Fotografía de: https://www.telesurtv.net/bloggers/Nuestra-hermana-lenca-Berta-Caceres-resucito-en-los-pueblos-de-Abya-Yala-rebelde-20160305-0003.html
El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), se fundó el 27 de marzo de 1993, para defender los territorios y mejorar las condiciones de vida del Pueblo indígena Lenca, en Honduras y tal como lo describen, es una organización social y política, de carácter indígena, sin fines de lucro, con tres pilares de lucha fundamentales: el anticapitalismo, el antipatriarcado y el antiracismo.
La lucha organizada del COPINH, en busca de la justicia, del reconocimiento y defensa del territorio y de los derechos de los pueblos indígenas en Honduras, es un referente bastante importante para las organizaciones sociales e indígenas del Abya Yala.
Berta Zuñiga, actual coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), nos cuenta de la lucha y resistencia que, junto a su pueblo, ha abanderado a partir de muchos dolores y rabias, en donde conoceremos las luchas que se están dando en los distintos territorios por la libertad de la tierra, una lucha que sin duda nos junta a todos y todas.
A continuación, les compartimos la transcripción de una entrevista realizada con la compañera Berta Zuñiga Cáceres, actual coordinadora del COPINH, hija de la lideresa Berta Cáceres, quien fue asesinada el 03 de marzo del 2016, por oponerse al proyecto hidroeléctrico Agua Zarca de la empresa Desarrollos Energéticos S.A (DESA), cuyos dueños son la familia Atala Zablah, una de las siete familias más poderosas en Honduras, quienes poseen acciones en instituciones financieras, equipos de futbol, inmobiliarias y otras empresas.
Fotografía de: https://www.radiotemblor.org/copinh-denuncia-urgente-ante-el-asesinato-de-berta-caceres/
Berta: “El pueblo Lenca es un pueblo ancestral, el más numeroso que tiene Honduras, en donde también ha habido un proceso de colonización y recolonización muy fuerte por haber hecho resistencia directa a la colonia española, todo el avasallamiento que ha habido es muy fuerte y a pesar de estos más de 500 años de invasión, ahí estamos y continuamos con esa lucha y todavía tenemos nuestra memoria como pueblo.
Hemos estado conversando de la lucha de los pueblos indígenas y creo que es muy similar a las realidades que nosotros tenemos, donde hay primero, una negación territorial de las comunidades.
En el pueblo Lenca, ha sido una gran batalla el reconocimiento por parte del estado para evitar la invasión de el mismo (el estado), al igual que la invasión de empresas trasnacionales en nuestros territorios.
Desde el golpe de estado que vivió Honduras en el año 2009, hemos vivido un masivo concesionamiento (sobre todo en los ríos del pueblo Lenca, para la generación de energía a través de proyectos hidroeléctricos) y nosotros estamos denunciando que esas concesiones se dieron sin el permiso de las comunidades, sin que pudiéramos decidir sobre eso”.
La compañera Berta, nos cuenta que Honduras es un país de mucho autoritarismo y exclusión, por ello también el COPINH, viene luchando por el proceso de democratización.
“Hoy tenemos un nuevo escenario político que no nos permite descansar, sino que también ha sido mas trabajo, para tratar de comprometer a que este nuevo gobierno, priorice las grandes demandas que hemos tenido como organización”, menciona la compañera y resalta “las luchas no son fáciles, no terminan tampoco en un escenario político popular, porque los intereses económicos están ahí, son muy fuertes, tienen mucho poder y eso se reafirma constantemente”.
Las problemáticas claramente son el tema de las hidroeléctricas, han dado concesiones, han vendido el territorio acá hay luchas muy similares, amenazas muy similares, porque con el tema de desarrollo se han metido a las comunidades.
“Cada vez que llega un proyecto, también llegan las fuerzas de seguridad del estado resguardando los intereses empresariales, se fomenta el crimen organizado y realmente se descomponen las comunidades, por eso es muy importante que las comunidades y los pueblos, no demos cabida a esos proyectos, porque una vez que se instalan son violencias, tratan de corromper a las comunidades, se generan divisiones, rupturas de lo que nosotros llamamos los tejidos sociales que construyen a las comunidades. Al final son un montón de autores dentro de los territorios de los pueblos indígenas los que están contribuyendo al saqueo y al despojo de nuestros territorios”.
¿A raíz de todas estas amenazas hubo escenarios de dialogo con el gobierno?
“Para nosotros fue muy importante poner nuestras demandas en esa agenda de gobierno, sin embargo a pesar de que se ha mostrado una apertura, que primero es un gran avance (porque bajo todo el golpismo, desde el año 2009, ha sido espantosa la violencia, represión y estigmatización a la lucha del COPINH), se muestra un respeto, un reconocimiento a la lucha del COPINH, sin embargo, más allá de eso todavía no hay algo que digamos: que ya vemos lo concreto, que si se está avanzando y se va a cumplir, entonces, sabemos que no va a ser fácil, pero ahí seguimos luchando, en primer lugar por la cancelación de la concesión del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, que de las 51 concesiones que se dieron en nuestros territorios, ha sido el ejemplo del despojo y a la que también se ha habido una resistencia muy fuerte. Todavía no tenemos una respuesta concreta, sobre eso.
Dicen que hay dificultades, que es un tema legal y sabemos que hay una apuesta por parte de la empresa, es una concesión que va para 50 años, entonces nos toca seguir en la lucha”.
Fotografía de: https://www.bbc.com/portuguese/internacional-44320551
Hablemos de la lucha de Berta Cáceres, dejando en claro que la lucha de la compañera es un referente muy grande a nivel internacional, ella venia resistiendo en contra de estas hidroeléctricas, en contra de todos esos proyectos de despojo.
