Hoy 19 de Noviembre, se da inicio a la segunda versión de la Minga del Arte Indigena, Culturas en Comunicación, cuya apertura se llevó a cabo en el morro de Tulcán, espacio que habría sido recuperado y resignificado después de largos años, por el pueblo Misak el 16 de septiembre del año anterior.

El papel de La Guardia Indígena en espacios como este, es de vital importancia para garantizar que los eventos se lleven a cabo de la mejor manera y sin pormenores. La presencia de la Guardia, las y los sabedores espirituales es menester en tanto se encargan de la apertura de camino, ritualidad con la que inician espacios y procesos organizativos, culturales y políticos de la organización.

Rober Molina, Coordinador regional de La Guardia Indígena, está presente hoy desde el momento en que se prepara la apertura de este gran evento, un encuentro de saberes artísticos y culturales de los once pueblos que hacen parte del CRIC. Como también lo están las delegaciones de otros territorios que llegan hasta Popayán a converger en este espacio para seguir reivindicando el saber cultural, y, posicionando la cultura como estrategia y herramienta de resistencia de los pueblos ancestrales.

Molina, señala la importancia de demostrar con estos espacios el potencial de la economía, gastronomía, y demás productos propios de los pueblos indígenas, que en repetidas ocasiones han sido víctimas de estigmatizaciones que buscan empañar su nombre y las labores que estos pueblos han venido realizando desde épocas ancestrales.

La labor de la Guardia Indígena en La Minga del Arte, es acompañar los procesos colectivos de los territorios y pueblos indígenas desde lo espiritual, lo político-organizativo, y lo comunitario, siendo apoyo y brindando seguridad a las artesanas y artesanos que participan de la Minga, en pro de brindar armonía a cada uno de los comuneros y comuneras y demás personas no pertenecientes a los pueblos indígenas, para que sientan que pueden disfrutar, aprender y retroalimentarse de las enseñanzas ancestrales, en un espacio seguro.

El principal propósito en estos espacios, es aprender y demostrar nuestro pensar y sentir de los pueblos originarios, en este caso a través de expresiones artísticas y culturales, por lo cual, la recomendación que se hace desde la coordinación regional de la Guardia Indígena, es la de cuidar unos de otros, convirtiéndolo en un espacio armonioso de paz y aprendizaje mutuos, cultivando estas enseñanzas desde lo colectivo.