Se volvió común en el Cauca, que continuamente los medios de comunicación masiva estén fomentando rumores apoyados en informes parciales dados por las instituciones del Estado, funcionarios públicos o candidatos de los partidos tradicionales, mediante los cuales se relaciona a los indígenas con el conflicto armado o se fomenta la idea de disputas entre pobres del campo, haciéndolas aparecer como conflictos inter-étnicos.

Dicha técnica, que en Colombia hizo práctica el expresidente Uribe cuando relacionaba la actividad de defensoras y defensores de los derechos humanos con grupos al margen de la ley, y que la gran prensa muestra como un asunto de expertos, destacando nombres como los de J. Obdulio y J.J. Rendón, no deja de ser un asunto de violación de los derechos humanos, pues no solo afecta el buen nombre de las persona y organizaciones sino que coloca en riesgo su actividad, más, cuando se estimula el racismo y promueve el rompimiento de la convivencia social. Un ejemplo de ello lo tenemos en la nota del 17 de julio de 2011, cuando el Periódico El Liberal relacionó la “arremetida de las Farc en siete poblaciones del departamento del Cauca”, con un comentario de Hernando José Gómez, director del DNP, aseverando que “…La situación se complica aún más por la alta presencia de población indígena que habita el 30% de los 31.200 km cuadrados del departamento”, expresión que coloca a los indígenas como el principal inconveniente para desarrollar los 10 megaproyectos que el gobierno nacional busca adelantar en esta región del país.

Lo que queda claro en estas notas periodísticas es hacer ver a los indígenas como actores del conflicto armado. Dicha doctrina tiene sus principales impulsores en el gobierno nacional y en sus voceros institucionales, como el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, quien afirmó en un medio sonoro nacional que “…En el Cauca hay una integración entre comunidades indígenas y grupos guerrilleros, lo cual genera el problema de orden público” (09-06-2011 www.rcnradio.com).

El colmo de esta técnica lo muestra la campaña publicitaria del partido liberal colombiano, tal vez diseñada por J. J. Rendón, de quien se dice es el publicista de Juan Carlos López Castrillón, candidato a la gobernación del Cauca, cuya base son los avisos de prensa que fueron publicados en el periódico El Liberal, uno el domingo 9 de octubre de 2011, donde en página entera aparecen fotos y recortes informativos que destacan una toma de la carretera Panamericana, bajo los títulos “¿asi es que quieres al Cauca?”, y otro el 16 del mismo mes cuyo título reza “para que el Cauca nunca mas vuelva a ser asi”, dirigidos claramente contra el candidato de la ASI, movimiento de ascendencia social, especialmente indígena. Dichos avisos han servido de sustento a cometarios y editoriales de periodistas de la región, quienes, asumiendo como verdades las invenciones propagandísticas del partido liberal caucano, estimulan su racismo en entrevistas contratadas con el candidato Luís Carlos López Castrillón, quien agrega que el CRIC está detrás de la ASI y que él no permitirá que el Cauca se convierta en un gran resguardo.

Como puede observarse, en su última cuña radial, el partido liberal, insiste en estimular el racismo al señalar que no se debe votar por el candidato de la ASI porque detrás está el CRIC; proscribe el derecho constitucional a la movilización y a la protesta social y desconoce la historia departamental, al tergiversar la realidad caucana, pues el CRIC, sin rechazar lo realizado por el campesinado del Cauca en noviembre de 1999, no hizo parte de ese importante proceso de movilización.

Es claro que lo realizado por Luís Carlos López Castrillón, usando los medios de información masiva, a través de “campañas sucias” entrega argumentos a los violentos y atenta contra la efectividad del voto, pues al responsabilizar a los indígenas de todas las desgracias que sufre el departamento, distrae la situación de crisis administrativa que vive el Cauca debido a la corrupción, el clientelismo y la ineficiencia institucional que ellos mismos han propiciado. Este estilo es claramente un delito electoral pues manipula la voluntad electoral y está dirigido a afectar el buen nombre de los procesos, especialmente los de cobertura CRIC, así como del movimiento ASI, desbordando los principios y límites de la ética publicitaria. Todas estas notas informativas denotan una gran sentido de irresponsabilidad, desconocimiento periodístico, perversidad ideológica y ausencia de controles institucionales que garanticen el buen nombre de los procesos y mantengan la convivencia social, que al decir de Camilo González Posso “…En medio de la virulencia de estos debates se atrincheran posiciones y se anuncian preparativos para próximas confrontaciones que si no se previenen con políticas de fondo y ágiles conversaciones van a alimentar el clima de guerra que ya esta incendiando al departamento”.

La Consejería Mayor CRIC considera que las expresiones institucionales, igual que los manejos irresponsables de publicidad elaborados por la campaña publicitaria del partido Liberal colombiano, que promueve a Juan Carlos López Castrillón a la gobernación del Cauca, y las afirmaciones periodísticas emitidas principalmente por Radio Super y el Periódico El Liberal, deben ser investigadas de oficio por los organismos de control del Estado e identificar las responsabilidades de cada uno de dichos actores, pues pueden, como ya ha sucedido, generar situaciones de alteración de convivencia social, colocando en riesgo la integridad física de las personas y el trabajo de los procesos organizativos, ya que están fomentando el odio entre sectores sociales, dando un tratamiento discriminatorio a la diversidad étnica y cultural de la región y jugando con una de las necesidades más sentidas en el Cauca por indígenas, campesinos y afros: la tierra.

CONSEJERÍA MAYOR

CONSEJO REGIONAL INDÍGENA DEL CAUCA –CRIC-

Popayán, octubre 27 de 2011

 

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