando de esa forma a los jóvenes Wilson Gil Velásquez de 17 años de edad, Adriana López de 19, Olvar Ariel Gómez de 18, Alejandro Salazar Paz de 22, Libardo Nieves Dorado de 24 y Alfonso Chilito Ruano de 25. masacrados también Santiago Lasso Bolaños de 28 años, Jenni Prieto Rengifo de 28, Hernán Mamián Moreno de 31, Rubén Joaquín Ruano de 32, Henry Suarez de 37, José Belisario Dorado de 41, Pastora García de 42, Hernán Rosero de 42, Leoncio Muñoz Mellizo de 50 y Adán Ruana Daza de 55 años.

 

Este crimen de lesa humanidad, sólo fue reconocido por el Gobierno hasta 1.998, después del fallo de la Corte Interamericana de Derecho Humanos-CIDH de la OEA que sancionó al Estado Colombiano, y el entonces Presidente Ernesto Samper pidió perdón a familiares de las víctimas y se comprometió a restablecer sus derechos, dado que el ejército colombiano era el autor material e intelectual de los hechos. A 20 años de la masacre, familiares afectados, organizaciones sociales y el pueblo maciceño continuamos exigiendo verdad, justicia, reparación integral y garantías de No Repetición.

Contrario a las promesas del Estado, no son pocas las amenazas, asesinatos, persecución y revictimización que se han continuado sufriendo por denunciar, exigir derechos, y no permitir que reine la impunidad. Hoy, 20 años después, el dolor sigue intacto, como sigue intacta la memoria, la esperanza y la resistencia para continuar requiriendo protección a los derechos. El Comité de Integración del Macizo Colombiano-CIMA saluda la fortaleza y entereza de los familiares de la victimas por continuar en la brega por la garantía a sus derechos. El CIMA como organización social victimizada, presente en la región y afectada directa por el hecho, continuará denunciando, buscando que esta masacre no se quede en el olvido y que efectivamente el Estado cumpla con su responsabilidad y compromisos, castigue ejemplarmente a los responsables materiales e intelectuales, garantice la No repetición de los hechos y repare integralmente a familiares y víctimas directas no sólo individual sino colectivamente.

Coordinación Regional

Imponente Macizo Colombiano, 7 de abril de 2.011