Apolinar recogió su dañada máquina de desfibrar cabuya y la convirtió en un práctico y suave trapiche panelero. Claro que, a decir verdad, uno lo ve más en función de trapiche chichero. Aunque también saca panela si se lo piden. 

Un trapiche chichero

Por fortuna, el título de “jurados”, fue cambiado al de Putx The’gsa (admiradores, los que miran en conjunto). Si no es posible juzgar al ser humano, creador de las maravillas que hemos visto hasta el momento, menos podemos juzgar el entorno donde vive. La mamá Kiwe pródiga en paisajes, aire, música natural –una sinfonía de voces de pájaros y ríos cantarines–  enmarcó siempre el camino, inspirándonos para ver al ser humano como parte del paisaje creado a la par de la sagrada naturaleza.

http://inventosnortedelcauca.blogspot.com/2014/04/un-trapiche-chichero.html

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