A Beatriz Cano y a quienes la queremos

Enemigo de la guerra
Y su reverso la medalla….

Míralos como reptiles
Al acecho de la presa
Negociando en cada mesa
Maquillajes de ocasión
Siguen todos los railes
Que conduzcan a la cumbre
Locos porque nos deslumbre
Su parásita ambición

Fragmento de La Belleza
Luis Eduardo Aute

 

Tal vez nos venzan de nuevo con su fuerza bruta, pero no nos convencen. Es inútil pedirles que piensen en Colombia, en los pueblos, en la vida. Sólo saben matar o aprovecharse para someternos al yugo criminal del mismo estado en torno del que giran confrontándose y reemplazándose para explotar la vida y engordar su insaciable codicia. Recordamos el 12 de octubre del tiempo eterno del patriarca. El del comienzo del reino de la muerte y el de 1936 cuando otro Matarife gritó ¡Viva la Muerte! ante don Miguel de Unamuno. Recordamos el origen del Boycott y nos convocamos aquí y ahora a no caer en trampas de agentes del estado de dentro o de fuera y nos convocamos en esta hora de la dignidad a la que responden con horror y trampas a no seguirnos jalando de las orejas como Bonifacio para hallarnos y salir del pozo. Tras otra masacre del estado el 5 de junio, venga de donde venga, por la vida, con el dolor de quienes siguen matando y frente al rostro de Beatriz Cano, sabemos quienes son ustedes y nos estamos convocando con urgencia y sabiduría lo que haga falta para dejarles atrás para siempre. ¿Dónde Estamos? En tiempo real. Pueblos en Camino

El 12 de octubre de 1936, tres meses después de iniciada la sublevación del 17 de julio encabezada por el fascista Francisco Franco contra la vida, contra el mundo desde España, en la catedral de Salamanca ocupada por represores, racistas y asesinos, se realizaba un acto de celebración del “día de la raza” y del racismo. Desde el 19 de julio esta ciudad universitaria se encontraba bajo “estado de guerra”: exhibición de terror y de fuerza. Trabajos forzados, abusos, desapariciones y paseos de la muerte. La esposa del caudillo Carmen Polo de Franco, el General Millán-Astray, el obispo Plá y Deniel y José María Pemán, jefe de la plaza militar, encabezaban el acto racista, la exhibición de fuerza para enardecer el poder supremo, la fortaleza por excelencia: masacre y terror. El acto, desde entonces repetido tantas veces tenía como propósito «la exaltación nacional, el imperio, la raza y la Cruzada [la guerra civil]», evocando la fecha en la que se inició en 1492 la sagrada y descomunal cruzada sobre el viejo continente de Abya Yala para imponer sobre tierras y pueblos de ultramar un estado de guerra permanente llamado América, negada como nuevo continente para imponer una también nueva concepción y práctica de descubrimiento que desde entonces consiste en enterrar en el olvido y el despojo la memoria y la existencia de pueblos y tierras poseídas y sometidas para la ganancia y el abuso en beneficio de la corte.

Aplastar para dominar el atrevimiento de la libertad. Poseer y hacer la guerra por todos los medios contra la vida desde el reino fue defendida por la “gente de bien” como una cruzada y lo fue. Otra más a nombre de la religión de la masacre para invadir, ocupar y matar al servicio del intocable poder de los puros encumbrados por el sagrado privilegio, contra el repugnante atrevimiento de cuestionar el abuso, el dominio y su reverso, la miseria y la obediencia. Ese día brotaron expresiones y palabras que nombran lo que morimos.

Don Miguel de Unamuno, profundamente cristiano, rompe con la retórica sumisa y anticipando el principio de las y los zapatistas que cruzan la mar camino de regreso al imperio de la cruzada ahora mismo dijo ese día y en ese acto: Vencer no es convencer, y hay que convencer sobre todo.

El General Millán-Astray  replicó con el grito: “¡Muera la inteligencia! ¡Viva la Muerte!”. A lo que se dice que Unamuno respondió enfrentando el argumento y el poder asesino: “Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta en esta lucha, razón y derecho. Me parece inútil pediros que penséis en España.”

