La Guardia Indígena siembra sus raíces en la propia historia de los pueblos indígenas de pervivir, soñar los propios sueños, oír las propias voces, reír las propias risas, cantar los propios cantos, llorar las propias lágrimas. Eso es, y ha sido la razón de su existencia, porque no existe solo como estructura, sino que habita en la mirada y en la voz de cada ser, respondiendo al mandato de defensa integral a la vida.

Nuestra misión es cuidar, defender y preservar la integridad y autonomía del territorio, Difundir la cultura y el derecho propio. Hacemos respetar las autoridades propias y ayudamos a la prevención de cualquier situación que atente contra la existencia de los pueblos indígenas o impida la realización efectiva de sus planes de vida. La Guardia la conformamos hombres y mujeres de todas las edades con un entendimiento claro de nuestra identidad cultural. En nuestro pensamiento y acciones encaminadas desde la solidaridad, la estrategia y la astucia. Somos una expresión ancestral de resistencia, directamente relacionada a las autoridades propias. La Guardia Indígena es el resultado de un largo proceso de resistencia y pervivencia de los pueblos indígenas, y hace parte del ejercicio de la autoridad desde la ley de origen y el derecho propio, como herramienta de autoprotección pacífica y promoción del proceso organizativo. Somos comuneros y comuneras al servicio de la misma comunidad. Nos hemos autoformando para conocer, entender y defender los derechos colectivos al territorio y la vida. Los cuidadores y cuidadoras de la vida y el territorio, pertenecientes a los 11 pueblos organizados que hacemos parte del Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC Nacional, caminamos una lucha de resistencia milenaria en la constante defensa del territorio y la vida de todos los seres que habitamos en la madre tierra, en convivencia comunitaria y bajo los principios de los pueblos originarios como son unidad, tierra, cultura y autonomía.

Sin embargo, la pervivencia como pueblos está en riesgo ante la constante persecución, amenazas, señalamientos, estigmatización y asesinatos que ha cobrado la vida de cientos de nuestros compañeros y compañeras en el ejercicio del control territorial y la exigencia de nuestros derechos colectivos. Por estas razones y con firmeza continuamos fortaleciendo y respondiendo al llamado desde los principios de la plataforma de lucha, como directrices de la comunidad y los mandatos establecidos históricamente. Con la facultad que nos otorga el derecho mayor, el derecho propio y la palabra de origen, nos pronunciamos haciendo el llamado y exigencia de respeto, directamente a los diferentes grupos armados quienes históricamente vienen desarmonizando nuestros territorios y en especial los territorios indígenas, afectando directamente la armonía y el buen vivir en nuestra madre tierra

Como cuidadores milenarios del territorio manifestamos que:

  • Nos sumamos a las voces que desde distintos lugares y sectores reclaman un verdadero fin del conflicto armado, porque seguimos viviendo de forma directa las constantes confrontaciones y afectaciones en nuestros territorios y sus consecuencias en nuestras familias. No dejaremos de expresar y proponer una salida dialogada al conflicto que todavía hoy permanece a lo largo y ancho del departamento del Cauca y del país. Como garantes de la defensa de la vida y los derechos humanos, para nosotros y nosotras la paz es la vida en dignidad y armonía, el buen vivir y el equilibrio
  • Nos reconocemos como parte de una lucha de resistencia milenaria pacífica, que ha contribuido a la búsqueda de la paz, estable y duradera en los Rechazamos y denunciamos los asesinatos, amenazas, desapariciones y el reclutamiento que no han cesado y se continúan presentando. Como guardia indígena originaria, que hemos vivenciado procesos encaminados al fortalecimiento de los territorios donde se encuentran las comunidades indígenas, campesinas y afros, exigimos respeto a la vida, a la autonomía y a nuestra madre tierra.
  • La esencia de la guardia indígena es la palabra de origen, basado en lo cultural, lo comunitario y territorial, de esta manera seguimos apostándole a la vida con justicia social. El compromiso es el conservar y fortalecer la autonomía de acuerdo a las orientaciones de los mandatos establecidos por las comunidades y las autoridades ancestrales. Exigimos a los actores armados respetar el accionar de la Guardia indígena en todas sus dinámicas territoriales; a las instituciones gubernamentales y estatales brindar condiciones y garantías integrales que permitan la continuidad de nuestra autonomía, en el ejercicio del control territorial y en defensa de la vida como principio fundamental del gobierno
  • Como guardianes milenarios, defendemos y cuidamos el territorio, los espacios de vida, y espirituales, ante las afectaciones de las políticas extractivitas de gobiernos irresponsables, quienes han concesionado nuestra casa a grandes multinacionales de empresas mineras, madereras, acuíferas entre otras… quienes con políticas ajenas y contrarias, a nuestros usos y costumbres siguen despojando nuestros pueblos y la madre tierra. Por tal razón, como guardianes del territorio no permitiremos que afecten nuestra casa grande, a nuestra madre tierra; seguiremos apostándole a nuestros planes de vida, a nuestros principios y a la plataforma de lucha, orientándonos desde los mandatos legitimados por las comunidades que vinculan la diversidad de las prácticas de protección
  • La Guardia Indígena es colectiva y comunitaria, identificada con su simbología como defensores de la vida en todos los espacios, la relación con el territorio y la comunidad es fundamental para la pervivencia como pueblos. La defensa y reivindicación del derecho a la vida es permanente. Por tanto, el proceso de resistencia de la guardia indígena seguirá movilizándose en minga hacia dentro y hacia
  • La guardia indígena con respaldo de nuestras comunidades y autoridades ancestrales, exigimos a todos los grupos armados (Ejército de Liberación Nacional ELN, Estado Mayor Central (Comando Coordinador de Occidente CCO), Segunda Marquetalia, (Delincuencia común), Paramilitarismo ( AGC) y Fuerza Pública (ejército y policía nacional), el cese inmediato del accionar militar que desarmoniza el buen vivir de la comunidad y los procesos organizativos; les hacemos el llamado urgente para que haya el desescalonamiento de la guerra dentro de los ¡No queremos más asesinatos, amenazas, desapariciones y reclutamientos!. Que los espacios de dialogo, sean escenarios de respeto y compromiso real para alcanzar la paz integral.

