Somos cinco pueblos originarios, nacimos de las aguas en las altas montañas, acompañados por los vientos, centellas y páramos. Más allá de la diversidad del pensamiento y de la forma de vivir en el territorio, nos une la palabra sabia de los mayores que enseña, el consejo para reaprender, las formas de autoridad para proyectar, la relación armónica con la Madre Tierra y todos los seres que en ella habitan, así como la decisión para construir y retornar a la sabiduría ancestral, cimentando los valores culturales de cada pueblo.
Somos el COTAINDOC, una expresión organizativa que durante ya cerca de 25 años camina bajo los principios de organización, territorio, cultura y autonomía, en búsqueda de la defensa del territorio, la unidad desde la familia y la comunidad, así como la autonomía que permita vivenciar los planes y proyectos de vida en el marco del respeto hacia quienes nos rodean, invitándolos a construir desde la diversidad de pensamiento, una sociedad que asuma su responsabilidad con la historia y el futuro de nuestras semillas de vida, abonando el camino para la paz, el pensamiento crítico, la acción reflexionada y la armonía territorial.
Hoy, afrontamos épocas difíciles que colocan en riesgo la vigencia de nuestros principios, por cuenta del conflicto armado y la violencia en los territorios, el cambio climático como consecuencia del daño que hemos hecho a la madre tierra, la influencia de la tecnología y el consumismo en las nuevas generaciones, entre otros factores que obligan a reconstruir el tejido social y cultural de nuestros pueblos, desde la familia como núcleo de la sociedad, el retorno a la sabiduría ancestral, la vivencia de los principios culturales de vida, el trabajo comunitario en unidad, el fortalecimiento del gobierno propio y la gobernabilidad, así como la recuperación del equilibrio con la naturaleza y los espacios de vida.
No podemos tapar el sol con un dedo y hacer caso omiso al recrudecimiento del conflicto armado en los territorios, cada semilla que se involucra en esta absurda guerra fratricida, que solo ha llevado muerte, tristeza y desolación a los territorios, lo que también es una pérdida irreparable para nuestros pueblos, pues rompe el tejido cultural milenario. En ese sentido estamos y seguiremos haciendo los mejores esfuerzos en pos de generar las condiciones necesarias para que se detenga el reclutamiento, la confrontación armada, para volver a ser libres en el territorio, para que la paz como propósito común de nuestra sociedad sea real, y así la armonía regrese al territorio.
Por lo anterior, el Consejo Territorial de Autoridades Indígenas del Oriente Caucano COTAINDOC desde los territorios del Pueblo Nasa de Pitayo, Quichaya, La Gaitana, Tumburao, Jebala, Paniquitá, Raíces de Oriente, el Pueblo Misak de los territorios de NuyapalØ, La Maria, San Antonio, Pueblo Ampiulʘ, el Pueblo Kizgo, y el Pueblo Polindara, declaramos y posicionamos el ENCUENTRO INTERCULTURAL ITINERANTE DE LAS ARTES VIVAS, como una estrategia política para la construcción de paz en el oriente del Cauca, desde el fortalecimiento de la identidad cultural de los pueblos en el marco de la diversidad, desde el rescate de prácticas milenarias en arte, danza, música y tejido, desde la vivencia de los juegos ancestrales y estrategias de aprovechamiento del tiempo libre, desde la visibilización de las iniciativas económicas propias en gastronomía, transformación de productos e intercambio de productos trueque.
Nuestros territorios son más que un escenario de guerra. Somos actores y gestores de paz, cultura, deporte, alegría, armonía y equilibrio. Como consejo territorial hoy reafirmamos nuestro férreo compromiso de continuar construyendo un proceso comunitario y social donde todos tienen cabida en el marco del respeto, de construir desde la diversidad del pensamiento, pasando del discurso a la vivencia.
Por ello, invitamos a indígenas, campesinos, afros y urbanos a superar las barreras que nos impuso una clase social corrupta y elitista, invitamos a unirnos en un solo clamor por la paz, y a fortalecer estrategias que nos permitan preservar nuestras semillas, niñez y juventud en escenarios de paz y buen vivir.
A quienes afectan el desarrollo de nuestros pueblos le decimos a una voz que exigimos el respeto a nuestros territorios, semillas y espacios de vida.
A nuestras semillas de vida, que son el presente que proyecta el futuro de nuestros pueblos, estamos por y para ustedes, enfocaremos el desarrollo de nuestros sistemas propios para el cuidado, defensa goce y disfrute de sus derechos, esperamos estar a la altura de la responsabilidad que este momento histórico demanda, no es momento de solo pensar, es momento de hacer.
Es importante reconocer que estamos en un contexto difícil para la pervivencia de los pueblos y la vida digna de las sociedades, un contexto con un sistema de educación incompetente, un sistema de salud ampliamente inoperante, la justica solo para los de ruana, Y, si no cambiamos desde la misma base social que es la familia, sino retornamos a la sabiduría ancestral; No cambiaremos la lógica opresora del modelo de vida desigual e injusto que impera hoy día.
Es por ello, que Les proponemos a todas y todos que generemos un cambio estructural paulatino cuidando la tierra, respetando la diversidad, trabajando conjuntamente en sana convivencia con la familia, comunidad, territorio y sociedad, en armonía con la naturaleza para tener una vida digna y en paz.
SEPTIEMBRE DEL 2024.
CONSEJO TERRITORIAL DE AUTORIDADES INDÍGENAS DEL ORIENTE CAUCANO COTAINDOC
POSICIONAMIENTO POLÍTICO POR LA PAZ Y LA VIDA-COTAINDOC 2024