Francisco Franco y Millán-Astray. Hay quienes aseguran que la confrontación con Unamuno no se dio. Lo que no pueden negar es el culto a la muerte

Lo anunció la Banda Armada Patriotas en una convocatoria que circularon por “redes sociales”: “Nosotros vamos a pararnos es duro, vamos a pararnos duro contra esos indígenas, vamos a acabar con la minga indígena compañeros, los invito a que tomemos las armas y quememos esa minga indígena” y luego a la acción: “nosotros tenemos que tener bastantes personas y caerles el día viernes. Caerles el día viernes (4 de junio de 2021) a las 10 de la mañana, reunirnos todos y caerles ahí. Esa es la que tenemos que hacer. Entonces qué es lo que se va a hacer: lo que se hizo en el 2019.” Hacían referencia a una acción de agresión brutal contra la sede del CRIC en Popayán contra quienes denominaron terroristas.

El vehículo rojo de transporte público hacía la ruta entre San Pedro y el casco urbano de Santander de Quilichao. Entrando a su destino, cerca a la “vuelta de la mama”, fue detenida por dos agentes de policía que solicitaron identificaciones. Cuando ya terminaba el procedimiento y devolvían las cédulas de ciudadanía, una camioneta paró detrás de este vehículo, se bajaron hombres armados con fusiles semi-automáticos de largo alcance y dispararon inclementes ráfagas contra pasajeros y policías recién graduados huyendo tras el ataque. Los uniformados fallecieron de inmediato y quedaron heridas 6 personas. Todas, según el informe médico de ingreso al hospital local, con varios impactos de bala cada una. Nadie llena de balas a corta distancia un vehículo lleno de pasajeros si viene a asesinar dos policías a quienes tiene a su inmediato alcance.

La versión oficial circula de inmediato y se repite, según el libreto por todas partes. El reportero de un medio de comunicación de paga presenta los hechos como un atentado contra dos policías y señala que en medio del fuego resultaron heridos pasajeros. De inmediato concluye que se trata seguramente de un ataque de las disidencias de las FARC. El comandante de la policía repite el guion y ofrece millonarias recompensas del recurso público, concluyendo que se trató de un atentado contra la pareja de jóvenes policías y señalando a los mismos culpables. Dentro del vehículo son impactadas por las balas 6 personas: entre ellas una niña de unos 6 años, Ayelen Guetio Cano, que viajaba con su madre Beatriz Cano de 35. Mueren poco después, consecuencia de sus heridas un líder juvenil nasa, Juan David Guegue Trochez de 21 años  y Luz Aleida Perafán de 54 años, ambos con heridas en el tórax a corto rango. Las otras víctimas, Floresmiro Trochez, de 33 años con una herida penetrante en la pierna derecha y César Galarza, comunicador y músico nasa que canta a la paz y a la dignidad, con 4 heridas en los miembros inferiores. Beatriz tiene dos heridas en el abdomen, una en la nariz y otra en el cuello detrás de la oreja izquierda. Es trasladada a Cali y operada de inmediato para tratar de salvarla. A esta hora está en cuidados intensivos mientras su familia y su comunidad esperan…

Si fueron las “disidencias” de las FARC o los patriotas, lo mismo da. Esta masacre le sirve únicamente a los cruzadosque gritan vivas a la muerte y silencian la vida y la inteligencia a sangre y fuego.

