En las últimas semanas, las críticas hacia la cobertura mediática de feminicidios y violencia de género han tomado fuerza. A pesar de los esfuerzos por visibilizar estos crímenes, se plantea la necesidad de analizar cómo los medios abordan estos temas, especialmente en comunidades como las campesinas, afro e indígenas, donde la falta de información precisa se convierte en un desafío adicional.

En lo que va del año 2024, según Medicina Legal, se han registrado 9 feminicidios en Colombia. Sin embargo, la Colectiva Buscarlas Hasta Encontrarlas, sugiere que la cifra real podría ascender a 27. Esta disparidad resalta la importancia de una cobertura periodística precisa y rigurosa.

En las declaraciones que dio, Carolina Benítez, coordinadora en Jacarandas, Catalina Ruiz-Navarro, directora de Volcánicas, y Pilar Cuartas, coordinadora de diversidad y género de El Espectador, no solo reflexionaron sobre las deficiencias actuales, sino que también dieron recomendaciones para mejorar la cobertura informativa.

La Perspectiva de las Expertas:

1. «Hay que entender que la violencia de género nunca es culpa de la víctima», afirma Carolina Benítez Mendoza de Jacarandas. Se destaca la necesidad de cambiar la narrativa culpabilizadora y revictimizante, haciendo hincapié en señalar a los responsables de estos actos.

2. Catalina Ruiz-Navarro de Volcánicas señala que los medios a menudo enfatizan detalles morbosos, olvidando que estas historias involucran a personas reales. Además, destaca la hipersexualización y la falta de respeto hacia las víctimas y sus familias. Esto cobra especial relevancia al considerar comunidades campesinas, afro e indígenas, donde la desinformación puede alzar la problemática.

3. Pilar Cuartas de El Espectador destaca la hipersexualización en ciertas coberturas, como el caso de Valentina Trespalacios. Se subraya la necesidad de los medios de ser conscientes del impacto de sus elecciones editoriales, especialmente cuando se trata de comunidades más vulnerables.

Llamado a la Acción:

Catalina Ruiz-Navarro hace un llamado a las audiencias a ejercer una mirada crítica y a reaccionar ante malas coberturas. Propone elegir medios feministas que aborden de manera responsable estos casos, siendo conscientes de su impacto en la percepción social y el bienestar de las comunidades, incluyendo a las campesinas, afro e indígenas.

En el contexto de estas reflexiones, es crucial considerar que la falta de información precisa y la desatención hacia las comunidades más vulnerables pueden agravar la situación. La necesidad de una cobertura sensible y responsable es importante para desafiar la violencia de género y avanzar hacia una sociedad más justa.

Por: Programa de Comunicaciones CRIC-Nacional

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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