Síntesis informativa de los movimientos.

Organizaciones indígenas amazónicas, reunidas en Manaus, Brasil, lanzaron un llamado a garantizar los derechos indígenas, incluyendo el reconocimiento de sus territorios, como una de las respuestas centrales a la crisis climática y ambiental y para conservar los bosques.  En la 1ra Cumbre Regional Amazónica: Saberes Ancestrales, Pueblos y Vida Plena en Armonía con los Bosques, convocada por la COICA, adoptaron el Mandato de Manaus, que incluye propuestas para un programa de conservación de los bosques que serán encaminadas a la conferencia sobre cambio climático en Durban (diciembre) y para proteger el patrimonio natural e intelectual colectivo indígena que constituyen los conocimientos ancestrales y los recursos genéticos de los territorios indígenas.

También desde Manaus, organizaciones indígenas latinoamericanas solicitaron al Estado Plurinacional de Bolivia y a la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), redoblar esfuerzos para dialogar sobre la construcción de una carretera que afectará el Territorio Indígena Parque Nacional Isidoro Secure (TIPNIS).

En Perú, entretanto, se aprobó la Ley de Consulta Previa a los Pueblos Indígenas u Originarios.  Se trata de la primera ley en la región andina que norma la consulta y el consentimiento previo, libre e informado de los pueblos indígenas ante cualquier intervención del Estado sobre sus territorios y derechos.  La Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI) indicó que permanecerá vigilante para garantizar su correcta implementación.  Como se recuerda, en los últimos años los conflictos sociales crecieron en Perú por el desarrollo de una política de concesiones territoriales a industrias extractivas sin la consulta debida a las comunidades afectadas, como lo exigen tratados internacionales.

En el IV Encuentro Sindical Nuestra América, delegados/as de 27 países adoptaron la Declaración de Managua, en la que reafirman su compromiso por la defensa de los Derechos de los Trabajadores y se reafirman en la lucha contra el neoliberalismo, el capitalismo, y por la transformación social.  Al solidarizarse con los pueblos en lucha por su liberación y contra la brutal ofensiva del Capital para superar la actual crisis, en diversos países del planeta, se pronuncian por construir otro orden económico y social y a profundizar la organización y la demanda de los trabajadores por afirmar sus derechos al Bien Vivir.

Delegados y delegadas de la CLOC-Vía Campesina, participaron del Encuentro Centroamericano sobre Cosmovisión e Identidad de los Pueblos Originarios y Afrodescendientes.  Rafael González, delegado político de Guatemala, dijo que el objetivo de converger los países de la región, es conocer e intercambiar conocimientos sobre la cosmovisión, identidad y espiritualidad de los pueblos originarios y afrodescendientes.

Desde Guatemala, el V Encuentro de la Red Feminista Centroamericana contra la Violencia hacia las Mujeres emitió una Declaración en la que expresa alarma «por el evidente retroceso del reconocimiento y garantía de los Derechos Humanos de las Mujeres… en particular por el incremento de los escenarios de conflictividad política, las redes de crimen organizado, y el militarismo», y demanda a los Estados un compromiso claro para la erradicación de esta violencia, del femicidio y de la impunidad que los acompaña.

Entretanto, la violencia contra el campesinado no cesa en Honduras. Las organizaciones que conforman la Plataforma Agraria, ante los últimos hechos sangrientos suscitados en el Bajo Aguán, manifestaron su preocupación, condena y repudio a los recientes actos de violencia, donde 11 hondureñas y hondureños han perdido la vida y unas 15 personas han resultado gravemente heridas en una nueva escalada de la represión en el campo. Asimismo, diversas organizaciones internacionales exigen el cese a la violencia en la zona.  Por su parte, un grupo de organizaciones hondureñas, al denunciar la satanización y represión al Movimiento Campesino del Bajo Aguan, y deplorar la falta de una estrategia agraria para solventar la grave problemática de acceso a la tierra, solicitan cartas de solidaridad dirigidas a las autoridades del país.

