Entre el 8 y 9 de junio se llevó a cabo la segunda sección del taller “hombres cuidadores de la vida”, en la finca de mujeres del CRIC. Con el apoyo de la mesa nacional de masculinidades de Colombia y de MenEngage de América Latina. Esta iniciativa del programa mujer del CRIC, busca llevar la reflexión y el debate sobre las desigualdades y las violencias basadas en género, al ámbito de lo masculino, es decir a pensarlo y afrontarlo desde el compromiso, y la movilización conceptual espiritual y ante todo práctica de los hombres.

El ciclo de talleres ha permitido que los hombre participantes, identifiquemos los factores que marcan la desigualdad, la discriminación y la violencia contra las mujeres, entendamos los conceptos que explican esas desarmonías y que asumamos compromisos de cambio en incidencia transformadora al respecto.

 

El taller ha permitido identificar que existen enormes vacíos de entendimiento y reconocimiento frente a la condición de vida de las mujeres, a las desigualdades y violencias que las afectan diariamente y al sentido de sus luchas. Por ejemplo, entender que la palabra “Feminismo” no es el opuesto del machismo, si no que es la forma como se denomina un movimiento social histórico, que, sin usar el partidismo político ni la violencia como método, ha conquistado importantes reivindicaciones que hoy benefician no solo a las mujeres si no a la sociedad en general.

 

Este proceso implica para los hombres indígenas, el reconocimiento de las desigualdades y problemas que afectan a las mujeres, tanto en la vida cotidiana como en las dinámicas organizativas del movimiento indígena. Problemas tratados a veces de manera superficial e irresponsable tales como la discriminación por la condición de género u orientación sexual, acoso y abuso sexual contra las mujeres niñas y adultas, violencias domésticas y sociales, deben ser reconocidos y asumidos en una estrategia realmente transformadora por parte d ellos hombres y no dejar en las mujeres solamente la responsabilidad de esta lucha.

Conversamos con los participantes y dinamizadoras del ciclo de talleres quienes nos compartieron sus impresiones.

Nelly Valencia, del programa mujer del CRIC nos cuenta que es necesario construir un pensamiento conjunto entre hombres y mujeres para superar las desarmonías en el territorio. En un principio los hombres tenían prevención, pero estando acá se dieron cuenta que queríamos escucharlos, que necesitábamos saber cuál era el pensamiento de los compañeros. Este es un ejercicio pionero, la idea es que podamos hacer un proceso de escuela diferente, para avanzar en la solución de esas desarmonías que afectan principalmente a las mujeres pero que tienen que involucrar a los hombres en su resolución.

Leider Ricardo Tombé, coordinador de costos integrales en el PEBI – CRIC, se va del taller con el aprendizaje de que tenemos que reconocer y valorar y respetar a nuestras mujeres, para salir adelante como familia. Aldemar Bolaños, gobernador del Resguardo de Puracé del Pueblo Kokonuko, considera que hay que seguir trabajando en la valoración y el reconocimiento de que la mujer como dadora de vida, debe tener un lugar privilegiado dentro de todo el proceso del CRIC. Elides Pechené, exconsejero del CRIC, considera que este tipo de capacitaciones nos abre mucho la mente. A veces nos aislamos nosotros mismos, tenemos que integrarnos y para los hombres es muy importante en estos procesos de formación, aprender el valor que tiene la mujer, por ejemplo, entender que el trabajo de la mujer es demasiado grande y fuerte en comparación con el de nosotros. La mujer es la primera que se levanta y la última que se acuesta y eso no lo hemos visto. Ojalá este tema se proyectara como un tema prioritario en la formación de los nuevos liderazgos de la organización.

Hernando Muñoz Sánchez es el co-cordinador de MenEngage América Latina, visitó al Cauca y acompañó la última sección del taller. El considera que le llamo mucho la atención la mirada desde la complementariedad que propone el CRIC, es necesaria una mirada conjunta, por que no podemos abrir más brechas y así, desde la dualidad que llaman los pueblos indígenas, poder entender el rol de cada uno y poder construir una sociedad más igualitaria y clara.

Miguel Angel Alvarez, miembro de la mesa nacional de masculinidades fue uno d ellos orientadores del ciclo de talleres. Miguel piensa que ha habido reflexiones que se comparten y complementan con el trabajo de masculinidades a nivel nacional, Si somos diferentes eso no implica barreras y discriminaciones, si no por el contrario apoyos mutuos. Del CRIC hemos aprendido esa fuerza de luchar frente a situaciones adversas, le idea es replicar estas charlas desde todos nuestros entornos y relaciones. Trabajamos con líderes y eso puede generar impacto, pasando de la charla a la práctica y sobre todo al ejemplo.

Para Yurley Astrid Guejia Palomino del programa mujer del CRIC, el objetivo de estas actividades de formación es construir un proceso desde la sabiduría, desde el territorio, no solo construir desde los conceptos, si no desde las costumbres como la complementariedad entre hombres y mujeres. Yurley considera que es un reto grande y complejo porque tenemos unos patrones de crianza, vemos al hombre como superior a la mujer y eso ha generado violencias. Por eso también llamamos a las mujeres a levantar la voz, a no acatar cuando nos dicen que solo nos debemos comportar como mujeres y a aceptar la imposición, solo así construiremos en complementariedad.

Por: Programa de Comunicaciones CRIC