En medio del panorama de violencia nacional, las comunidades indígenas del Cauca vuelven a ser víctimas de los asesinatos sistemáticos que se vienen realizando ante la inoperancia de un gobierno nacional que niega la situación mientras la sangre corre en los territorios colombianos.

La negativa por parte del estado que debería garantizar la protección de todos sus habitantes es constante, en palabras de la autoridad del pueblo Totoroez Hermenegildo Benachi: “a pesar de contar con una declaratoria de la corte suprema que exige la protección de los pueblos indígenas, por escrito el gobierno ha negado en la actualidad la existencia de tal riesgo, sin embargo los hechos demuestran otro panorama tras el asesinato el pasado 11 de septiembre del compañero Oliverio Conejo y su hija Emily Conejo, indígenas el pueblo Totoroez”.

Ante esta situación el día 14 de septiembre el Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC respaldado por sus 127 autoridades y el pueblo Totoroez realizan una rueda de prensa en la que manifiesta ante la opinión publica su rechazo a los actos violentos que de nuevo arremeten contra la vida de comuneros indígenas que lideran procesos importantes en sus territorios. Ante esta situación el consejero mayor del CRIC Ermes Pete recalca el llamado a la unidad y ratifica el pacto por la vida y por la paz que viene liderando junto a otras organizaciones sociales de este sector de Colombia, ya que este tema de violencia afecta por igual a campesinos, afrodescendientes y organizaciones sociales defensoras de los derechos humanos.

Como parte de la reflexión realizada por la ONIC la consejera Aida Quilcué de Derechos Humanos resalta que el panorama nacional es preocupante ya que por los últimos hechos se puede identificar  que la desaparición y el riesgo de exterminio son hoy en realidad el genocidio de los pueblos indígenas de Colombia. Así mismo, comparte la preocupación de los recientes hechos que afectan de forma grave a la población infantil y juvenil de los distintos sectores de Colombia los cuales han sido gravemente agredidos  incluso por actores como  la fuerza pública. Expone el caso de la ciudad de Bogotá y el desacato que la policía ha realizado ante la alcaldesa de esta ciudad, insta a las autoridades locales a mantener el orden con este ente nacional y considera que no son fortuitas las actuaciones de este organismo respaldado por el gabinete presidencial de Colombia; Ante este panorama reitera el llamado a la unidad y la lucha por preservar la vida el cual han liderado todos los pueblos indígenas de Colombia desde hace muchos años.

Más adelante con la intervención del alcalde José Fernando Conejo se evidencia que la violencia continua y presenta a la comunidad la respectiva denuncia de panfletos amenazantes que tan solo a dos días del asesinato de los comuneros indígenas, circulan en la comunidad declarando como objetivo militar a las principales autoridades del pueblo Totoroez, concejales del municipio y exgobernadores.

Todos los presentes en la rueda de prensa concluyeron unánimemente que los pueblos indígenas del Cauca son comunidades de paz que seguirán en la lucha por traer a sus territorios la armonía que desde hace siglos les ha sido arrebatada por diferentes actores sociales y armados.

Por Programa de Comunicaciones CRIC

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