Cientos de miles de personas en las calles es el principal síntoma de que el pueblo de Chile quiere cambios.  Sus principales vías de expresión han sido las movilizaciones masivas que desde hace meses se realizan en el país, donde ciudadanos comunes y corrientes exigen transformaciones de fondo en un Chile marcado por las grandes desigualdades. Los motores de estas movilizaciones han sido los estudiantes, quienes desde hace tres meses mantienen vigoroso un movimiento social que ha logrado vincular y politizar a gran parte de la sociedad chilena.

El proyecto de Resistencias Populares a la Recolonización del Continente en articulación con colectivos y organizaciones de Nuestra América, viene organizando el Juicio Ético a las Transnacionales. La reunión, que tendrá lugar el mes de octubre en Buenos Aires, busca dar inicio a un proceso de justicia popular, tomando como casos emblemáticos algunas de las grandes corporaciones transnacionales que actúan en Argentina, y dando cuenta de las políticas públicas y privadas que favorecen este accionar.

La Soberanía Alimentaria, como respuesta a la crisis en Europa fue debatido en el Foro Nyeleni, en Austria, (18 – 21 de agosto), organizado, entre otros, por la Via Campesina.  Su declaración final proclama el convencimiento de que « un cambio en el sistema alimentario es un primer paso hacia un cambio más amplio en nuestras sociedades ». Asimismo, las personas delegadas se comprometieron con una activa y definitiva participación en el sistema alimentario para lo cual formularon diversas propuestas.

Este tema es desarrollado también en la quinta edición del Boletín Nyeleni, que nos habla, entre otros, de «la Política Agrícola Común: de la auto suficiencia alimentaria a la competencia neoliberal».  Incluye voces y testimonios de Europa y África e información sobre la lucha global contra el acaparamiento de tierra.

Minga Informativa de Movimientos Sociales

Agosto, 29 de 2011

Tacueyó : “A estos niños sin experiencia nos toca echar tierra encima”

NO OLVIDAMOS y recordamos los hechos ocurridos el pasado 26 de marzo en la vereda de Gargantillas del Resguardo de Tacueyó, Municipio de Toribio, donde la policía nacional, con apoyo aéreo del “Comando jungla antinarcóticos”, bombardeó un campamento del Sexto Frente de las FARC, “integrado por fuerzas especiales, (y) donde la fuerza pública abatió a quince terroristas” según los comentarios del presidente Juan Manuel Santos.

NO OLVIDAMOS que dichas “fuerzas especiales” eran, en su mayoría, niños y jóvenes recién involucrados, según los testimonios de la comunidad, en un campamento que llevaba alrededor de 20 días.

 

NO OLVIDAMOS y seguimos denunciando que, como lo manifestó la comunidad, dos comuneros – Edgar Fabián Silva Ipia y Manuel Ipia de la vereda El Triunfo de Tacueyó – fueron desaparecidos durante la operación militar, cuando se iban a buscar un familiar herido, en un ejercicio humanitario. El día 29 de marzo en las instalaciones de medicina legal de la ciudad de Cali, los dos comuneros mencionados aparecieron muertos, contados entre los quince presuntos terroristas abatidos en la operación militar.

Este horror no es fatalidad. No es azar. Es el fruto venenoso de una situación estructural de años atrás. Es la guerra del Capital a los pueblos indígenas para el control de su territorio, para robarse los recursos naturales que rebosan en la Tierra pisada por los humildes. El agua, la tierra, las minas,  la vida misma es fuente de ganancias.  El Capital tiene armas cuando los pobres se exponen como carne de cañón, y en este negocio grande que es la guerra sólo ellos caen. En cifras eso se traduce en 12.213 millones de dólares.  El presupuesto de la guerra en Colombia. Cuando el presupuesto de la educación es de 11.663 millones de dólares. En el Reguardo de Tacueyó, los comuneros aguantaron siete hostigamientos entre los grupos armados desde el principio de 2011, es decir en sólo 3 meses.

