Resistencia_Popular_PeruCada vez que el sistema opresivo quiere justificar el abuso de poder frente a la resistencia social que protesta contra las arbitrariedades del régimen imperante, las autoridades sacan a relucir la falacia de que actuarán al amparo del “Estado de Derecho” y el “principio de autoridad” para resolver a la mala un conflicto social, por encima de la voluntad popular.

Los dirigentes del frente de defensa del valle de Tambo que vienen librando una lucha heroica contra la invasión extranjera que amenaza contaminar la ecología agropecuaria de la cuenca fueron citados a un diálogo con las autoridades del gobierno. Acudieron los agricultores dirigentes sin pensar que les tenían preparada una trampa para hacerles un carga montón con todo el aparato estatal, incluyendo personas ajenas a las tratativas.

Instintivamente los representantes campesinos lograron huir de la emboscada al ver que no había equidad con la abrumadora presencia en el lado contrario. El plan de los emboscados se frustró y estos, reaccionaron lanzando toda clase de improperios contra los agricultores. En el extremo de sus iras, amenazaron con el “Estado de Derecho” para obligarlos a dialogar y a aceptar lo inaceptable.

Esta mentalidad de gobierno de imponer una arbitrariedad ya había sido puesta de manifiesto por el Premier Cateriano y la siguen esgrimiendo los ministros del ambiente, agricultura y otros. Aunque la empresa invasora había decidido retirarse ha sido el gobierno el que entrando en ataque de nervios se ofreció despejarle el camino aún a costa de derramamiento de sangre y pérdida de vidas humanas.

Pero, ¿Qué es el Estado de Derecho para la dominación actual? En las actuales condiciones, no es sino la estructura jurídica que permite no solo sembrar armas a inocentes sino anular a los dirigentes apresándolos bajo falsas acusaciones, pasándolos a seguridad del Estado y judicializarlos criminalmente. Este Estado de Derecho, tiene su matriz en la espuria Constitución impuesta por el fujimorismo y que, es la promotora de la economía neoliberal que ha sumido al país en una economía meramente primaria extractiva exportadora de materia prima.

Es este “Estado de Derecho” el que ha fomentado el entreguismo de nuestros recursos naturales y de nuestro mercado. El que nos mantiene prisioneros del imperio neoliberal, de la corrupción generalizada, de la delincuencia en todos los niveles del Estado, del narcotráfico, de los lobbies, de la prensa oligárquica y de todas las arbitrariedades de la tiranía del sistema.

En el pasado colonialista fueron muchas las atrocidades cometidas por las autoridades y descendientes españoles amparados en el “Estado de Derecho” virreinal. Todos los abusos eran lícitos porque así estaba normado por esa estructura jurídica de dominación. Fue contra ese Estado de Derecho que Túpac Amaru II se rebeló y su gesta no tiene objeción de legitimidad.

Los subversivos extranjeros que vinieron en la Expedición Libertadora a independizar el virreinato del Perú, cambiaron el Estado de Derecho virreinal por otro de carácter republicano y por ese hecho, tanto San Martín como Bolívar son héroes nacionales.

El Estado de Derecho republicano desde entonces ha pasado por una serie de ajustes en contra de los intereses populares hasta llegar a la situación en que nos encontramos con un Estado de Derecho írrito contra el cual viene luchando el pueblo peruano y en particular los campesinos ya que sin minas tienen un hábitat sano y sin contaminación. Tan luego se descubre que poseen grandes riquezas en sus cerros o, bajo el suelo de su hábitat, empieza la desgracia de los agricultores de la cuenca.

Lo peor de todo, es que la destrucción ecológica no beneficia a los agricultores ni al país. Lo que se pierde en riqueza no se equipara con la carroña que nos dejan en forma de impuestos y canon que se evaporan burocráticamente. Entonces, si el gobierno se parcializa con los invasores del hábitat campesino del valle Tambo apelando al “Estado de Derecho” queda claro que dicho fundamento constituye una arbitrariedad incompatible con la verdadera democracia.

El Estado de Derecho de un régimen no es sostenible si es antidemocrático como lo demuestra la historia. La Revolución Francesa hizo trizas el Estado de Derecho Monárquico porque su rigidez colisionó con las libertades humanas. En nuestro país, el Estado de Derecho se sustenta en una Constitución impuesta por un régimen malévolo, hecha para un modelo autoritario y canallesco.

De allí la necesidad de una nueva Constitución, que garantice los derechos democráticos y la equidad en todos los aspectos. Una carta magna que elimine el dominio de la minoría sobre la mayoría y responda a las aspiraciones del pueblo mayoritario.

Frente a la situación creada por el neoliberalismo a ultranza, resulta de suma importancia que la lucha heroica de los agricultores del Valle de Tambo cuente con el apoyo solidario de otros valles ya que ninguna cuenca está libre de esta desgracia. Pero también del apoyo efectivo y más allá de las palabras de todas las fuerzas agrarias y organizaciones democráticas.

En este diálogo en desigualdad de condiciones, el Estado cuenta con todo el aparato policial, jurídico y de técnicos especialistas para convencer la validez del estudio de impacto ambiental y con artimañas hacer prevalecer los intereses extranjeros. En el otro lado están los agricultores dispuestos a todo para defender su hábitat pero sin la capacidad, jurídica, ni técnica para la defensa formal. Cualquier asesoramiento es prohibitivo y satanizado por la dominación. Por ello, solo atinan a movilizarse de la manera como lo vienen haciendo porque no encuentran otra.

En esta perspectiva, resulta urgente el apoyo de otras fuerzas ahora y no después de consumado el atropello. Quizá sea oportuna una mediación para una tregua de noventa días sin perjuicio del diálogo a fin de que los agricultores resuelvan sus urgencias y tengan el tiempo suficiente para evaluar los argumentos del gobierno contando con el debido asesoramiento técnico. Si el gobierno cree que solo se oponen unos cuantos al proyecto minero, podrá hacer una encuesta y hasta un referéndum antes que proceder represivamente.

Escribe: Milciades Ruiz

Mayo 2015

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