Nos encontramos haciendo memoria en el marco de la exigencia de los derechos, no es la primera vez que nos movilizamos, esta lucha no ha sido nada fácil, hemos sido víctimas de atropellos por parte de la fuerza pública, dejando escrito en la historia a muchos compañeros heridos, amenazados, incluso asesinados. Hoy hablamos de derechos, los cuales el Gobierno Nacional debe garantizar, sin embargo casos como el de Tumaco, Kokonuco y el de las movilizaciones de años atrás en el Cauca, deja en evidencia las actuaciones del ESMAD por fuera de la ley.

La lucha por el territorio nos conduce en un mismo caminar, queremos vivir libres y que germine la vida de nuestras generaciones, pero no hay garantías de cuidado y acceso a la tierra, dejando en riesgo la destrucción de nuestros sueños, pues la tierra es poca y la comunidad ha crecido.

Hablamos de paz pero nuestros territorios siguen siendo invadidos y secuestrados por las grandes empresas multinacionales, nuestros comuneros siguen siendo amenazados y asesinados por defender la madre tierra y a quienes la habitamos, entonces hablar de paz para los pueblos no significa solo la terminación del conflicto armado, la paz que anhelamos es la tranquilidad y la armonía con nuestra madre tierra, de esa manera seguiremos construyendo lasos de unidad y autonomía para la pervivencia de los pueblos y del planeta.

Avanzar en la exigencia de los derechos de nuestros pueblos es el motivo que nos convoca nuevamente a este espacio, para recordarnos nosotros mismos los más de mil acuerdos que han sido incumplidos por los distintos gobiernos.

La invitación a la comunidad es estar atentos y de no perder la fuerza, mantener la unidad y la solidaridad entre las comunidades que se movilizan.

Esta lucha no es de uno, es de todos, es de muchos.

Por: Programa de Comunicaciones CRIC

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