Pronunciamiento de la mesa departamental de victimas del Cauca frente a la posición del gobierno nacional que afecta la garantía de no repetición de los hechos victimizantes

La Mesa Departamental de Victimas del Cauca expresa su más profundo rechazo a la posición partidista asumida por el jefe de Estado Iván Duque Márquez, quien, a título de objeción presidencial por inconveniencia, ha planteado un antidemocrático enfrentamiento con el Congreso y con la decisión adoptada por la Corte Constitucional de Colombia al realizar, como órgano de cierre de la jurisdicción constitucional, el control de la constitucionalidad sobre la Ley Estatutaria de la JEP.

El presidente de la República al negar la sanción a dicha Ley Estatutaria declinó su investidura suprapartidista para asumir el papel de un jefe de bancada que no acepta el veredicto de la democracia, ni el de la justicia y presenta bajo el ropaje de unas objeciones por razones de inconveniencia el discurso con el cual el jefe del Centro Democrático, obtuvo el dudoso triunfo de negarle a un acuerdo de paz la refrendación popular; con el único fin de empañar el logro de cambiar la violencia por el dialogo, las armas por la política y así volver a la Casa de Nariño.

Carece de seriedad y responsabilidad someter el acuerdo de paz a nuevas contingencias, porque en la medida en que el acuerdo se desnaturalice, la parte agraviada por los cambios que quiere introducir quien no estaba gobernando cuando el acuerdo firmó, estará legitimada para denunciar el incumplimiento y -entonces- serán las víctimas y en particular las víctimas del departamento del Cauca, las que tendrán que sufrir las consecuencias del incumplimiento de los acuerdos y de las reformas que se han anunciado al acto legislativo 01 de 2017, en detrimento de la construcción de paz como derecho fundamental de todos los colombianos.

La Mesa Departamental de Víctimas del Cauca le hace un llamado al gobierno nacional para que no ponga más obstáculos y -por el contrario- apoye e impulse el funcionamiento de la JEP y cumpla el acuerdo de paz.

Para la Mesa de Victimas del Departamento del Cauca resulta en extremo preocupante que el señor presidente haya ejercido una facultad constitucional haciendo uso de argumentos jurídicos totalmente fuera de lugar y de oportunidad, cuando el país lo que esperaba conocer -si existían- eran los motivos sociales, económicos y políticos para negar la sanción presidencial a la totalidad o a una parte de una Ley Estatutaria ya aprobada por el partido del jefe de Estado y por el Congreso y además, declarada constitucional por el órgano jurisdiccional competente, creando un enfrentamiento de poderes en detrimento de la paz y de las víctimas.

Si la Jurisdicción Transitoria para la Paz no opera, porque el jefe de Estado se opone con maniobras dilatorias, disfrazadas de objeciones por inconveniencia a que la JEP cuente con su soporte normativo estructural completo; no son los victimarios los afectados sino las víctimas que vemos como se aleja la posibilidad de obtener Verdad, Justicia, Reparación y garantía de No Repetición, ante la falta de seguridad jurídica propiciada por quien tiene a su cuidado la responsabilidad de garantía de derechos de forma integral, eficaz y digna.

Cabe preguntar, ante este panorama de dilaciones ¿qué garantías tenemos las victimas de no ser revictimizadas y de vernos abocadas -de nuevo- a un conflicto armado interno? Hasta el momento no sabemos ni entendemos ¿cuál? es el interés público que agencia el gobierno al postergar el cumplimiento efectivo a las víctimas y al auspiciar el retroceso de sus derechos.

Convocamos a toda la comunidad de victimas en Colombia a que exijamos al gobierno nacional que cumpla los acuerdos de paz y que no propicie, con sus posiciones, el desmonte del estado social de derecho usando estrategias contrarias a la Constitución y al respeto a las víctimas.

Hacemos un llamado a la comunidad internacional, a los países garantes de la implementación del acuerdo de paz, a la CIDH, al Alto Comisionado Para los Derechos Humanos y a la Comisión de Seguimiento para la Implementación de los Acuerdos para que realicen un estricto seguimiento y exijan el cumplimiento de los acuerdos y la garantía a los derechos de las víctimas.

Las víctimas del conflicto armado interno reiteramos y manifestamos nuestra voluntad de contribuir a la construcción de la paz estable y verdadera, no cuenten con nosotros para la guerra.

Cuidamos la vida y protegemos el territorio
Mesa Departamental de Victimas del Cauca
Popayán, 13 de marzo de 2019.

Carta a Jorge Caballero Fula en el día de su entierro (siembra)

 

 

Querido Jorge

Será una locura, Jorge, pero me dio por escribirte directamente. Le mando copia a alguna otra gente. Algunas personas que comparten esto que sentimos y otras cuyos afectos nos tejen en torno de ti y de lo que nos tocó compartir.

