Comuneras y comuneras indígenas del cauca nos hemos encontrado  en la zona Sat tama Kiwe desde el 19 al 24 de febrero, con chivas  cargadas de revuelto de los diversos climas  que nos regala Uma kiwe, preparados para estar  estos días, de conmemoración de los 50 años del consejo regional indígena del cauca CRIC, aunque son muchos más años de lucha y resistencia; es mejor llevar a este encuentro las botas para estos días de lluvia y lo que no puede faltar el plato, cuchara y vaso para recibir los sabrosos alimentos que nos brindan; la alegría empieza a recorrer nuestros cuerpos, hace rato no tenemos la oportunidad de encontrarnos, de hablar de conocer que está pasando en cada uno de los territorios, de escuchar nuestra música esa que nos calienta el corazón  y nos motivan a continuar defendiendo la vida y la cultura.

A pesar de que el mundo nos quiere cada día mas encerrarnos e individualizarnos, y mas ahora con la peste que azota al mundo que se aprovecha para querernos aquietar; somos conscientes de que hay enfermedad, siempre han existido por eso nosotros  en complicidad con  Uma Kiwe retomamos y aplicamos nuestros saberes que de generación en generación nuestros mayores y nuestras mayoras nos han transmitido y junto con ella y sus hijas las plantas no cuidamos y protegemos del we wala (la enfermedad grande) en nuestra madre encontramos la sanación, es por eso, que nuestra organización desde el espacio del SISPI (sistema indígena de salud propia intercultural) y desde la tulpa nuestro espacio más importante nos cuidamos entre todas y todos colectivamente y en unidad.

El abuelo fuego nos acompaña cada mañana, cada tarde y cada noche, nos brinda silencio y quietud lo que a veces necesitamos para pensar con claridad, para reflexionar, vivimos una cotidianidad acelerada pensamos en cosas que impone el sistema, el capitalismos y los grandes medios nos envuelven, nos consumen y nos desvían cada vez más de la relación con nuestra madre, por eso la importancia en encontrarnos, de unirnos como diferentes pueblos para analizar, mambear la palabra y proyectarnos para los siguientes 50 años, para seguirnos enraizando y enorgullecernos de nuestras identidades, de nuestra cultura, de nuestra ancestralidad para seguir fortaleciendo nuestro proceso.

Por: colectivos de comunicaciones de la Cxhab Wala Kiwe

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