Han pasado 46 años desde que nació el Consejo Regional Indígena del Cauca, en la vereda la Susana, Tacueyo, municipio de Toribio. En la entrada un pasa calle nos da la bienvenida en el que dice, “bienvenidos a la Susana cuna dónde nació el CRIC”. No hay mucho movimiento, uno que otro habitante sale de las casas que están cerca de la vía, para ver las chivas que suben hacia esta vereda, como señal que algo grande se avecina. Pues, después de 46 años volvían a poner los ojos sobre ella y esta vez para recordar un movimiento que se gestó tras reuniones en matorrales o en las noches que con el tiempo se fue afianzando.
Muchos se levantaron temprano, arreglaron sus cambuches para dirigirse al polideportivo de la vereda la Susana, una región localizada en la cordillera central. Vestidos con ruanas, sombreros y mochilas cumplían a la cita. Al llegar al polideportivo escenario donde se llevaría acabó la conmemoración, el mayor espiritual abrió el camino e invitaba a las personas a ofrecer remedios a los espíritus para dar inicio con pie derecho a la Junta Directiva Regional de Cabildos.
El mayor (medico tradicional) ofreció remedio o plantas medicinales a los participantes, quienes a su vez hicieron la ofrenda. Seguidamente se hizo una fila para recibir el baño con plantas frescas, esto lo hizo el mayor quien lavó la cabeza de las personas que se encontraban en el lugar. Porque este ritual no puede faltar a la hora de iniciar cualquier evento. Es una creencia dentro de las comunidades para así mantener la comunicación con los espíritus que habitan la madre tierra, y sean estos los que orienten y no ocurra un desequilibrio en el lugar.
Terminado este acto, inició un recorrido hacia la parte alta de la vereda. Al lado de las y los mayores espirituales, caminando en fila india hasta llegar a la piedra esmeralda como así la llaman las personas que viven en este lugar. Lleva este nombre porque según recuerda Omaira Táquinas Concejal del Municipio de Toribio, en este sitio había oro y esmeraldas.
La piedra es inmensa. El mayor después de terminar el ritual donde pidió permiso a los espíritus de la naturaleza, indica que se puede continuar. Caminamos hacia uno de los costados de la piedra para dar inicio a un conversatorio sobre la historia de la vereda y de sus sitios sagrados.
Eliserio Vitonas, mayor, (Medico tradicional) inicia saludando a las autoridades y a la comunidad presente en la vereda La Susana, Territorio de Tacueyo, menciona que este es un sitio con mucha historia para el pueblo nasa. “El pensamiento del ser nasa, nace desde la Susana, este es el corazón de nuestro territorio, porque desde allí se puede observar toda la vereda”. Además era un sitio sagrado para los mayores, porque en la piedra hay una entrada que conduce al camino del castigo. Allí se aplicaba el remedio a las personas como una forma de armonizar por los desordenes causados dentro de la comunidad.
Este remedio (castigo) consistía en atravesar el camino, su salida iba a dar al Credo, una vereda del resguardo de Huellas Caloto. Un camino bastante largo. Las personas castigadas por delitos graves eran enviadas por este lugar, pero antes se les hacia remedios con plantas. Se dice que si la persona salía al otro lado era porque iba con el pensamiento de recomponer las dificultades. Pero si no salía, era porque no iba mejorar como persona en la comunidad. Se quedaba perdido a mitad de camino.
Por su parte Omaira Táquinas comenta otra versión de la piedra, la cual dice que al ingresar por el camino dentro había unos pájaros llamados calaguingos, que al sentir la energía y presencia de los caminantes empezaban a chillar. El chillido despertaba a unos animales con apariencia de cerdos, quienes atacaban a los caminantes. Pero si la intención de la personas era de corregirse, estas aves solo observaban y así lograban pasar.
Después de escuchar estos relatos acerca de la piedra y de los mayores con diferentes versiones continuamos el camino. La recomendación del mayor Eliserio era subir a la cúspide para terminar el recorrido. Las personas escalaron la piedra hasta llegar a la cima, entre risas se desafiaban unos a otros hasta subir. Desde lo alto se podía observar las diferentes veredas que conformaban el resguardo indígena de Tacueyo, entre ellas la vereda Buena Vista, El Triunfo, Gallinazas, El Trapiche y el pueblo de Tacueyo, donde sobre salía la figura de la iglesia de ese resguardo.
El mayor explica que primero se debe tener en cuenta la parte espiritual, pues para abrir el pensamiento y hablar de la historia, era necesario caminar hacia sitios sagrado y pedir permiso. Además recalcó que la Piedra Esmeralda es símbolo de fuerza y de resistencia porque continua intacta, pese a que hubo un derrumbo que tapo la entrada al camino del castigo. Sin embargo continúa allí para todo aquel que quiera conocer su historia o simplemente disfrutar de la vista que esta ofrece. Terminada las palabras las personas fueron bajando de la piedra y poco a poco se fueron aglomerando en el polideportivo, pues el evento apenas empezaba.
Por: Programa de Comunicaciones y Estudiantes del Programa de formación en comunicación Propia Intercultural de la UAIIN-CRIC
