El 17 congreso del Consejo Regional Indígena del Cauca-CRIC, además de ser un espacio de conversa, trasformación y proyección de la organización, se convierte en un escenario fundamental para la enseñanza y aprendizajes desde la familia, envolviendo a las semillas y a los jóvenes en diálogos de saberes y experiencias que se van incorporando en la formación personal y colectiva donde se fomenta el reconocimiento de prácticas identitarias, donde las nuevas generaciones vivencian el arraigo territorial.
La llama de la resistencia se hereda. En las semillas y juventudes indígenas el fuego está encendido, pero no debe quemar, no debe consumir, al contrario, debe ser guía en el camino. Los hijos e hijas de quienes ofrendaron la vida, de quienes son truenos protectores de nuestros territorios, se levantan en la lucha colectiva, no están condenados a la derrota. Desde nuestros procesos se lucha, se pervive, se sueña y se trabaja en colectivo.
Por ello desde la organización, y desde el 17 congreso CRIC, como máximo espacio de debate, se busca acompañar a los jóvenes a que continúen el camino organizativo tomando posiciones políticas claras y que le hagan frente a las problemáticas territoriales. El papel de los jóvenes en el Congreso y territorio debe ser contundente, su palabra debe dinamizar y refrescar, existe una responsabilidad que recae sobre ellos, el compromiso de la continuidad, pero esto no se deja a la deriva, debe ser acompañado por los mayores y mayoras que, como sustento organizativo, político y espiritual son guías en la proyección de los nuevos caminos.
La juventud se muestra resistente y llena de esperanza, sostenidos en la palabra potencializan sus saberes y fortalecen su identidad como pueblos ancestrales.
Participantes del Congreso, los jóvenes fundamentaron su fuerza en la necesidad de fortalecer espacios de formación política e intergeneracionales, en los territorios y pueblos originarios que resisten desde la palabra compartida.
Como pueblos indígenas es importante entender que el pasado está adelante, porque ya fue visto, ya fue vivido, y el futuro está detrás porque aún no se le mira, es por eso por lo que de manera urgente se debe afianzar la relación de las semillas y jóvenes con los mayores, teniendo en cuenta que hay saberes que se están perdiendo.
El futuro de la organización desde la unidad como principio fundamental de nuestras comunidades será sostenido con la fuerza colectiva de las semillas y jóvenes, y con la sabiduría de nuestros mayores y mayoras.
Comunicaciones CRIC