Medellín 01 de marzo de 2017

Boletín 058

Hoy es un día histórico en el país, después de más de 50 años se silenciarán definitivamente los fusiles de las FARC, y los pueblos indígenas de Antioquia, celebramos que el proceso de desarme, cierre por fin un capítulo de dolor y de violencia donde hubo muchas víctimas inocentes, entre ellas nosotros los pueblos indígenas.

Estamos convencidos que son muchos los retos del postacuerdo que debemos superar todos los colombianos y los distintos sectores sociales que conforman nuestra nación, pero terminar de manera definitiva las confrontaciones armadas que se han librado en los territorios más vulnerables, es un gran avance en la consolidación de una paz estable y duradera con este grupo armado.

Los pueblos indígenas de Antioquia, somos conscientes de que la paz es el camino que queremos recorrer y una responsabilidad de todos y todas con las futuras generaciones, por lo que nuestro compromiso es velar para que los niños y niñas puedan disfrutar de una sociedad en paz, por ello, de manera colectiva las más de 170 comunidades del departamento estamos comprometidas con la construcción de este sueño colectivo de país, el que desde nuestra sabiduría ancestral, espiritualidad y cosmovisiones estaremos siempre apoyando.

Esperamos que las FARC con el inicio de la dejación de armas, logre concretar la dejación definitiva y pueda dar un paso a la vida política como movimiento civil y político, pero también, que el Gobierno Nacional, reciba este gesto como un acto serio por parte de este grupo armado e inicie a la mayor brevedad a definir la ruta para implementar y cumplir los acuerdos pactados en la Habana, Cuba.

En el mismo sentido, manifestamos públicamente que tanto el Gobierno Nacional como las FARC, deben garantizar y respetar a los pueblos indígenas, los derechos territoriales y los derechos constitucionales por los que históricamente hemos luchado y a través de los cuales buscamos la reivindicación, por ello, como pueblos indígenas hemos construido un capítulo especial étnico, que no deja por fuera los principios, garantías y salvaguardas étnicas, con el fin de que exista verdaderamente un desarrollo agrario integral, una amplia participación política, una solución efectiva al problema de drogas de uso ilícito, un Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición y una implementación y verificación de los acuerdos.

Finalmente en nombre de los más de 37 mil hombres y mujeres indígenas de Antioquia, hacemos un llamado al ELN, y demás actores ilegales alzados en armas, para que también puedan llegar a un proceso en el que se depongan las armas y la democracia se alcance por la vía política y de esta manera Colombia avance hacia la paz estable y duradera.

“Cuenten Con Nosotros Para La Paz, Nuca Para La Guerra”

“La paz, la unidad y la resistencia nuestros mandatos de vida”

Consejo mayor de gobierno indígena

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