“Berta Cáceres, era coordinadora general del COPINH, y desde esa función acompañaba a las comunidades que ya habían decidido hacer valer sus derechos, hacer que se respete la decisión, como en el caso de la comunidad de Rio Blanco (que es una de las 65 comunidades organizadas al COPINH, para defender el derecho territorial y los derechos integrales del pueblo Lenca), determinó no permitir la concesión, se dijo y se denunció legalmente. No se escuchó, entonces se bloqueó la carretera para que no pasara la maquinaria, vino toda la represión militar, policial, la seguridad privada de la empresa y se desato una ola de persecución y judicialización.
Berta Cáceres, antes de ser asesinada, fue procesada en dos oportunidades por parte de la empresa por coacción y usurpación, o sea, nosotros ahora usurpamos nuestros territorios según estas empresas.
Ella tenía medidas de protección como muchos lideres y lideresas de los territorios y es demostrar cuanto fracasan esas medidas porque en realidad no están construidas para la protección de la vida y que también el mismo estado de Honduras, cuando ocurrió su asesinato, se excusa diciendo “que ella no dio la dirección de donde estaba y que por eso no le patrullaron ahí” entonces tenemos que ver como protegemos la vida, que en el caso de ella no fue posible.
Continuamos luchando por lo que ella luchaba, que no ha sido fácil porque el asesinato de una persona que ha sido tan importante y un liderazgo que se construye durante años, con claridad, con aceptación y beligerancia en todas las comunidades Lenca, pues no es fácil.
Fue un momento muy crítico, muy duro en donde nosotras decidimos luchar por la justicia y que este proceso empujara las demandas históricas de respeto a los territorios, del cese a la violencia, la expulsión de estas empresas que han tenido todo el permiso y la venia del estado de Honduras”.
Fotografía de: https://copinh.org/2016/09/agua-zarca-instituciones-financieras-y-su-responsabilidad-directa-en-el-asesinato-de-berta-caceres/
¿Cómo ha avanzado el caso de Berta Cáceres?
“En un primer juicio logramos que fueran encontradas culpables siete personas que fueron los gatilleros, los autores materiales, un gerente de la empresa y un mayor de las fuerzas armadas (que incluso es instructor de la policía militar del orden público). Luego nosotras empezamos una campaña muy fuerte diciendo “que la lucha inició no por los autores materiales, sino por los empresarios que son los ricos, que son los que tienen el poder, los que ordenan, los que pagan”. En eso logamos la detención de David Castillo, presidente de la empresa Desarrollos Energéticos (DESA), quien además, es un exmilitar y exfuncionario del estado porque trabajo en la empresa nacional de energía eléctrica de Honduras, que aparte, la compañera Berta Cáceres, antes de ser asesinada, siempre lo nombraba, lo señalaba diciendo “este hombre me esta persiguiendo, me esta haciendo inteligencia, me ha querido sobornar ofreciendo cosas, proyecto para las comunidades a cambio de que desistamos de esta resistencia”. En el año 2021 logramos que fuera encontrado culpable como coautor del asesinato, y aún así no es él quien toma las decisiones, es una familia (Atala Zablah), tres hermanos quienes son los accionistas mayoritarios de la empresa Desarrollos Energéticos (DESA), quienes son de la oligarquía de Honduras. Estamos batallando para que los hermanos Atala Zablah, que son los accionistas mayoritarios, puedan ser investigados”.
Ahora estás a la cabeza de la lucha que llevaba Berta Cáceres, venís caminando todo eso ¿cómo ha sido esa responsabilidad, no solo por buscar justicia en nombre de tu madre, sino también buscar justicia por tu pueblo, comunidad y territorio?
“No es algo fácil. El compromiso de organizar las comunidades, de sostener y fortalecer estos procesos, no es fácil, pero yo asumí ese cargo un poco en la condición de que es una responsabilidad que es de toda la organización, una responsabilidad colectiva, que no se trata de la voluntad de cuatro o cinco personas, tiene que ser una voluntad del pueblo, entonces ahí estamos luchando por fortalecer la organización comunitaria, por fortalecer la autonomía.
Para mi estar aquí también es un gran aprendizaje, de ver como otras comunidades ejercen su autonomía del territorio, como se organizan; yo pienso que eso también nutre para fortalecer esa decisión de que ese es el camino y esa es la ruta que debemos seguir.
No es fácil, también es un proceso complejo, porque vivir una muerte violenta es algo que no se puede explicar, pero también es bonito cuando se mira que es un pueblo y no una sola, sino que esta mucha gente comprometida y que lo que se ha logrado hasta ahora y que para Honduras es algo sin precedentes es por eso, porque somos muchas personas exigiendo la justicia y eso le da una fortaleza tremenda para los procesos.
Nosotras siempre decimos, la justicia por la justicia para Berta Cáceres, no tiene sentido, debe ser más grande, hablar de los derechos de los pueblos, de cómo nos asesinan, de la impunidad de las empresas, de la violencia del estado y eso es lo que nosotros queremos trasladar con esta causa”.
Fotografía de: https://berta.copinh.org/category/caso-fraude/
Esta es una forma de hacer un trueque de conocimientos, de territorios, de dolores, de rabias, de luchas y como decía Berta Cáceres, de esperanza, en donde queda claro y es fundamental no dejar que estas muertes sean en vano, por eso se hace necesario que las luchas sigan organizadas, que no se dejen engañar y, sobre todo, que no tengan precio para que no las compren.
En memoria de Berta Cáceres, de las muchas mujeres lideresas y lideres asesinados, nuestros procesos seguirán caminando la lucha por la defensa de la vida y el territorio, enunciada de distintas formas, en distintas lenguas, a sus modos, pero que finalmente nos juntan en una sola.
Por: Programa de comunicaciones CRIC.