“Acá los consejos de mujeres surgen por los feminicidios, nos hemos organizado por la violencia contra nosotras por el solo hecho de ser mujer” con estas palabras, expresadas por una mujer Nasa del territorio de Yaquivà, zona Tierradentro, Asociación Juan Tama, empezamos este escrito en el que queremos contarles, sobre la organización y lucha que las mujeres en esta zona vienen dando, desde la formación política, para la defensa de la vida.

La Asociación Juan Tama, está compuesta por ocho territorios (seis resguardos y dos cabildos) en tres de ellos, San Andrés, Calderas y Yaquivà, están conformados los consejos de mujeres, los cuales surgen  a raíz de los feminicidios presentados en la zona.

“En el territorio de San Andrés, tras el asesinato de Sandra Liliana Pencue, las mujeres empiezan a organizarse, a pesar que allí ya habían llegado los procesos de formación del CRIC, al igual que en Calderas, tras la violación y asesinato de Teresita, después de salir de un espacio de integración.

En el territorio de Yaquiva, se crea el consejo de mujeres posterior al asesinato de la compañera Johana Parra León y sus dos hijos, a manos de su expareja (quien era guardia indígena) y a raíz de los celos, asesina y entierra a sus dos hijos en el resguardo de Yaquiva y al día siguiente, en la ciudad de Popayán, asesina a la compañera.

Estos consejos de mujeres se crean con el fin de acompañar los procesos de justicia para garantizar que los procesos de violencias hacia las mujeres no queden impunes. Los tres consejos se han formado por feminicidios, por la muerte de nuestras compañeras. Eso ha hecho que nos despertemos y que en otros territorios no queramos de que suceda eso”. Manifiesta la compañera autoridad con la que iniciamos este texto.

Las mujeres de la zona Tierradentro, Asociación Juan Tama, vienen impulsando distintos procesos de formación, uno de ellos fue el diplomado de herramientas Pedagógicas el cual se realizó con el fin de hacer incidencia en los ocho territorios, posterior a ello, se inició el espacio de formación política, en el cual participaron alrededor de 30 compañeras, mujeres que al igual que muchas han vivido la violencia y no han tenido justicia.

El reunirse en círculos de la palabra les ha quitado el miedo a expresarse, les ha permitido encontrarse para romper el silencio y empezar a hablar de lo que les duele, para así, ir sanando las marcas que la violencia ha dejado sobre ellas.

Las mujeres en estos territorios hablan con libertad y con toda la seguridad que representa a una mujer indigena. En su lenguaje y convicción está el NO normalizar las violencias, y hablan con mucha fluidez frente al tema de los derechos sexuales y reproductivos, un tema que por mucho tiempo ha sido vetado en las comunidades y que su desconocimiento, ha llevado a naturalizar muchas conductas que atentan contra nuestros cuerpos.

Tal como lo manifiesta una compañera “Se ha naturalizado las violencias a raíz el desconocimiento, porque muchas de las mujeres han sido sometidas a tener relaciones con el esposo por el solo hecho de ser esposo cuando ellas NO desean tener relaciones. Hemos logrado de que ellas empiecen a conocer de que si nos obligan a tener sexo, es violencia sexual”

Estos espacios de encuentro, en donde se tejen pensares y sentires desde la mujer, han sido claves para el empoderamiento de las mismas ya que cada una, tiene una historia que contar, la cual alberga abusos por parte de familiares, amigos y conocidos, que no son fáciles de hablar en su momento, ya que existen muchos miedos; situación que ha ocasionado, que los hechos violentos queden impunes. Sin embargo, el tejer la palabra entre mujeres ha generado espacios de confianza y de debate dentro de los territorios, que toca seguir dando.

Del proceso que adelantan no solo las mujeres de la Asociación Juan Tama, sino de los distintos territorios, queda solo una cosa clara y es que no podemos hablar de autonomía si dentro de nuestros procesos, hay machismo y patriarcado, así que debemos mirar desde adentro, organizar la casa y desde el sentir de quienes dan vida, empezar a hacerle frente a todas esas conductas que desarmonizan nuestros territorios.

Por: Programa de Comunicaciones del-CRIC

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