Los pueblos indígenas en toda la madre tierra han resistido y pervivido en el tiempo. El choque entre culturas o más bien la invasión de la colonia española en nuestros territorios, tuvo un proyecto colonial de exterminio físico y cultural, de la sabiduría ancestral de los pueblos indígenas. Esa invasión violenta, que despojó y exterminó deja sus rezagos y continúa su proyecto hasta la actualidad.
Gracias a un intercambio de experiencias, tres organizaciones sociales de Colombia (CRIC, Tierra Libre y CINEP) pudimos visitar y conocer la realidad de algunos pueblos indígenas en Bolivia, específicamente el pueblo o nación Guaraní en el Chaco boliviano, departamento de Santa Cruz y el pueblo Aimara en tierras altas, departamento de Oruro. En esta visita observamos la resistencia y riqueza cultural que aún se conserva. Sin embargo, en ese intercambio también vivenciamos las condiciones de olvido estatal, la desigualdad, y la injusticia social que viven estas comunidades; que a pesar de haber tenido gobiernos “progresistas u alternativos” en Bolivia, vemos que no ha habido pleno reconocimiento y desarrollo de los derechos de los pueblos indígenas en el nivel territorial, administrativo, ambiental, educativo y cultural, entre otros elementos fundamentales para la pervivencia de los pueblos indígenas en el marco diferencial y desde la base de las cosmovisiones, identidades y practicas propias.
Desde el Consejo Regional Indígena del Cauca, saludamos la resistencia de los pueblos indígenas en Bolivia que siguen resistiendo a no desaparecer, que salvaguardan su cultura y defienden el territorio y denunciamos las graves situaciones que viven las comunidades de pueblos indígenas como el Aimara y el pueblo Uru, este último en grave riesgo de desaparición, debido a múltiples circunstancias asociadas a la actividad minera en el departamento de Oruro, situación que ha conllevado a la contaminación del agua, de la tierra, e incluso la contaminación de los cuerpos de las personas que ahí habitan, consumen y se relacionan directamente con el sagrado líquido vital que es el agua. En ese sentido hemos visto una afectación diferencial a los cuerpos y vivencias de las mujeres indígenas, y diferentes afectaciones en el territorio que ponen en grave riesgo la pervivencia de los pueblos indígenas. La actividad y política extractivista ha generado un desplazamiento “forzado” y es forzado porque al no haber otras condiciones o alternativas de vida las comunidades se ven obligadas a irse del territorio a otras ciudades o países a vivir en condiciones de desplazamiento y formas de esclavitud en el siglo XXI. La política extractivista cambió todas las condiciones culturales de los pueblos y está llevando al exterminio cultural y físico de los pueblos y la madre tierra.
Así mismo, saludamos la búsqueda de autonomía indígena en las comunidades del Chaco boliviano y otros. Este proyecto político constituye la necesidad de vivenciar una real auto determinación como pueblos y un auto gobierno con el desarrollo de las garantías para poder realizarlo. Desde el Cauca saludamos las luchas de los pueblos hermanos en Bolivia y esperamos continuar compartiendo experiencias sobre nuestro proyecto de vida comunitario.