No podemos continuar sumergidos en una guerra cargada de crímenes de lesa humanidad, como los que se han cometido en los territorios del Cauca y en el resto del país, afectando enormemente a las familias del territorio e infringiendo la norma del Derecho Internacional Humanitario. Hechos como los asesinatos de: María Efigenia Vásquez y Abelardo Liz comunicadores Indígenas, el menor Breiner Cucuñame, Guardia Indígena Ambientalista, Edwin Dagua, Cristina Bautista, Argenis Yatacue, Sandra Liliana Peña autoridades en el ejercicio de control territorial y defensa de la vida, José Miller Correa Thuthenas, lider indígena y defensor de derechos humanos de los pueblos, Albeiro Camayo coordinador de guardia milenaria en ejercicio de la defensa territorial, sabedores ancestrales y espirituales y muchos más compañeros quienes han sido asesinados en el ejercicio de defenderla vida, el territorio y exigiendo garantías de los derechos humanos.

  • La guardia indígena repudia y rechaza, de manera directa las violaciones de lesa humanidad en contra de los pueblos indígenas del Cauca y de otros pueblos hermanos del país, por tal razón, instamos a todos a seguir rechazando toda afectación que atente en contra de la vida de las personas que hacen parte de los pueblos Nasa, Yanacona, Kokonuko, Inga, Eperaara Sia pidaara, Misak, Kishu, Ampiuile, Totoroéz, Polindaras, Embera y a toda la sociedad que ha sido afectada por hechos como, asesinatos de: Jóvenes, mujeres, líderes sociales y comunitarios, defensores de la vida y los DH, autoridades, guardias indígenas, liberadores de la madre tierra, comuneros y comuneras.

Todas estas desarmonía, causadas por los diferentes grupos armados de izquierda y de derecha que violentan los diferentes territorios de nuestras comunidades.

Como guardias indígenas seguiremos apostándole a la construcción de paz desde los territorios, con acciones que nos permitan continuar enraizados en la madre tierra y comprometidos con la defensa y cuidado de la vida. En este sentido proponemos e invitamos al gobierno nacional, en representación del señor presidente de la República de Colombia Gustavo Petro Urrego y el alto comisionado de paz Danilo Rueda, para que implementen de manera concreta acciones que conllevan a la tan anhelada paz integral; y que no sea solo un discurso político, sino una política realmente efectiva para el desarrollo de los planes de vida, contribuyendo al mejoramiento de las condiciones de vida, desde el espíritu colectivo que siempre nos representa y caracteriza como pueblos.

Extendemos el llamado a los demás gobiernos, a la comunidad internacional y demás organismos, para que, de manera conjunta con el gobierno de Colombia, se implementen acciones eficaces ante la fallida Guerra contra las drogas a nivel del país y del mundo. Que se establezca la regulación de las drogas psicoactivas, y se garanticen políticas de inclusión, de inversión social, sostenimiento económico y ambiental en las comunidades y territorios afectados por el conflicto armado y narcotráfico.

Como guardianes milenarios del territorio y la vida, estará presente nuestra voz y acción de manera permanente para que prevalezca la vida en todas sus expresiones. Seguiremos con la firme convicción de posibilitar territorios en armonía, un país incluyente, justo y armonioso para heredar el legado de vida digna a las presentes y futuras generaciones y a toda la humanidad, seguiremos caminando el territorio, orientando, compartiendo y generando espacios de diálogo desde la diversidad, desde la esencia cultural y milenaria para fortalecer la pervivencia como pueblos originarios.

Finalmente le hacemos el llamado a la familia, jóvenes. Niños, niñas, para que sigamos en la apuesta por la vida y que ninguna vida más se destine para la guerra. Menos politiquería corrupta que tanto daño le ha hecho al país, si a la inversión social para la sociedad, que las armas se cambien por herramientas, oportunidades de trabajo y garantías del buen vivir.

Defender el territorio es defender nuestra casa, esa casa que nos vio nacer, crecer y esa casa que nos verá morir.

¡Cuenten con nosotros para la paz, nunca para la guerra!

¡Guardia, guardia! ¡Fuerza, fuerza!

¡Hasta cuándo!

¡Hasta siempre!

Este producto fue generado con el apoyo del Programa de Juntanza Étnica, ACDI/VOCA – USAID.

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