Día y noche desde el comienzo del paro y por todas partes antes, la fuerza pública masacra, desaparece, destroza ojos, viola, tortura, golpea, actúa con brutalidad para defender un orden criminal. Avanza la militarización del país. Aburre reiterar lo conocido y repetido; lo que nos ponen a repetir a fuerza de encubrirlo y negarlo mintiendo. Bajo la máscara y la voz del Presidente funcionario del terror por la vanidad. Es el estado con la complicidad abierta y protegida de paramilitares y gente de bien. Con la propaganda de paga de los medios comerciales, con la orientación y financiación de gremios económicos y sus dirigentes, bajo el mandato del capo y matarife y la orientación y presión del partido fascista de gobierno. Aprovechar el paro contra la indignidad, la masacre, el abuso, la injusticia, el hambre, el desprecio, para eliminar lo que les sobra de población y someternos como siempre y más que nunca de nuevo a la obediencia y a la muerte en vida. Poder seguir con la guerra contra la tierra y contra la vida para seguirse enriqueciendo sin límite del mercado global incalculable del narcotráfico que se articula con el extractivismo, con el agronegocio, con el poder financiero, con la mercantilización insaciable de la guerra y la seguridad (para ellos). Que se apoya en la aprobación del Departamento de Estado y del Pentágono y con el concierto de las naciones que gritan democracia y justicia mientras escuchan “las diferentes versiones del conflicto” y llaman a la “paz” entre “las partes” cuando saben que acá hay un pueblo contra el que se ha desatado la masacre y un estado que hoy y siempre les garantiza tierras, riquezas y ganancias a cambio de la estabilidad que garantizan a fuerza de terror y muerte.

Fueron 4 asesinados por la fuerza contra el pueblo en el paso del aguante de Cali entre el 5-6 de mayo de 2021

El Estado no es criminal solamente porque este gobierno lo sea ni porque haya desatado el terror de siempre como siempre y como nunca durante los 36 días de paro por la vida y la dignidad. No es criminal solamente porque haya entrenado, financiado, armado y ejecutado el terror siempre y como siempre para someter al pueblo y explotarlo todo. No lo es porque ahora con el paro se sepa todo esto y se esté reconociendo a diario en testimonios e imágenes innegables que le dan la vuelta al mundo. La maquina de guerra y terror es apenas una función más de esta maquinaria delincuencial. Los medios de propaganda que todo esto que se ve, se vive y se sabe como siempre y más que nunca, lo encubren y lo niegan creando vándalos y víctimas entre quienes son el estado dentro y fuera de las instituciones y dentro y fuera del país. Porque los medios de comunicación no son cómplices; son Estado, son asesinos, mentirosos y vampiros que se regodean ante la charca de sangre con la noticia del terror y la muerte que les da visibilidad y les genera ganancias y remuneración desde el poder de quienes ganan siempre con la miseria y más con el terror frente al levantamiento por la dignidad.

Es criminal porque responde y obedece a racistas, explotadores y mercaderes nacionales e internacionales. Lo es porque a nombre de la salud la niegan, generan dolor y sufrimiento, matan millones de personas y acumulan ganancias incontables. Lo son porque a nombre de la educación domestican explotando a unos pocos por el privilegio de dejarse entrenar para la obediencia siendo explotadxs mientras reglamentan este embrutecimiento selectivo para que genere ganancias y cueste lo impagable. Lo es porque las mafias garantizan cargos, posibilidades, derechos, empezando por el de vivir, según los apellidos y las conexiones y servicios prestados a la mafia. Lo es porque la justicia garantiza la impunidad a masacradores, narcos, traidores al país, ladrones, mientras condena de oficio a quienes tratan de sobrevivir a pesar de todo o se levantan contra todo, aún contra la ocupación sumisa del territorio de sus imaginarios para respirar y no morir, para exigir respeto y poner el cuerpo en la primera línea o en la guardia sin armas. Lo es justamente porque hace algunas cosas que debe hacer y permite algunas palabras y protestas solamente para que parezca que no es lo que es. Lo es por todo. Porque no queda un intersticio, un espacio, un ámbito del estado que no sea criminal o no sea aprovechado para fines criminales que están acabando con estos territorios, con los pueblos, con las esperanzas, con el futuro y el presente, con la palabra que nombre verdades y no engañe, con las relaciones que nos permitan conocernos, abrazarnos, criticarnos, cuidarnos y vivir, con la posibilidad de confiar entre nosotrxs, con cualquier derecho y libertad.

