Masivas marchas se registraron en varios municipios del Huila en respaldo a los campesinos, exigiendo cese la violenta arremetida de la fuerza pública contra el campesinado y el uso de armas no convencionales para causar dolor.
Las vías que del Huila conducen hacia los departamentos de Putumayo y Caquetá se encuentran bloqueadas por las concentraciones campesinas. Hay 12 puntos de bloqueos y más de 40 campesinos han salido heridos por los operativos de desalojo.
Luego que registraron fuertes choques por parte del Esmad contra campesinos en Suaza y Guadalupe, los pobladores de los municipios marcharon para exigir el cese de la violencia por parte de la Fuerza Pública. Se ha denunciado en zonas como Guadalupe que el Esmad atacó a los campesinos con armas no convencionales, modificadas con púas y balines para causar mayor afectaciones en el cuerpo. Las laceraciones que dejan estos artefactos son tan graves que pueden causar la muerte.
En el cruce el Líbano de Suaza con Acebedo el Esmad entró hasta el pueblo agrediendo los habitantes, dejando un gran número de heridos. En la actuación de la Policía quemó cambuchos, destruyó bienes como motocicletas y destruyó alimentos.
Por estos hechos, los habitantes del Municipio de Acevedo, realizaron una gran marcha por la paz, en rechazo a los actos violentos por parte de la fuerza pública, Esmad. Miles de personas se volcaron hacia la vía que del Municipio de Suaza conduce al departamento del Caquetá y marcharon pacíficamente hasta el punto donde se encontraba ubicada la fuerza pública, allí en cabeza de la Alcaldesa del Municipio de Acevedo se le pidió a los mandos de policía que no agredieran más a los campesino.
En campoalgre los campesinos sacaron sus tractores y bloquearon por varias horas la vía nacional. La Policía Huila en los últimos minutos sacó un presunto cartel con 18 rostros de campesinos, en el que de manera arbitraria acusan a campesinos de ser líderes de la obstrucción de las vías y protagonizar hechos vandálicos. Ofrecen una recompensa de 5 millones por su información, lo que se convierte en una peligrosa estigmatización de la protesta social para causar temor de judicialización en los campesinos.
