El comisionado de paz Miguel Ceballos, ha dicho que no es posible hacer el debate planteado por la “Minga por la vida, el territorio, la democracia y la paz” con el presidente de la República, ya que en la democracia colombiana los debates políticos solo se hacen en el Congreso de la República. Mas adelante dice que ni el congreso de la república pueda citar a debate al Sr. presidente y que solo lo puede hacer con el resto de funcionarios de su gobierno. Total, en nuestra amada Colombia no puede haber debates con el presidente.

Con estas lecciones de nivel introductorio a la legalidad, el comisionado de paz está iniciando sus clases al país sobre democracia, gracias al espacio que le abre la Minga pues antes no lo había podido hacer dado que el presidente Duque ha decidido que lo que hay que enseñar en la coyuntura es a lavarse las manos, guardar las distancias, usar tapabocas y mandarles saludos a los abuelitos.

Hay que reconocer que el comisionado Ceballos, antes de la pandemia si había incurrido en la pedagogía, intentando dar algunas lecciones de introducción al objeto de su labor, enseñando que  la paz no es ni diálogos, ni solución del conflicto armado, ni DIH, ni mucho menos cumplimiento del acuerdo de paz con las FARC, sino que ésta consiste en cumplir con el código penal y las leyes de la república, aunque, muy pocos le copiaron porque tal vez malentendieron que eso era lo que antes se llamaba educación cívica y otros pensaron que tal vez lo habían oído en el catecismo del padre Astete.

Volviendo a las lecciones de democracia, el comisionado nos dice que en Colombia nadie puede citar al presidente a debate, pero eso nos deja bastante confundidos porque vemos que el presidente cada vez va a donde los gremios económicos a debatir su política económica y no pasa nada; tal vez el comisionado piense que a estos escenarios el presidente no va a debatir sino a pedir permiso, y que eso si es válido porque hace parte de la seguridad para la inversión. No es el momento del debate, porque en ese caso preguntaríamos y la seguridad para la vida, para los territorios colectivos, para la democracia de los pueblos, para la construcción de nuestros procesos sin violencia y sin miedos ¿dónde queda?

Pero lo que más me deja confundido es lo siguiente: ¿sí no es valido desde la democracia que el presidente vaya a debate con la gente, más específicamente con la minga del suroccidente, entonces cuándo el presidente Uribe fue al resguardo de la María, en el municipio de Piendamó, Cauca, al debate citado por la “Minga de resistencia indígena, social y comunitaria”, después de una dura lucha de la Minga, ¿actuó por fuera de la legalidad? Cuando el presidente Santos fue a debate en La María, Piendamó, en agosto de 2012, ¿actuó por fuera de la legalidad?

Que se sepa, la constitución no ha cambiado en este aspecto que hablamos, desde los gobiernos de Uribe y de Santos. Primera conclusión: la legalidad no tiene rango constitucional, podríamos asimilarla, como su nombre lo dice, a la ley, ya que sabemos que bajo una misma constitución las leyes pueden cambiar.

Pero preguntando a los que saben, desde 2012 hasta ahora, tampoco hay leyes nuevas respecto a este aspecto, es decir que definan en donde pueden los presidentes dar debates o no. Segunda conclusión: la legalidad no se ampara en leyes existentes.

Entonces podemos pensar que la legalidad son consejos, pedagogías que buscan el buen vivir, y bueno, algunos países tienen sus teólogos en el gobierno buscando la felicidad, habría que ser considerados y aceptar esto. Pero pensándolo bien, ¿por qué desde esta legalidad, si fueran solo consejos, se quiere pasar por encima del proceso de paz? ¿por qué desde esta legalidad el gobierno puede orondamente negarse a debatir con la gente que es agredida por su gobernabilidad?

Nos parece que el comisionado se contradice, de no ser que él esté pensando que legalidad es verticalidad; que el presidente toma decisiones y que de ahí para abajo se tienen que cumplir sin rechistar. Eso seria totalitarismo y no democracia y es precisamente uno de los puntos que la Minga quiere discutir.

ESCRITO CON AFECTO PARA TODOS LOS MINGUEROS Y MINGUERAS

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