Es un estado criminal porque además impone sus contradictores; los otros aceptables y permitidos por y para el sistema. Unos contradictores que sacralizan la violencia como fin y como medio para someternos y matarnos a nombre de tomar el poder, ese mismo poder de ese mismo estado criminal y por ello no sólo nos someten al mismo silencio, dolor, miseria, zozobra, despojo, reclutamiento y muerte. Sino que nos someten para también, como medio y como fin, participar del negocio de la guerra y de la ganancia y de la codicia enmascaradas con el propósito de luchar contra ellas mientras se vuelven adicción y poder de gatillos y uniformes. Asesinos y maestros del terror que reclutan a la fuerza o la fuerza de la venganza insaciable que en Colombia y bajo el estado criminal,  tiene un acumulado inagotable. Cada acto de terror, sea cual sea el pretexto con el que lo ejecutan, es estado y al estado criminal sirve y por el mismo poder criminal del estado lo ejecutan. No defienden al pueblo. No obedecen el mandato por la dignidad y la libertad. Son el pretexto supremo para la perpetuación del terror y la transformación de la vida y de cada cuerpo en teatro de operaciones de sangre y de muerte. No son nuestro instrumento ante la impotencia frente al opresor criminal ¡NO! Son el argumento para que de un lado y otro nos sigan silenciando y despojando.

…y están los otros del sistema. Los oportunistas de cuello blanco. La industria del aprovechamiento. Quienes con la palabra usurpada, han dominado y sofistican el abuso y el robo de nuestros sacrificios y luchas. Herederxs de criollxs que a nombre de la libertad contra el reino tomaron nuestro grito y decisión de romper cadenas para encabezar lo que nos levanta y liderarlo para su beneficio insaciable. Son los que nos convocan a la guerra o la rechazan para su paz. Son dueñxs de palabras que les legitiman en cargos y partidos y oenegés y afines. Viven y ganan convencidxs o no aprovechándose. Ahora mismo, también buscando defender y tener un espacio en el estado del crimen, ojalá gobernarlo desde el lugar más alto, aparecen pisando muertos, heridxs, violadas, gente sin ojos, desaparecidxs, para hablar en su nombre y en el nuestro y simulando o sintiendo conmovedor dolor hasta las lágrimas, nos llaman a sumarnos a su causa que dicen es la nuestra, para suplantar a los viejos criollos y hacerse caudillos que suplanten la mafia actual por otra capaz de reformar la apariencia y un mínimo de lo que ya nos somete para que bajo su paz y su control se vuelva respetable. Si lo logran a fuerza de convocar figuras y hacer alianzas e invitar a algunxs de la guardia y la primera línea y las mujeres y lxs indixs y los afros y quienes haga falta a participar de su mesa (porque es suya), una vez arriba y a nombre de nuestra libertad y nuestro sacrificio, nos prohibirán protestar contra su traición y su privilegio, comprarán con cargos y aplausos a algunxs de nuestrxs vocerxs y luchadorxs y volverán, eso quieren, eso buscan ahora mismo, a recorrer el mismo camino, sólo que peor, que ya recorrieron quienes desde la independencia hasta hoy han refinado y sofisticado el aparato criminal que nos domina y nos habita. Ahora mismo se alían y se infiltran. Entran al paro y convocan mingas con perfumados y bien perfilados representantes intocables del poder reformista que nada cambia. Hoy mismo, desde espacios de la academia que siempre les sirve para un lado o el otro, nos cuentan que nos mataron y marchamos y gritamos y salimos 15 millones y más a la calle, para alimentar su proyecto. No sabíamos, pero ellos nos lo aclaran. Ahora mismo redactan desde rectorías y comisiones políticas documentos que son copias unos de otros sin cambiarles una coma. Ahora tras bambalinas se reúnen en este proyecto empresarios, iglesias, dirigentes de movimientos indígenas, campesinos, populares, afros y los que haga falta convocar con desmovilizadxs, el partido fascista y mafioso de gobierno y expertos internacionales, lo mismo que ex ministros del orden criminal para redactar los documentos, reconciliarse entre sí y definir la estrategia que nos explique por qué y para qué luchamos en realidad. Que aunque no lo supiéramos era para lo que ellas y ellos querían y sabían y nos van a redimir (lxs que no son cínicxs están convencidxs) y a llevar de la mano para que obedezcamos y encontremos la salvación que necesitamos aunque no sea la nuestra, que ellas y ellos saben nombrar y alcanzar por nosotrxs (para nosotrxs): meterse con nuestro respaldo y unas reformas y acuerdos al estado criminal y asesino. “¡Quitate tu pa ponerme yo!” Que cambie todo para que no cambie nada. Porque unos saben matar y explotar para quedarse allí y otros saben aprovecharse de que nos maten y exploten para llegar allí y para matar y robar cuando lleguen y para que otros se aprovechen de nuestra rebeldía justa para treparse sobre nuestra miseria y dignidad para reemplazar a los que…en fin, que nada cambie y que sigamos girando en torno de ese estado criminal, obedeciendo o poniendo el sacrificio y la lucha para esa entidad que nos está matando.

