Los hechos ocurridos el 7 de abril de 1.991 son para el pueblo maciceño el símbolo de la violencia estatal: Miembros del Batallón “José Hilario López” del Ejército Nacional masacraron a 17 campesinos, hombres y mujeres trabajadores constructores de vida y sociedad

En este hecho, ocurrido en el sitio “Puente Fierro” del municipio de La Vega en la vía que de Piedra Sentada (Corregimiento de El Patía) conduce a los “Los Uvos”, conocido como la “Masacre de Los Uvos”, efectivos militares detuvieron un vehículo de transporte público-“chiva”, y obligaron a sus ocupantes a descender de él, les ordenaron acostarse en el piso boca abajo, para luego proceder a dispararles, asesinando de esa forma a los jóvenes Wilson Gil Velásquez de 17 años de edad, Adriana López de 19, Olvar Ariel Gómez de 18, Alejandro Salazar Paz de 22, Libardo Nieves Dorado de 24 y Alfonso Chilito Ruano de 25. masacrados también Santiago Lasso Bolaños de 28 años, Jenni Prieto Rengifo de 28, Hernán Mamián Moreno de 31, Rubén Joaquín Ruano de 32, Henry Suarez de 37, José Belisario Dorado de 41, Pastora García de 42, Hernán Rosero de 42, Leoncio Muñoz Mellizo de 50 y Adán Ruana Daza de 55 años.

 

Este crimen de lesa humanidad, sólo fue reconocido por el Gobierno hasta 1.998, después del fallo de la Corte Interamericana de Derecho Humanos-CIDH de la OEA que sancionó al Estado Colombiano, y el entonces Presidente Ernesto Samper pidió perdón a familiares de las víctimas y se comprometió a restablecer sus derechos, dado que el ejército colombiano era el autor material e intelectual de los hechos. A 20 años de la masacre, familiares afectados, organizaciones sociales y el pueblo maciceño continuamos exigiendo verdad, justicia, reparación integral y garantías de No Repetición.

Contrario a las promesas del Estado, no son pocas las amenazas, asesinatos, persecución y revictimización que se han continuado sufriendo por denunciar, exigir derechos, y no permitir que reine la impunidad. Hoy, 20 años después, el dolor sigue intacto, como sigue intacta la memoria, la esperanza y la resistencia para continuar requiriendo protección a los derechos. El Comité de Integración del Macizo Colombiano-CIMA saluda la fortaleza y entereza de los familiares de la victimas por continuar en la brega por la garantía a sus derechos. El CIMA como organización social victimizada, presente en la región y afectada directa por el hecho, continuará denunciando, buscando que esta masacre no se quede en el olvido y que efectivamente el Estado cumpla con su responsabilidad y compromisos, castigue ejemplarmente a los responsables materiales e intelectuales, garantice la No repetición de los hechos y repare integralmente a familiares y víctimas directas no sólo individual sino colectivamente.

Coordinación Regional

Imponente Macizo Colombiano, 7 de abril de 2.011

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