Al parecer la máscara de la paz está liberando la muerte contra hombres y mujeres que desde Colombia caminan su propia paz territorial y desafían la guerra transnacional. Ellas y ellos históricamente vienen caminando acciones emancipadoras que le estorban al extractivismo y al desarrollo que nos quieren imponer, por eso los están matando, amenazando, despojando, torturando como viene ocurriendo sistemáticamente después de la firma del acuerdo de cese al fuego entre el gobierno colombiano y las Farc. Así no. No más. No es casual que los cerca de 20 asesinados en el último mes hayan sido hombres y mujeres que se oponían a la minería, a las hidroeléctricas … es decir a la “exploración, explotación, exclusión y exterminio”, formas estructurales que ejerce muy bien el Estado para las transnacionales.
En este contexto, es preocupante que ninguna de las partes firmantes del reciente acuerdo se pronuncien frente a lo que está pasando, más aún, cuando el Comandante Catatumbo en representación de las Farc y el General Montoya (conocido jefe militar-paramilitar) en representación del gobierno, hayan acordado desmontar el paramilitarismo como parte del “Acuerdo de Paz”. Nos llama la atención y nos sigue preocupando el silencio frente a esta oleada paramilitar que sigue creciendo y avanzando por todo el país. Ahora mismo, las Farc realizan un acto de perdón en el barrio La Chinita donde el 23 de enero de 1994 la guerrilla irrumpió en este barrio de Apartadó y asesinó a 35 personas. “Pastor Alape” y otros comandantes guerrilleros le ponen la cara a los familiares de las víctimas y asumen su responsabilidad. Mientras tanto, desde allí mismo, en San José de Apartadó, continúan denunciando las recientes agresiones paramilitares que afectan a la Comunidad de Paz y que la sigue poniendo en un riesgo mayor luego de la firma de dichos acuerdos. Esto es lo que sufren desde allá y desde ese dolor nos siguen diciendo:
“A pesar de las amenazas de muerte y anuncios de exterminio que han proferido los paramilitares, brazo criminal del Estado Colombiano, nuestra Comunidad de Paz hoy mas que nunca seguimos con la convicción de no renunciar a esos principios universales al derecho a la vida que nos asiste. No renunciamos a esos principios y derechos universales ni ante los mismos asesinos.”
Así No. Carajo. Pueblos en Camino
Campesinos torturados a mano de paramilitares
Nuevamente nuestra Comunidad de Paz deja constancia ante la humanidad y la historia de nuevos hechos violentos que se perpetúan en el tiempo, esta ves, contra la población civil de nuestro entorno geográfico y social, los hechos son:
- El Sábado 24 de septiembre de 2016, en horas de la mañana, un grupo de paramilitares fuertemente armados ingresaron a varias viviendas en la vereda la Hoz del Corregimiento de San José de Apartado, allí, procedieron a golpear a tres reconocidos campesinos, los tiraron al suelo, les golpearon a patadas, les amenazaron con arma de fuego y les insultaron gravemente, afirmando que tenían ordenes para asesinar a quien se les diera la gana, obligándoles a guardar silencio. En dicha incursión paramilitar anunciaron que van en búsqueda de varias personas de la región, de los cuales tres son miembros de la Comunidad de Paz, que a esa Comunidad de Paz van a asesinar tres o cuatro personas y que con ello, la gente se dará cuenta quien es el que manda en la región. Con tono desafiante y amenazante después de varias horas continuaron su recorrido con dirección a la Vereda Mulato del Corregimiento de San José, no sin antes anunciar que por arenas bajas subía otro grupo de paramilitares.
- El miércoles 28 de septiembre de 2016, hacia las 09:00 horas, en la vereda Arenas Bajas, en el paraje conocido como la maquina, fueron vistos un grupo de paramilitares, los cuales anunciaron que van a tomarse el corregimiento de San José y sus veredas, que tienen luz verde para ello, anunciando que a quien no le guste pues que se largue de la región, después de ello, continuaron su ruta hacia Arenas Altas.
- En las ultimas semanas se ha tenido conocimiento de que en la vereda Arenas Bajas, en los últimos días se ha visto la presencia de tropas militares que se mueven junto a las tropas y contingentes paramilitares, convirtiéndose así este accionar conjunto como una amenaza para quien se atreva a denunciar, pues se le da el mensaje a las víctimas de que si denuncian, dichas denuncian irán a oídos de los paramilitares, pues conviven en el mismo territorio.
A pesar de las amenazas de muerte y anuncios de exterminio que han proferido los paramilitares, brazo criminal del Estado Colombiano, nuestra Comunidad de Paz hoy mas que nunca seguimos con la convicción de no renunciar a esos principios universales al derecho a la vida que nos asiste. No renunciamos a esos principios y derechos universales ni ante los mismos asesinos.
Comunidad de Paz de San José de Apartadó
Septiembre 30 de 2016
Tomado de: pueblosencamino.org