Hoy 12 de mayo el paro nacional cumple 15 días en las calles ante el hambre y la miseria de una gran parte de la población colombiana, la cual es agudizada aún más abarcando también sectores de ingresos medios que cada vez son conducidos al desempleo, la pobreza, la perdida de derechos laborales, sociales, culturales, ambientales y políticos (dentro de estos, los fundamentales como la libertad, la dignidad, la vida y la no discriminación).

Una gobernabilidad indolente, que se convierte en ingobernabilidad desde el presidente de nuestro país y desde el partido de gobierno, pretendió aprovechar el distanciamiento social originado por la pandemia para continuar con políticas contrarias a la equidad y disminución de la pobreza; el gobierno del presidente Duque continuó con el llamado paquetazo neoliberal, con presentación de reformas como la tributaria y la de salud, en tanto avanzaba en sus políticas de negación de derechos laborales y pensionales. En la reforma tributaria buscaba conseguir ingresos para el fisco a través de aumento de la base del IVA con productos de la canasta familiar como alimentos y servicios públicos, y de incluir en el pago de impuesto de renta a personas que ganaran más de $2.500.000, en tanto que continuaba con las exenciones tributarias, o no pago de impuestos existentes, para los sectores de alto ingreso y no planteaba para nada disminuir gastos  de funcionamiento, sino que en la práctica ha ido aumentando el gasto militar y los sueldos de los funcionarios de primera línea de los poderes del Estado. Esto fue lo que originó que un país aislado por la pandemia, saliera de un largo letargo que venía desde el paro de noviembre de 2019, solo roto por algunas movilizaciones a comienzos de 2020 y por la Minga de Suroccidente en octubre pasado. Desde el 28 de abril está declarado el paro nacional indefinido y el CRIC ha estado participando, contra esas reformas y en exigencia del cumplimiento del pliego del paro nacional.

Nuestra presencia ha sido numerosa en Cauca y en la ciudad de Cali; en el Cauca hemos venido participando en la coordinación de organizaciones sociales en conjunto con sindicatos de trabajadores, estudiantes, camioneros, sectores urbanos, campesinos, afrocolombianos,  desempleados y productores de coca que exigen la no fumigación y la sustitución concertada, estableciendo de manera articulada varios sitios o puntos de resistencia y sosteniendo una movilización permanente en Popayán y varias cabeceras. En Cali hemos estado participando como Minga Suroccidente en conjunto con varias organizaciones afrocolombianas indígenas y sociales, acompañando y hermanándonos con los puntos de resistencia que han establecido manifestantes de los sectores populares más empobrecidos y maltratados por el sistema, la mayor parte jóvenes que durante este paro nacional han recibido un trato de guerra por parte de la fuerza pública, atacando su vida y su dignidad, pero que, a pesar de esto, de sus decenas de muertos y centenares de heridos y desaparecidos, han resistido y han ido creciendo en lucha y en esperanza de cambio a través de la misma. Nuestra presencia ha ayudado a visibilizar el racismo, el segregacionismo, la violación de derechos humanos y la muerte permanente, sobre todo de los jóvenes, situación que desde los ojos “auto enceguecidos” de los políticos regionales y nacionales, de los grandes medios de comunicación y de sectores que alardean y se autodenominan la “gente bien” o los “buenos”, se quiere ocultar ante la comunidad internacional; que sepan en todos los lugares del mundo: Los sectores mas empobrecidos de Cali que se expresan en este paro nacional, forman parte del conjunto de colombianos y colombianas que gritamos “Nos están matando”, pero que a la vez resistimos. 

En el caso de nuestra presencia en Cali, como Minga suroccidente, de parte del Estado colombiano y desde la necesidad del partido de gobierno de sostenerse en el poder, se han establecido estrategias de generación de miedo y terror con el fin de manejar y/o manipular a pobladores que sean susceptibles a ello, para que conjuntamente con la policía participen en atacar con bala y a mansalva a mingueros y mingueras indígenas del CRIC, convertidos de esta manera en “terribles extraños e invasores”; quizá aspiren a sostener y hacer crecer estas estrategias hasta las próximas elecciones, lógicamente con el apoyo de los grandes medios de comunicación.  

El escenario que hemos vivido: estrategias de guerra, paramilitarismo, racismo y ataque a bala contra la población que se moviliza con bastones de chonta, desde un Estado que al hacerlo pierde su legitimidad y legalidad. Lo anterior coloca al orden del día la lucha del paro nacional por lograr cambios estructurales en el Estado colombiano, no solo en temas de política económica, también en la estructura de poder y en recuperación y ampliación de la democracia en los términos de un verdadero Estado social de derecho, quitando piso al proyecto de muerte desde de la oligarquía, la cual combina: violación de la vida, mentira, corrupción y apropiación de lo público. 

Como autoridades indígenas y comunidad desde el día de hoy nos reunimos en Monterilla, Caldono, Cauca, en territorio Sat Tama Kiwe, para analizar el cómo actuar en la continuidad del paro nacional, tanto desde nuestras tareas tanto locales y regionales como nacionales. Hoy mismo mientras mingueros estábamos dando un “hasta pronto” solidario y de hermandad en los puntos de resistencia en Cali, varias zonas y comunidades del CRIC participaban en las movilizaciones de paro nacional en Popayán, en conjunto con otras organizaciones sociales y personas democráticas, a la vez que en los puntos sobre la vía Panamericana se realizaba, por iniciativa de todas las organizaciones movilizadas, el “cordón humanitario” o “caminos de vida”.

 A la opinión pública del suroccidente colombiano y del país, le informamos que hemos hecho un llamado a la comunidad internacional con propuestas para su participación activa, de las cuales resaltamos las siguientes: 

  1. Participar y facilitar una comisión de investigación de alto nivel nacional e internacional sobre los sucesos sucedidos el domingo 9 de mayo, que garantice un informe público. Ello dado la gravedad que implica que civiles armados, en compañía de la policía nacional y bajo su aquiescencia, disparan contra la movilización de la minga, sumándose a los hechos de ataque por policía de civil que se han presentado contra los puntos de resistencia instalados por la población movilizada en los barrios y comunas vulnerables de la ciudad de Cali.  
  2. Facilitar definición de un escenario de dialogo nacional para buscar una solución concertada a esta crisis, que trabaje alternativas para los sectores más pobres y vulnerables y acuerdos sobre las reformas necesarias para el país, planteadas en los puntos del paro nacional y en las movilizaciones. Luego de definido el escenario este debe darse su propia agenda, la cual se debe ubicar en el corto plazo. Este escenario sería integrado por el comité de paro nacional, la minga indígena y demás sectores movilizados que no tengan representación en el mismo, así como gremios, iglesias, partidos, universidades, estudiantes, camioneros, campesinos, desempleados, pensionados y demás fuerzas organizadas del país. 

Cauca. 12 de mayo 2021

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