En primer lugar, así no más decirte que te recuerdo en muchos ámbitos y facetas, pero me viene a la mente recurrentemente esa última vez que nos vimos. No describo las circunstancias. Solo que no podías decir en palabras lo que querías, pero que no hizo falta. Nos dimos el abrazo que necesitábamos darnos. Mutuo, recíproco, sincero y tan lleno de ternura, de dolor, de vida. Tu mirada de ese día, tu enorme sonrisa en medio del desconcierto y las malas noticias, es el mayor regalo que me has dejado. Hermano, gracias. Ahí nos reencontramos, o mejor, nos encontramos donde siempre estamos juntos. El diablo está en los detalles, dicen. Cierto. Uno discute y se empecina a la hora de hacer y vivir. Pero también, y ese regalo nos lo dimos, uno sabe siempre encontrarse en esencia, en lo que somos y nos motiva. Lo demás es hacer camino y se hace, claro, al andar.

El otro recuerdo que me despertó anoche es anterior. Nos recibiste en el CRIC, hace ya muchos años, con una delegación del Canadá. La Consejería era nueva y acabábamos de llegar de una conmovedora y dura visita a El Nilo. Arthur Manuel, el Mayor indígena del Canadá besó esa tierra compungido, pero tus palabras resumiendo el proceso, apenas unos días después del Congreso extraordinario de Tóez, le permitieron sentir, como lo dijo en respuesta a tus palabras, que estaba en casa, en la tierra de pueblos hermanos, en la misma lucha y entre la misma familia. Eso hiciste ese día: tejer. Hacía poco nos avasallaban tus alumnas y alumnos con cámaras y micrófonos haciendo su práctica de comunicación y recibiendo tus consejos.

No voy a aburrirte con recuerdos. Sería agobiarte. Especialmente hoy, en el momento en que siembran tu cuerpo y yo quisiera estar allí en silencio rindiéndote un homenaje sincero. Por eso debo decirte, honrando esta amistad que compartimos, que hubo mucho, pero mucho en lo que no concordamos. Que si volvieras por acá (ojalá hermanito, ojalá y lo digo llorando: mierda!), volveríamos a discutir, a no estar de acuerdo, a decirnos las cosas con firmeza, a veces con rabia y angustia, cada cual convencido y desde su puerto y lugar. Defendería hoy mismo, el día que te vas, mi posición así fuera diametralmente opuesta a la tuya como lo fue muchas veces. Eso, Jorge, compañero, ha sido mi manera de respetarte. Hoy, te vas y te desafío de nuevo a quedarte acá en frente. A que nos digamos las cosas cara a cara. A que no callemos nada ni hagamos ninguna maniobra por detrás y en roscas contra el otro. A que la vida nos regale lo que nos negaron estos tiempos, los odios, las envidias y mi exilio, la posibilidad de tener que defendernos en palabra y acción, con experiencias y argumentos. Poniendo la vida entera en cada intercambio. Te estoy diciendo Jorge, que te he querido mucho. De esa manera exigente ante las demandas que nos puso la lucha y el contexto. Te he querido hasta la rabia. Jorge testarudo. Jorge sonriente, Jorge impredecible, Jorge CRIC, teatrero, amigo de verdad. Te he querido aún cuando muchas veces no me gustó lo que hacías, como seguramente te pasaba conmigo. Y, lo sabes, lo puedo decir, siempre podías contar conmigo y contaste aunque nunca lo pidieras o esperaras.

No, yo no te señalo como incuestionable ni perfecto. No lo hago no solo porque te mentiría, si no, ante todo, porque si así te respeté en vida, sería manosear nuestra entrañable relación, untarla de mieles y adornos cuando su valor mayor es que, por lo menos de mi parte, aún desesperado más de una vez, te buscaba, te seguiré buscando, me quedé esperándote para que, así no nos pongamos de acuerdo, todo quede sobre la mesa, en el territorio, dicho y explícito. Cuenta conmigo compañero Jorge, así como yo siempre conté con ese Jorge y tu porfiada manera de ser tu. Es tu hora, muy temprana, de descansar.

Yo te seguiré recordando y reconozco, para terminar esta despedida pública, ese día en La María, antes de la Minga de Resistencia Social y Comunitaria del 2008, cuando nos invitaron a Vilma y a mi a presentar la propuesta del Norte a la Comisión Política, a la última reunión de planeación de todas las zonas. Una vez presentamos lo que habíamos recogido en barridos territoriales, distorsionando lo que planteamos, intentaron silenciar lo propuesto y argumentado, sin argumentos. Ante esto, tu, que no estabas de acuerdo con eso que salió del Norte y lo sabíamos desde antes, te levantaste y con firmeza, retomaste lo que sí dijimos, en contraste con lo que decían que dijimos y en honor a ser justos, así lo dijiste, los convocaste a respetar la palabra y lo propuesto. Jorge…Caballero y a mucho honor.

Te abrazo. Nos faltó mucho por debatir, aclarar y dejar en la diferencia. Pero más importante que eso, nos faltas a muchas y muchos así no más, como Jorge Caballero. Qué regalo te dio tu familia, en especial tu tocayo, tu hijo, al dedicarse con ese amor ejemplar a acompañarte, disfrutarte, cuidarte y despedirte como un hijo de esa tierra el Cauca indígena, por la que luchaste. Me despido hermano. La seguimos. Me despido y saludo a todas y todos los que te lloran y recuerdan.

Sinceramente,

Manuel Rozental
MIshkiki nini apidji go debwe