Fue convocado, de manera extraordinaria, un Congreso de la Federación Nacional de Cafeteros para el próximo 30 de abril. Informaciones de prensa señalan que no se ha definido la agenda pero, se cree, tratarán varios temas “candentes” para los caficultores. Uno de ellos relacionado con “la petición formal al Gobierno por un precio mínimo de sustentación por carga de 125 kilos, que podría estar en los 650.000 pesos”.

Ante esta nota -del periódico Portafolio- quiero, al ser uno de los dirigentes de Dignidad cafetera, hacer un comentario. Promovimos, durante muchos meses, como parte del pliego de peticiones de los cafeteros colombianos, la idea de que debe restablecerse, para el café, un precio de sustentación. No hemos renunciado a la propuesta y la sostenemos por varias razones. 

La fluctuación del precio internacional del grano está sujeta a los intereses de los especuladores de la bolsa de Nueva York. El valor del peso frente al dólar, está sumiso al libre ingreso -de todo tipo de dólares- al mercado interno nacional. La forma de calcular el precio interno del grano, fijándolo diariamente y teniendo como base las fluctuaciones interna y externa ya señaladas, solo deja para los productores inestabilidad en el ingreso y, casi siempre, bajos precios.

Estos bajos precios son, casi siempre, poco remunerativos lo que impide definir un plan de inversiones a largo plazo en las explotaciones agrícolas y, programar resiembras y demás prácticas necesarias para mantener y aumentar la producción. En gran medida la crisis que padece la caficultura colombiana hoy, está ligada a que el precio interno del grano no es remunerativo ni estable. Por eso defendemos un precio de sustentación, pero ese precio no puede ser ni de punto de equilibrio ni de ruina. Por eso, la propuesta no puede ser $ 650 mil pesos la carga.

Durante el paro cafetero y en medio de las discusiones para alcanzar los acuerdos que permitieron levantarlo, el gobierno nacional se negó a hablar de precio de sustentación  -era como sacarle una hostia al diablo- y fue esa actitud la que se logró zanjar a través de la franja de precio, un PIC de 145 mil por carga y un techo de 700 mil pesos. Esta fórmula permite alcanzar precios mayores a $ 650 mil pesos por carga. Claro, también puede significar precios inferiores a dicha cifra. Pero, si quiere fijarse un precio de sustentación, este debe ser de por lo menos $ 700 mil pesos este año. Un precio estable de $ 650 mil pesos es garantizar a los cafeteros que no tendrán utilidades este año. Pero, si además se propone para todo el año entrante, se está garantizando una perdida estable.

Cualquier modificación al precio interno del grano está sujeta al respeto de los acuerdos alcanzados con Dignidad Cafetera. Esperamos el gobierno respete lo acordado con dignidad cafetera y si va a proponer modificaciones en el precio interno, debe someterlas a discusión con los voceros de los cafeteros agrupados en Dignidad Cafetera.

En cuanto a las decisiones se tomen en el Congreso Extraordinario estaré atento para defender los intereses de los caficultores y alertar sobre las medidas que puedan afectarlos negativamente.

*Oscar Gutiérrez Reyes

Abril 26 de 2013

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