Pues nadie se levantó en paro ahora ni antes para ninguno de ustedes. Nos han matado y sometido y manipulado y engañado una y otra vez y tal vez ahora de nuevo como lo están haciendo unos a bala y masacre y otros sacando provecho de nuestro sacrificio como si fuera su lucha. Pero no nos levantamos para confrontar su fuerza de terror sino para no dejarnos asfixiar más por el estado criminal. Fueron ustedes los que nos metieron y nos obligaron a poner el cuerpo para defender la dignidad y la vida y la rebeldía. No nos levantamos para que ustedes vengan a darle rumbo para su beneficio a nuestras palabras, nuestra alegría y sacrificio; a la Madre Tierra que nos llama. Son nuestras y no queremos que le sirvan a su proyecto sino a nuestra libertad. El estado se tiene que acabar. Lo tenemos que dejar atrás, venga de donde venga. El espectro que va del poder a la búsqueda del poder nada cambia. Sus más de 5000 años desde el patriarcado, sus más de 500 años desde la conquista imperial, sus más de 200 años desde la fundación de los estados criollos nos han encerrado en el ámbito espiral de una trampa que ahora mismo nos mata y se roba nuestras ilusiones y derechos. La insaciable codicia que los anima nos recluta desde la miseria, pasando por la limosna y todas las obediencias armadas o no. Tal vez de nuevo ahora nos venzan, pero con más fuerza que antes, somos más quienes les gritamos que seguramente vencerán, pero no convencerán. Que conveniencia y convicción no son lo mismo y quienes engañan mienten lo mismo y por lo mismo que quienes matan. Dos máscaras del mismo rostro de delincuentes y enemigos de la vida. Basura repugnante que con instituciones y discursos, con algunxs de nosotrxs a su lado pretende de nuevo nuestra obediencia mientras con quienes compiten por el mismo poder nos matan en su pelea entre ustedes que se nutre de nuestro trabajo y sangre y de la vida que nos da la Madre Tierra que odian y explotan y están matando.

La tierra para el pueblo. Nadie paga renta (terraje). No más terratenientes. La lucha campesina de Irlanda en 1881

En la Irlanda de 1881, el campesinado explotado por un orden opresor de terratenientes absentistas moría de hambre. Ante la catástrofe de una cosecha de monocultivo de papa para el mercado, exigieron una rebaja en el pago de terraje del 25%. Era mucho menor su exigencia de lo que en realidad merecían en las condiciones de despojo y muerte que enfrentaban. Lord Erne era uno de esos terratenientes que enviaba militares como sus agentes a enfrentar las exigencias del campesinado y a cobrar el pago del terraje. Para resolver la rebelión digna, el agente de Erne reclutó voluntarios protestantes (Liga Naranja) para suplantar al campesinado en sus tierras bajo estricta vigilancia policial y militar pagada (gente de bien respaldada por la fuerza pública). La reacción del pueblo, bajo la propuesta del líder de la “Liga de la Tierra”, Charles Stewart Pernell, en un discurso pronunciado en Ennis fue una estrategia: Ante la evicción de una familia campesina y la ocupación por parte de las milicias respaldadas por la fuerza pública, la respuesta y resistencia no deberían ser violentas, sino el ostracismo y aislamiento del agente del terrateniente y de sus ejecutores. Aunque el costo inicial para el campesinado expulsado fue alto y doloroso, con el tiempo, fue mucho mayor el costo para los opresores. Se negaron a dirigirle la palabra. Le negaron todo apoyo y trabajo y saberes, y llegaron a recuperar sus tierras. El agente de Lord Erne era el capitán Charles Boycott. Desde entonces las estrategias creativas de los pueblos para resistir, desobedecer, desesperar y no someterse al poder del opresor, sea el que sea y venga de donde venga, recurriendo con inteligencia a lo que haga falta según los contextos y tácticas de sometimiento y abuso utilizadas, llevan el nombre del Capitán al servicio del patrón.

