La Minga indígena es más que movilizaciones, reclamos, acuerdos incumplidos, interrupción del tránsito u otra clase de actividades cuando se trata de hacer efectivos los derechos. Así se indicó en la apertura de la Minga del Arte, culturas en comunicación y queda evidenciado en la muestra que se presenta en el parque Caldas de la ciudad de Popayán así como en Cali y Bogotá.

Una de las muestras es la de la producción en diferentes campos que reúne los más destacados proyectos de las comunidades, con el fin de mejorar su economía pero también de preservar en el tiempo y el espacio sus valores culturales. Así lo señalaron las tejedoras venidas de los diferentes pueblos al comentar que en cada tejido hay una historia que se ha venido transmitiendo de generación en generación y que ahora está siendo aprendida por niños y niñas que serán el relevo de quienes terminan su ciclo de estancia en el mundo terrenal. La mochila es un tejido muy importante para las mujeres porque representa el útero de la mujer que se puede ampliar con la llegada de un nuevo ser y en este caso de las cosas que ahí se depositen dice doña Imelda Jiménez mientras muestra alegremente toda la producción artesanal del Pueblo Yanacona.

 

En este mismo orden, uno de los otros atractivos es el trabajo elaborado con chaquiras de variados colores con los cuales se construyen collares, manillas y otros accesorios para hombres y mujeres que en esta oportunidad llegan con diseños propios de los pueblos originarios. Aunque hay muchos elementos de esta clase elaborados tanto por indígenas como por otros sectores sociales estos no se convierten en competencia porque el arte va más allá del valor económico para convertirse en una forma de pervivencia de los pueblos manifiesta Amanda Ulchur al mostrarnos una de las tantas piezas artísticas que llegaron desde el pueblo Quizgó.

Entre tanto, desde Pueblo Nuevo, territorio Sat Tama Kiwe una pareja de jóvenes estudiantes de diseño de modas combinan el arte ancestral con los conocimientos académicos para presentar nuevas propuestas en materia de vestuario y accesorios. Para esta iniciativa vienen utilizando la belleza de las flores propias de su territorio que son replicadas en diferentes materiales convertidas en aretes, collares o aplicaciones para colocarle a los trajes que tienen similitud a los tradicionales del pueblo Nasa. Lo importante dicen ellos es que este conocimiento se está compartiendo con las tejedoras y las artesanas en general de la comunidad para lograr que su pueblo tenga reconocimiento desde la parte artística y no sean solo un componente folclórico en el territorio nacional.

Tampoco puede faltar en esta muestra de tejidos los chumbes de distintos pueblos que en general tienen como objetivo comunicar la historia de los ancestros, la riqueza de la madre tierra, el maíz como principal producto para la conservación de la salud y la vida, la fertilidad, la unidad de la familia, entre otros temas. Otros reflejan la alegría de la luz que al contacto con la naturaleza generan los colores del arco iris que es sinónimo de vida y el buen vivir de las comunidades. Claro está que no solo hay tejidos caucanos también el Pueblo Wayú de la Alta Guajira trae en su muestra las mochilas de uso cotidiano por hombres y mujeres con diseños únicos que refleja la laboriosidad de hombres, mujeres y niños que tienen en el diseño artesanal uno de los mecanismos para mantenerse vivos en un departamento con serias dificultades originadas, la mayoría, en la corrupción de los representantes del gobierno regional. También llegaron con los sombreros propios de ese territorio con los colores tradicionales que muestran la fortaleza de la comunidad Wayú en la preservación de sus valores culturales y hasta los diseñaron con temas alusivos a la Minga del Arte.

Por fortuna, esta muestra cultural, como señala una de las expositoras no es un asunto folclórico sino el de dar a conocer como desde distintos campos se viene trabajando para mantener vivas las culturas ancestrales y así se evidencia cuando se mira en los alrededores a hombres y mujeres con distintos trajes típicos mostrando que ese es su diario vivir y que no es solo un asunto de comercialización aunque se haya convertido en necesario.