Pero la lluvia de bala no hace crecer los cultivos, y en esta zona, los comuneros viven en la pobreza. La educación, la salud, la ropa y la comida  no son regaladas. Económicamente, el precio es difícil de asumir por las familias. En la vereda del  Triunfo, la madre de Diego, un niño de 15 años asesinado en el bombardeo, tenía que ir a trabajar hasta El Naya para dar de comer a sus hijos y permitirles estudiar.  A veces, son los mismos niños los que tienen que trabajar para poder seguir estudiando.

Y el precio social es aun más grande. Mientras la mamá está sudando para criar a sus hijos, Diego y sus hermanitos están solos. En su escuela, el Colegio Quitin Lame, no se puede atender a los niños como se quisiera: falta de recursos, grupos de 30 a 40 alumnos, de los 45 profesores sólo 10 son de planta y los demás son contratados con meses de retraso. Estos niños son presas fáciles: la guerrilla les ofrece celulares, motos, o simplemente los invita a comer un sancocho y al día siguiente ya tienen un camuflado y una AK-47 en las manos, en lugar del bolígrafo.  El Viernes, Diego estaba en la escuela, el Domingo en la morgue. “A estos niños sin experiencia nos toca echar tierra encima”  dijo el presidente de la vereda del Triunfo.

El gobierno dice proteger a la gente de la guerrilla. Vino con sus aviones, bombardearon, mataron a ‘guerrilleros’, mataron a niños, a jóvenes. ¿Y AHORA QUÉ?

La comunidad queda con sus muertos. El gobierno no se hace responsable de las consecuencias que traen sus actos. ¿Cuántos padres deprimidos por haber perdido a sus hijos? Los hermanos y hermanas, los compañeros de clase, se quedan vacíos. El dolor y el temor tapan estas ausencias. De la misma forma acabaron con este padre que se suicidó cuando supo la muerte de su hijo. Son estos hostigamientos a repetición que llevaron a este civil, uno de los dos asesinados, a salir a buscar de su hermano en el campamento bombardeado. Porque ya tenía el dolor de la muerte de su hermana, quien fue víctima de combates entre grupos armados en Mayo 2010, y uno más era insoportable… 

A parte de la salud moral, los efectos de estas acciones de guerra son múltiples.  Los bombardeos y los disparos dejan peligrosos fragmentos activos en el suelo. También contaminan los subsuelos, las aguas y los cultivos de la comunidad. La sangre y los restos de carne humana, esparcidos por los perros, traen bacterias en los alrededores. La salud de la gente está en serio peligro en la zona.

En estos días las familias proceden a los entierros de sus familiares. Todavía no han recibido asistencia por parte del gobierno, aún no saben quién es responsable del asesinato de estos dos comuneros. Como pueblos indígenas, tenemos derecho a la Justicia, tenemos derecho a condiciones de vida dignas para poder dar a nuestros hijos la atención y el cariño necesarios  hacia su bienestar, y así protegerlos del reclutamiento, de la violencia, de la muerte.

Para no ser víctimas, sino actores de su vida y de su territorio, los pueblos indígenas, a través de sus autoridades empiezan a organizar la asistencia psicológica de la comunidad. Porque no queremos piedad sino respeto, llamamos a la solidaridad, unidad y defensa integral del Cxhab Wala Kiwe – Territorio del Gran Pueblo con asambleas de acompañamiento y defensa territorial que se realizarán los días 7 y 8 de abril en el resguardo indígena de Tacueyó.

NO MÁS reclutamiento, utilización e involucramiento de niños, niñas y jóvenes al conflicto armado, infracción del derecho internacional humanitario, irrespeto a los territorios y estigmatización a las comunidades indígenas, utilización de armas no convencionales e implementación de políticas lesivas para los pueblos indígenas.

Tejido de Comunicación de la ACIN

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