CONAIE_EcuadorLa Conaie se suma con sus movilizaciones al paro nacional. Jorge Herrera, actual presidente de la Conaie, responde a los cuestionamientos de sectores afines al régimen y explica cuáles son los reclamos del movimiento indígena.

Estamos viviendo en un país diverso, reconocidos por la Constitución, somos culturas milenarias. Nuestra propuesta es la construcción de un Estado para todos; un Estado de equidad, de paz; un Estado que garantice la soberanía alimentaria, un Estado que reconozca y permita el acceso a los derechos fundamentales de toda la sociedad y especialmente de la juventud, que tiene aspiraciones de prepararse, pero este modelo educativo es excluyente.  La educación bilingüe es un tema no negociable porque es parte de nuestra identidad cultural. Con un discurso de izquierda se nos ha callado y confundido, desapareciendo el derecho a la educación intercultural bilingüe. Para eso es esta movilización: archivo de las enmiendas constitucionales,  dejar sin efecto el decreto 16, archivo de la ley de tierras, oponerse al Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, acceso libre a las universidades y un alto al extractivismo.

Luego de una larga consulta con las organizaciones de base, la dirigencia indígena resolvió apoyar el llamado al paro nacional de las centrales sindicales y otras organizaciones para este 13 de agosto. La decisión, sin embargo, no fue fácil: el poco tiempo para organizar la medida «indefinida», el mismo carácter de tal han generado dudas sobre la eficacia para sostener la medida. Pero, a pesar de las previsiones, hay un factor esencial que desató la decisión de la Conaie: la necesidad de retomar la iniciativa política del movimiento popular en la oposición, frente al gobierno y a los sectores de centro de derecha. Es decir, empujar una agenda política propia frente a la coyuntura. ¿El objetivo?: generar un proceso de acumulación de fuerzas para echar abajo los cambios a la Constitución que impulsa el oficialismo y, sobre todo, la reelección indefinida y la posibilidad de un nueva mandato del presidente Rafael Correa, y enfrentar el 2016, año electoral, en estado de movilización permanente.

Entonces, ¿va la marcha?

La marcha va; levantamiento indígena y popular. Esto ya es una decisión colectiva, de la asamblea del 18 (de julio) y va este levantamiento y el paro nacional. A partir del 18 de julio, existe un acuerdo sobre la movilización que significa encuentros, reuniones, foros y plantones a nivel de todo el país. Esto llega hasta el 2 de agosto; el 2 de agosto inicia la caminata desde Zamora Chinchipe y avanza hacia la ciudad de Quito. El 10 (de agosto) inicia el gran levantamiento que se une al paro que está convocado por el colectivo nacional de la dirigencia de la clase obrera y no sabemos hasta  cuándo… Lo único que tenemos que decir es que vamos a estar en las calles hasta tener respuesta por parte del régimen.

Se dice que dudaban comenzar la marcha, ¿es así?

Para nada, no ha habido dudas; es más, ha habido un decisión consensuada en esta gran asamblea (de la Conaie) desarrollada en la provincia de Tungurahua. Lo que sí nos preocupa es que algunas personas de algunas organizaciones, inocentemente, van a estar en las filas de Alianza País y que el gobierno busque una confrontación entre la misma ciudadanía. Por esa parte hacemos un llamado a la ciudadanía, a  la gente que pueda asistir para reclamar los justos derechos, fundamentales e históricos, del movimiento indígena y de la ciudadanía.

A propósito, Telesur publicó que varios movimientos indígenas se oponen a la Conaie.

Bueno, no son movimientos; más bien son personas afines al gobierno de la «revolución ciudadana» que, por intereses netamente personales,  están dando algún pronunciamiento como para mostrar que estamos debilitados, divididos. Pero eso no nos preocupa porque eso viene haciendo el gobierno desde un inicio, tratando de dividir y fraccionar estructuras históricas del movimiento indígena, pero no lo ha logrado. Ya, a estas alturas del tiempo, la Conaie más bien está fortalecida en las tres regiones del país.

