Comunicado Público

Desde el sentir como mujeres indígenas del CRIC, no unimos nuevamente entre todas y nos solidarizamos con la familia y la comunidad de la compañera Carmen Cecilia Cometa Casamachín, de la vereda Vichiqui municipio de Toribio- Cauca, a la que este sábado 26 de diciembre le quitaron las fuerzas para seguir luchado y apagaron su voz, con la que pedía a gritos ¡no más!, pero nunca corrió con la suerte de ser escuchada, ya que para las mujeres hoy en día ser escuchadas es correr con suerte.

Tras varios tratos de agresión contra la integridad de Carmen Cecilia Cometa Casamachin, se había separado para evitar más dolor en su vida y sus hijas. Sin embargo, el agresor Jose Gian Pechene perteneciente al resguardo de Tacueyo no tubo límites ni reservas para cumplir su cometido. Incluso pasando por encima de las autoridades mujeres que ejercían el control para la detención, quien agredió con machete a la compañera Teresa meses antes, quién para entonces ejercía como coordinadora de mujeres del Municipio de Toribio, mientras se le detenían, dejándole daños contundentes en su mano en meses pasados. Después de estos hechos el agresor se voló, según comunicación de la comunidad, situación que le permitió la libertad para ir contra la vida de Carmen Cecilia Cometa Casamachin en su casa de residencia.

Las agresiones contra las mujeres en los territorios no pueden ser menospreciados y aplazada su justicia.

Pedimos a las autoridades propias con la mayor celeridad trazar acciones de urgencia para dar con el paradero del agresor y se ejerza la justicia justa para que la vida de Carmen no quede en la impunidad, como ejercicio de protección a otras mujeres que se exponen al riesgo como lo sucedido con Teresa cuando ejercía como coordinadora de mujeres del municipio de Toribio.

Así mismo, convocamos a las autoridades de la justicia ordinaria para que coadyube en coordinación con la jurisdicción indígena para generar políticas de protección a las mujeres en riesgo de feminicidios en su debido tiempo y con medidas efectivas.

También llamamos la atención por los actos de desarmonización que se cometió en el resguardo de Caldono, ya que no solo nos matan de manera física, sino que también lo están haciendo de manera espiritual, donde las tulpas de pensamiento que reconocemos como mujer también las están atacando, tratando de acabarlas y dejándolas en cenizas, es indignante y nos causa dolor la manera en como nos atacan en como no quieren que sigamos hablando y denunciando a nuestros agresores.

Nos sentimos indignadas por cada mujer que callan para siempre, con cada madre, a la que su agresor no tiene en cuenta a sus hijos e hijas, que quedan desprotegidos y sin que ella les pueda seguir brindado esa compañía y ese amor que como hijos siempre nos hace falta, es por eso que hoy decimos NO MAS FEMINICIDIOS, NO MAS VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES, VIVAS NOS QUEREMOS.                    

MUJERES INDÍGENAS DEFENDIENDO LA VIDA Y PROTEGIENDO EL TERRITORIO

Popayán, 28 diciembre 2020

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