Juegos Autóctonos Interculturales Celebran su Segunda Edición en Silvia

Juegos Autóctonos Interculturales Celebran su Segunda Edición en Silvia, Cauca: Manteniendo Vivas las Tradiciones Ancestrales

En un esfuerzo por preservar y celebrar las ricas tradiciones autóctonas de la región, los «Juegos Autóctonos Interculturales» han emergido como un evento de gran significado cultural. La segunda edición de estos juegos tuvo lugar en el pintoresco municipio de Silvia, ubicado en el departamento del Cauca, Colombia. Esta celebración, que tuvo una participación destacada de representantes de los diez pueblos que conforman el gran territorio CRIC (Consejo Regional Indígena del Cauca), reafirmó la importancia de mantener vivas las prácticas ancestrales y fortalecer los lazos entre las diferentes comunidades.

El evento, que tuvo lugar en un ambiente festivo y lleno de color, contó con una variada gama de disciplinas que se practican de forma individual y grupal. Entre las disciplinas realizadas se encontraban el arco y flecha, el zumbambico, la espiral, el encostalado, la desgranada y molida de maíz, la cauchera, el trompo de fuete, el equilibrio y la natación. Estas disciplinas, que han sido transmitidas a lo largo de generaciones, no solo poseen un valor cultural, sino que también tienen aplicaciones cotidianas en la vida de las comunidades locales.

El fútbol, un deporte que trasciende fronteras, también tuvo su espacio en los Juegos Autóctonos Interculturales como una disciplina grupal que fomentó la colaboración y la camaradería entre los participantes. Esta inclusión resaltó la importancia de combinar las tradiciones ancestrales con elementos contemporáneos, fortaleciendo así la identidad cultural en un mundo en constante cambio.

Una característica distintiva de estos juegos fue la división de las competencias en categorías masculinas y femeninas, así como en dos categorías especiales denominadas «Unida» y «Tierra». Esta diferenciación permitió un espacio equitativo para que tanto hombres como mujeres pudieran participar y competir en igualdad de condiciones. Además, destacó la labor del Programa de Educación Bilingüe Intercultural PEBI-CRIC, que trabajó incansablemente para convocar a representantes de los once pueblos que conforman el territorio CRIC, garantizando así una representación diversa y auténtica.

En un mundo cada vez más globalizado, eventos como los Juegos Autóctonos Interculturales se convierten en puntos de encuentro que trascienden las diferencias culturales y promueven la comprensión mutua. Estos juegos no solo honran las raíces ancestrales, sino que también crean un espacio para la preservación de la diversidad y la unión de las comunidades en torno a un objetivo común: celebrar y mantener viva la riqueza cultural de la región.

Sueños y tareas cumplidas

La gratitud que brinda la comunidad que hace parte de la estructura organizativa de la asociación Juan Tama en el municipio de Inzá, es un gran aliciente para el cansancio después de cada jornada, hoy se puede decir que casi estamos a final de cumplir los objetivos planteados desde el programa económico ambiental del CRIC para la zona Tierradentro. Los beneficiarios están muy agradecidos porque llegaron hasta sus lugares de residencia los diferentes insumos y materiales que dan cuenta del cumplimiento a las necesidades planteadas y luchadas con la organización durante tantos años.

Las y los comuneros a quienes se les instaló las cercas eléctricas agradecen, porque es una herramienta que da la posibilidad de respetar los espacios vida, por ejemplo algunas especies como el oso de anteojos que ve amenazado su hábitat por la ampliación de la frontera agrícola y el ser humano que necesita también cuidar de sus cultivos y los animales domésticos para su beneficio.

De igual manera los custodios de semillas que fueron beneficiarios con insumos y materiales para implementar sistemas diversificados de producción presentan los productos de sus huertas, donde han realizado un proceso con las semillas orgánicas adquiridos con la red de semillas libres y nativas de Nariño, algunas no germinaron, sin embargo, en su mayoría lograron sus cosechas y compartieron con las demás familias.

Es gratificante cuando las y los comuneros reciben el material, en este caso los apicultores de Santa Rosa lo ven como un gran apoyo y refuerzo para esa gran tarea que ellos llevan a cabo. Le envían un mensaje al Cric de agradecimiento porque le apuestan a estos proyectos para las personas que realmente lo necesitan.

Seguimos caminando y nos encontramos las viviendas de los usuarios con unos fogones muy bien construidos, acompañamos a los maestros quienes se esmeran para entregar lo mejor posible las hornillas ambientales, además de enseñarles cómo usarlas. Consideramos que se reduce casi en un 99% las enfermedades que son causadas por el humo, se protege el medio ambiente y se evita la exagerada tala de árboles que serían utilizados como leña.

Como no agradecer también la amabilidad y disponibilidad de la gente durante las visitas toda la logística para alcanzar los objetivos perseguidos en cada jornada. Al recibir los paneles solares se les explica que no se les entrega alambre sin embargo al saber el beneficio que se obtiene se les alienta a que lo consigan, para que hagan las respectivas divisiones de sus parcelas.

Terminamos esta experiencia con la entrega y siembra de árboles, para la implementación de sistemas agroforestales con cercas vivas, el fortalecimiento de los nacimientos de agua y los árboles frutales que llegan a fortalecer las huertas de cada usuario que se convierten en restauración activa para la crianza del agua.

Por último hago extensivo el agradecimiento de la comunidad con la organización por lo gestionado y han hecho realidad lo que al principio solo estaba escrito como proyecto, además se les dio prioridad a las y los comuneros más alejados de la zona. Un reconocimiento enorme a cada persona que ha hecho posible que a través de estos convenios las comunidades salgan beneficiadas.

Por: Dinamizador ATEA.