Los pueblos indígenas participantes de la minga del suroccidente inician una marcha desde el sector de mondomo hasta el pital (marzo de 2019) Foto: Archivo CRIC

Somos pueblos indígenas, originarios del Abya Yala, pueblos que, desde aquel 12 de octubre de 1492, hemos luchado contra la invasión, estrategia de muerte que se trasforma, que tiene muchos rostros para mentir, engañar, someter y despojar.

La lucha milenaria de nuestros pueblos hecha palabra y acción, ha recuperado territorio, formado cabildos, resguardos en donde se echaron a andar los sueños dignos de libertad, en donde nos negamos a desaparecer y en donde la muerte no tiene la última palabra.

Estamos orgullosos de nuestro color de piel, de nuestras raíces milenarias, de nuestra lengua y tejidos que aún gritan, que rompen el silencio para mostrarle a las y los otros hermanos no indígenas, que seguimos existiendo, que nuestra lucha no ha terminado y que nuestra memoria está viva.

Los 11 pueblos que habitamos el departamento del Cauca, filiales al Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC: Nasa, Misak, Totoroez, Siapidara, Yanacona, Ampiule, Kishu, Polindara, Kokonuko, Inga y Embera, nos hemos juntado en la palabra, la hacemos acción y camino, para rechazar el proyecto de muerte que los poderosos han accionado contra nosotros, desde nuestra lucha rechazamos la minería, porque atenta contra nuestra Madre Tierra, por ello también la liberamos, para que no siga en manos de quienes la enferman, la amenazan y la matan.

Nos hemos organizado desde el gobierno propio, con nuestras autoridades y bases, fortaleciendo procesos como la Guardia Indígena, en su estrategia de cuidar y defender la vida y el territorio, desde la fuerza de las mujeres, dadoras y tejedoras de vida, desde los jóvenes y niños, semillas dignas que tomaran las banderas y chontas de nuestro proceso.

Desde nuestras luchas reconocemos que el invasor en estos 531 años, se ha trasformado, ha cambiado de rostro y de discurso, se disfraza para promover malos gobiernos y a politiqueros de turno que engañan y prometen para fracturar nuestra lucha, implementan contra nosotros, una estrategia de muerte, de invasión y de conquista, se sirven de nuestros territorios, de nuestra gente, pretenden que manejemos el mismo discurso para comprarnos, para vendernos. Nos hablan de proyectos, inversión, de financiar futuras campañas, que hay que ser estratégicos y dinámicos con el fin de servirse de nosotros los de abajo, los que siempre nos mantenemos en la lucha por la vida.

Son 531 años, en donde la larga noche no termina, en donde los gritos que rompe el silencio que nos junta, aún no hace el eco suficiente. Sin embargo, nos seguimos levantando en nombre de nuestros mayores, nuestras bases, porque se hace necesario retomar y recordar el camino, volver a casa, a la tierra, a la palabra de nuestros mayores, quienes siempre coherente y dignos, no vendieron nuestra tierra, ni nuestra gente.

Somos 11 pueblos indígenas, que hoy 12 de octubre, 531 años después de la horrible noche, las y los llamamos a la vida, a la memoria y a la acción coherente y colectiva para seguir perviviendo como pueblos, para caminar hacia ese Buen Vivir, que defiende la vida toda y se sueña con los pueblos en Libertad.

Por: Programa de comunicaciones-CRIC 

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