El capitán Charles Boycott agente de terratenientes, como Duque lo es del Matarife y del Estado

Unos nos están masacrando como recurso supremo de su poder que se acompaña de ganancias, mentiras y avales poderosos y diplomáticos. Otros se nos están robando de nuevo el sacrificio, la memoria y la dignidad para entrar a palacio. Unos y otros son el estado criminal. El orden que somete gobiernos, territorios, cuerpos e imaginarios y que nos acostumbramos a que sea normal. Hoy señalamos ese orden y a sus agentes vengan de donde vengan, hablen como hablen y hagan lo que hagan. Son ellos, los enemigos de la vida y de la belleza. Los de la otra orilla. Los que desprecian la vida, aprovechan y calculan. Los que nos educan, entrenan y convencen que no puede ser de otro modo. Los que ahora mismo proponen salidas hacia adentro de la misma máquina de muerte.

Sabiendo que son ellos y están a la vista: ¡criminales! Es posible que venzan de nuevo matando y engañando, pero no nos convencerán nunca más. Los estamos viendo. Los reconocemos. Nos han desafiado a encontrarnos y a organizar el Boycott que nos libere del estado y de ellxs para siempre. No les respetamos, ni les obedecemos, ni nos sometemos. Como tienen fuerza, la del terror, la del poder económico, la de la mentira, la del desprecio y el odio, la de la palabra endulzada que manosea, la de los acuerdos bajo la mesa, la del afán de trepar y de servirse de todo, sabemos que es muy difícil. Que nos cuesta respirar, creer, seguir con vida. Que nos están aplastando y reclutando. Pero lo sabemos y también sabemos que el estado se cae una sola vez y para siempre y que estamos en el camino a derrotarlo porque la muerte no es alternativa. Sólo la vida lo es ¡Viva la Muerte! Proclaman mientras avanza su cruzada por aterrorizarnos o manipularnos.

Beatriz Cano

A esta hora, Beatriz Cano, la paisita nasa, nuestra amiga de voz dulce y esperanza tierna a pesar de todo, tiene medio cerebro afectado, sangra inconsciente y está más cerca de la muerte que de la vida. Unos segundos, unos disparos pueden de hecho destrozar una vida así como una pandilla de mediocres que hacen dinero a fuerza de codicia pueden seguir dominando el mundo y matando la tierra. Caer en su juego de guerra o de engaños es ayudarlos. Nos están exigiendo hacer lo imposible ya -Boycott- y desatarnos bajo su yugo sangriento y mentiroso de estas cadenas. El paro no para. Nos hemos puesto de pie con nuestros muertos y hasta ellxs están en peligro como lo señaló Benjamin. De pie para encontrarnos en la constelación de quienes han sido capaces de habitar más acá del tiempo y el orden del despojo. Con ellas y ellos, que no buscaron ser mártires sino vivir, seguimos la tarea pendiente y angustiosa de retornar a ser territorios y liberarnos con la Madre Tierra.

Don Miguel de Unamuno el mismo que desafió ese 12 de octubre a los vencedores que no han detenido la conquista y la cruzada, creó un personaje común y corriente, como todas y todos: Bonifacio, que personifica a quienes en la sumisión y la costumbre no sentimos todavía la necesidad de abrir los ojos del corazón para vivir:

“Bonifacio vivió buscándose y murió sin haberse hallado; como el barón del cuento, creía que tirándose de las orejas se sacaría del pozo.”

Basta. Es nuestro Boycott y nuestra libertad. Es nuestra la vida y el futuro. Dejemos de jalarnos las orejas para servirles sin salir nunca del pozo. Es hora de encontrarnos y hallarnos…de pie y como haga falta.

Emmanuel Rozental
Día 36 del Paro
En la angustia con Beatriz
Mayo 5 de 2021
Pueblos en Camino

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