Programa de Comunicaciones CRIC

El gris oscuro de las nubes que se extienden sobre la selva húmeda tropical en la Baja Bota Caucana en los municipios de Santa Rosa y Piamonte y la suave brisa que desciende de la Serranía de los Churumbelos indican que el verano del que se disfrutó por algún tiempo está por terminar.  Ese color de la tarde con la compañía del cantar alegre de una gran variedad de aves, el correr de las hormigas arrieras con su carga de hojas hasta sus hormigueros indican, según los mayores de la región, que en un periodo corto de tiempo llegará la temporada invernal que traerá alegría a quienes cultivan la tierra y preocupación para quienes prestan el servicio de transporte o se deben desplazar con cargas en caballo por los escarpados caminos.

El matiz de las aguas con hojas secas flotando y el comportamiento inusual del torrente de ríos como el Mandiyaco, el Caquetá, el Cascabel y sus afluentes anuncian que en poco tiempo habrá una creciente que supera los límites normales y que puede ocasionar daños a los cultivos de las chagras o a las viviendas que se encuentran en las riberas. Estos cambios recuerdan las historias del día en que las aguas del Mandiyaco se llevaron el puente que comunica a los resguardos de Mandiyaco y Santa Marta, destruyendo a su paso cultivos en la parte plana, además del día que el río Caquetá arrasó con lo que encontró a su paso en Tandarido y hasta el día que las aguas del río Mocoa destruyeron buena parte de la ciudad capital del Putumayo. Esta es la forma de comunicación de los comuneros con la madre naturaleza, la cual, les brinda la información suficiente permitiéndoles prepararse para afrontar las dificultades que se puedan tener, o también para recibir con ánimo las alegrías que se avecinen.

En esta región hay otros mecanismos de comunicación, como la que se hace con los espíritus mayores o los seres invisibles de la naturaleza a través de los médicos tradicionales que los pueblos Yanacona e Inga le denominan Yachas o Taitas mientras que el pueblo Nasa lo hace con los The wala. Esta comunicación se hace con el apoyo de plantas como la coca, el tabaco o el Yagé y permite viajar al pasado, llegar al presente y proyectar los nuevos tiempos, así como para la curación de enfermedades y la armonización del cuerpo y el alma. Estos conocimientos en comunicación sobrenatural como dicen en occidente se han ido transmitiendo de generación en generación y lo hacen quienes son seleccionados por los mayores al recibir la señal que les den los espíritus mayores. Esta ciencia de la comunicación no se aprende en las universidades u otro tipo de establecimientos de formación, se aprende en el quehacer diario, en el diálogo con los animales y las plantas, y en ese acercamiento que se tienen con los espíritus de quienes marcharon a otro espacio.

En este campo se mantienen las formas de comunicación como el voz a voz, el cacho para llamar a la reunión, los mensajes escritos como las cartas llevadas personalmente hasta su destinatario, y en algunos casos con equipos de sonido, especialmente en los centros poblados. Esta situación ha ido cambiando con la llegada de lo que llaman el “desarrollo” por medio de avances tecnológicos como el uso de la grabadora digital, las cámaras de fotografía y video, los equipos móviles de comunicación celular con diferentes aplicaciones, el computador y demás herramientas que han permitido agilizar el proceso comunicativo. Estas herramientas comunicativas llegan a las manos de los comuneros sin ninguna información en el tema y por lo tanto no se les ha dado un adecuado manejo y en consecuencia en algunos momentos antes que contribuir a fortalecer la organización en el orden local, zonal o regional se convierten en formas de hacer daño por informaciones no confirmadas o la emisión sin el respectivo análisis. En la carrera desenfrenada de las empresas que ofrecen estos servicios el cambio de los mismos se adelanta en forma muy rápida y toma casi que de sorpresa a la gente del común que también corre a la misma velocidad para adquirir esos adelantos sin tener en cuenta las afectaciones económicas donde todos queremos tener lo mejor que ofrecen los mercados.

Programa de Comunicaciones CRIC

Es a partir del proceso de conformación de la Asociación de Cabildos indígenas de los municipios de Santa Rosa y Piamonte cuando se empieza a hablar del tema y a explorar las posibilidades de conformar un equipo que se ocupe del registro y la difusión de las actividades que se desarrollan en todo el territorio de acuerdo al querer de la comunidad. No se cuenta con el personal con la formación requerida pero sí con mujeres y hombres llenos de entusiasmo, y es así como se define la creación de un equipo de personas que tendrían esta tarea emanada de sus autoridades, quedando un equipo integrado por jóvenes de los distintos resguardos que tienen como tarea inicial la de capacitación sobre el manejo de las nuevas tecnologías de la información.

El colectivo se ha venido fortaleciendo mediante la participación en los eventos que organizan las autoridades ancestrales donde se adquieren los conocimientos en la parte política organizativa, así como en las escuelas de formación convocadas por el Programa de Comunicaciones del Consejo Regional Indígena del Cauca. En este camino el colectivo también ha tomado parte activa en la realización de la Minga del arte, culturas en comunicación, tanto en el orden zonal como en el regional donde han hecho los aportes en el registro audiovisual y su difusión tanto al interior de las comunidades como hacia afuera a través de las redes sociales.

El acompañamiento de la organización regional, como resultado de los acuerdos en diferentes movilizaciones, ha permitido la dotación de algunas herramientas de la tecnología como un computador, un drone, una cámara fotográfica, y una grabadora, herramientas que el colectivo de jóvenes viene ya sabe cómo manejar. En primer lugar, lo más importante es el gusto que los jóvenes tienen por la comunicación y en segundo lugar, es el interés por tomar parte activa en el proceso de formación que se ha podido realizar tanto en los sitios cercanos a los centros poblados como en las regiones más apartadas de su geografía con un aspecto a su favor y es el contar con el acompañamiento de las autoridades tradicionales.

Ahora, el reto es la formación de más comuneros en este campo a través de las instituciones educativas o la Guardia indígena, logrando que otras personas se interesen por la comunicación e ingresen a nuestra Universidad indígena para adelantar estudios en el programa académico de Comunicación Propia Intercultural y seguir gestionando los recursos para hacer de este pequeño colectivo un gran grupo para que lo que pasa en la Bota caucana se conozca en otros escenarios del orden regional, nacional e internacional.

En medio de la tecnología, luces, cámaras y grabadoras mientras observan las aguas del caudaloso río Caquetá consideran que, si bien es cierto, ya cuentan con sus herramientas, no pueden olvidar lo que aprendieron de los mayores y es el entender el comportamiento y la información que nos brinda la naturaleza.

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