En el resguardo indígena de la Aguada San Antonio del territorio Sa’th Tama Kiwe de Caldono, se realizó la ceremonia sagrada del Saakhelu, donde la sede educativa del Centro de formación Integral comunitario Luis Ángel Monroy CEFIC – LAM, participó de este ritual aprovechándolo como herramienta pedagógica para continuar caminando la educación propia desde la práctica. Actividad que se realizó desde el día 18 al 20 de agosto del 2016.
El Saakhelu es un ritual sagrado donde la participación comunitaria es el camino principal, es un espacio en donde nos integramos para compartir las alegrías acompañados de la bebida tradicional de la chicha de maíz y el delicioso jugo de caña que calma la sed de los mingueros que participan en la cargada del árbol del saakhelu, limpieza de potreros o rocería.
Este ritual sagrado comenzó con una mañana vestida de verde claro, con su cuerpo resplandeciente de rayos del sol, nos recibió la ceremonia sagrada del saakhelu, regalándonos nuevas energías, desde el lenguaje de los vientos, consejo del abuelo fuego, el amor del agua, la ternura de la madre naturaleza y los hermoso sonidos de la quena y la tambora que acompañan en el despertar de la comunidad presente, mientras tanto las mayoras y mayores encargados de atender a la gente se apuran en terminar de preparar los alimentos para brindar el bocado de comida a la comunidad que se prepara para salir a la minga, mientras tanto el mayor espiritual se dirige hacia la comunidad participante para hacer las respectivas orientaciones.
Ya siendo a las 7:00 am la minga inició con la participación de niños, niñas, jóvenes, mayores y mayoras que salen con sus palas y machetes en mano hacia el espacio de trabajo, mientras el resto de comunidad se dirige hacia el sitio donde se encuentra el árbol mayor del saakhelu, sin antes ofrendar a nuestros guardianes espirituales, a la memoria de nuestros ancestros y mayores, quienes son el símbolo de armonía y resistencia, esta es una fiesta espiritual de fertilidad, fecundidad y prosperidad en el mundo Nasa, es ofrecimiento de gratitud y reconciliación con los espíritus guardianes de la madre naturaleza y creadores de la vida, el sol, la luna, las estrellas, el trueno, el viento, el arco iris, sitios sagrados como las montañas, las lagunas, los ríos, los árboles, las plantas medicinales, las semillas, el cóndor y el colibrí.
Con el paso de las danzas alegramos nuestros cuerpos con la naturaleza, con el invierno y el verano, con el día y la noche, con el nacer y el crecer, con el sol y la luna, con la permanencia y la pervivencia; se danza para la vida, por el fortalecimiento de nuestra espiritualidad Nasa al son de la música propia y acompañado del jugo de caña. Es en homenaje de agradecimiento a los espíritus de la madre tierra y a los espíritus del cosmo para hacer pagamentos en bien de todo el universo. Finalmente los participantes regresarán a sus territorios de origen para compartir a sus comunidades la experiencia vivida, preparando la tierra para la siembra, para que en el próximo Saakhelu no lleguemos con las manos vacías.
Estos espacios sagrados de los rituales se continúan revitalizando desde los espacios de formación para la permanencia cultural del pueblo Nasa.
Por: Estudiante de Comunicación Propia Intercultural UAIIN