¿Qué responde a lo que dicen; que ustedes le hacen el juego a la derecha?

El gobierno con tal de defender su espacio y continuidad en el poder, no sólo dice eso, acaba diciendo otras cosas… Que le hacemos el juego a la derecha, que estamos sin propuestas, que «les hemos dado todo»… un sinnúmero de respuestas con tal de opacar la realidad política y económica que hoy aparece como efecto de la mala conducción del gobierno que quiere ocultar. No nos preocupa que quiera demostrar que el movimiento indígena está cuestionando a la Conaie. Eso no es cierto. Eso se verá en los momento cruciales.

¿Cuál es la posición de la Conaie frente a los plantones desde otros sectores?

Nosotros tenemos nuestra agenda propia, nuestra agenda histórica. Estamos en un país democrático y lo que queremos es construir una propuesta; un modelo económico comunitario, solidario, que permita alcanzar el Sumak Kawsay  a través del replanteamiento de políticas públicas para que la riqueza del país sea redistribuida y se pueda garantizar el futuro de las siguientes generaciones . Si en esta coyuntura, otros hacen sus movilizaciones, ya dependerá de cada organización y cada persona las explicaciones que den. Pero nosotros no podemos suspender una decisión particular; ellos sabrán cuáles son sus intereses; los nuestros son históricos y no coyunturales, los seguiremos sosteniendo como un proyecto político.

¿Y frente a la propuesta de diálogo del gobierno?

No podemos ir a un diálogo en estas condiciones: por un lado se llama al diálogo y, por otro, estamos cogidos de la garganta cuando crean resoluciones para criminalizar luchas, para condenar acciones organizativas; llamando a procesos judiciales contra nuestros dirigentes, como a Agustín Wachapa del pueblo shuar; así también en Íntag, contra Javier Ramírez, detenido diez meses sin causa alguna.  El gobierno no ha transparentado la situación de los desaparecidos y asesinados, en el caso de José Tendetza, de Bosco Wisum, de Freddy Taish. Ese es uno de los temas que nos afecta directamente.

¿Afecta de alguna manera la última resolución de la Asamblea?

Bueno, son  estrategias  de parte del gobierno; ahora es la resolución de querer condenar a las luchas sociales y eso no nos preocupa porque la mayoría del pueblo ecuatoriano siente una inconformidad con las políticas del actual régimen. Sobre las resoluciones y las leyes, está la Constitución, así que no nos preocupa.

¿Cómo ve la Conaie los impuestos a la plusvalía, a la herencia?

El presidente Correa manda un discurso camuflado, diciendo que no va a afectar a las pequeñas y medianas economías sino a los grandes grupos económicos, pero ya vivimos la experiencia de las medidas de salvaguardias, cuando dijo que no se iba a afectar a la ciudadanía, pero tantas familias que vivían de la venta de manzanas, por ejemplo, ahora ya no trabajan. No se afectó a los grandes poderes económicos, ellos nunca pierden.

¿Cuál es el mensaje de su protesta?

Estamos viviendo en un país diverso, reconocidos por la Constitución, somos culturas milenarias. Nuestra propuesta es la construcción de un Estado para todos; un Estado de equidad, de paz; un Estado que garantice la soberanía alimentaria, un Estado que reconozca y permita el acceso a los derechos fundamentales de toda la sociedad y especialmente de la juventud, que tiene aspiraciones de prepararse, pero este modelo educativo es excluyente.  La educación bilingüe es un tema no negociable porque es parte de nuestra identidad cultural. Con un discurso de izquierda se nos ha callado y confundido, desapareciendo el derecho a la educación intercultural bilingüe. Para eso es esta movilización: archivo de las enmiendas constitucionales,  dejar sin efecto el decreto 16, archivo de la Ley de Tierras, oponerse al Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, acceso libre a las universidades y un alto al extractivismo.

Manuel Mesías Córdova

 

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