Cartagena de Indias, abril 12.- Las propuestas centrales de los pueblos indígenas para enfrentar el cambio climático fueron expuestas por Miguel Palacín Quispe, Coordinador General de la CAOI, en la jornada de hoy de la IV Cumbre de Líderes Indígenas de las Américas. El dirigente participó también en la instalación de la Cumbre de los Pueblos. 

Durante su exposición, Palacín Quispe destacó que el Abya Yala, nombre originario de América, es uno de los continentes que alberga las mayores zonas de biodiversidad y agua. En él habita también una de las mayores poblaciones indígenas del planeta: 50 millones de personas de más de 400 pueblos indígenas. En particular, en los Andes Centrales y Mesoamérica vive el 90% de los indígenas americanos.

En el Abya Yala están siete de los 17 países más biodiversos del planeta: Venezuela, Perú, México, Ecuador, Colombia, Brasil y Estados Unidos. Solo el Perú tiene 84 de las 114 zonas del mundo identificadas por su mayor biodiversidad. El 90% de todos los glaciares tropicales del mundo están en los Andes, lo cual hace indispensable protegerlos, porque solo el 2,5% del total de agua del planeta es agua dulce y el 68% de esa mínima cantidad está en los glaciares.

Perú y Colombia, dos de los más biodiversos, están también entre los países con mayor vulnerabilidad a los impactos del cambio climático. Los desastres naturales ocurridos en los países andinos entre los años 1970 y 2007 se saldaron con 125.000 muertos, 8,5 millones de personas damnificadas y 28 millones de afectadas, así como 380.000 viviendas destruidas. Durante esos 37 años se registraron 57.000 desastres de diversa magnitud como sismos, inundaciones, deslizamientos e incendios, entre otros fenómenos.

Propuestas para Río+20

El Coordinador General de la CAOI reiteró que los pueblos indígenas tenemos una milenaria experiencia en la adaptación a los fenómenos climáticos naturales. Y actualmente, con el cambio climático producto de la acción humana, sabemos también enfrentar sus consecuencias desde nuestros conocimientos tradicionales y las circunstancias que nos impone la modernidad. Cambiamos los pisos ecológicos, las fechas de siembra y cosecha, rotamos los cultivos.

En el punto central de su exposición señaló que en el proceso hacia Río+20, se está discutiendo el Borrador Cero del documento que aprobarán los Estados en la Conferencia. Los pueblos indígenas hemos consensuado propuestas y aportes para este documento, entre los que destacan:

Pilar cultural: Reconocimiento de la cultura como cuarto pilar del desarrollo sostenible. La diversidad natural y la diversidad cultural están íntimamente ligadas y deben ser igualmente protegidas. Exigimos un enfoque holístico del desarrollo sostenible que guiará a la humanidad para vivir en armonía con la naturaleza. Esto significa reconocer y profundizar la visión holística del Buen Vivir como un modelo que respeta todas las formas de vida. En este marco, la interculturalidad debe ser un eje transversal de todos los programas de erradicación de la pobreza y elevación de los índices de desarrollo humano: educación, salud, vivienda, etc.

Estándares de derechos: Reconocimiento de la Declaración ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y el Convenio 169 de la OIT como estándares de derechos para la implementación del desarrollo sostenible a todos los niveles. El consentimiento previo, libre e informado es el estándar aplicable en el proceso de desarrollo que afecte a los pueblos indígenas.

Derecho al territorio: Salvaguardar los territorios. Reconocimiento de la gestión tradicional de los pueblos indígenas de las cabeceras de cuencas, bosques, glaciares, zonas de alta biodiversidad. Compromiso de implementar medidas efectivas para la conservación de las fuentes hídricas, glaciares, páramos y cabeceras de cuenca; acordar acciones para garantizar tanto la seguridad como la soberanía alimentaria; e implementar políticas claras de bioseguridad.

Conocimientos tradicionales: Reconocimiento y compromiso de proteger los conocimientos ancestrales de los pueblos indígenas y a proteger sus sitios sagrados. La recuperación y protección de saberes ancestrales colectivos de los pueblos indígenas debe contar con las salvaguardas necesarias. Estos saberes no podrán ser violentados por ningún acuerdo normativo de protección de la propiedad intelectual a favor de empresas privadas. Y ninguna medida de protección de la propiedad intelectual debe ser un obstáculo para la transferencia de tecnología.

Patentes y acceso a la tecnología: Compromiso de crear sistemas internacionales especiales de patentes para los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas. Compromiso de los Estados y de las agencias internacionales de cooperación de fortalecer las capacidades y dar acceso a los avances tecnológicos a los pueblos indígenas y las comunidades locales.

Educación: Recuperación de los conocimientos ancestrales de los pueblos indígenas y compromiso de incorporarlos en el sistema educativo, para que formen parte de los currículos en todos los niveles educativos y avanzar en una educación intercultural que acerque a todos los sectores sociales, reivindique las identidades y promueva una relación armoniosa entre todas las culturas.

Derechos de la Madre Tierra: Compromiso de trabajar para que la Asamblea General de las Naciones Unidas debata y adopte una Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra. Esto debe ser vinculado a la creación de un Tribunal Internacional de Justicia Climática que sancione las violaciones a los Derechos de la Madre Tierra.

Mujeres indígenas: Incorporar la visión de mujeres, de la infancia y de la juventud de forma transversal en todos los programas de desarrollo sostenible y economía verde. Incluir el reconocimiento de la mujer indígena como transmisora de los saberes indígenas a través de la lengua materna. Hacer explícitos los efectos del cambio climático para la mujer (migraciones, más responsabilidades) y acordar medidas para afrontar estos problemas. Asimismo, garantizar el derecho al acceso a los territorios de las mujeres para asegurar la supervivencia de los pueblos.

Buen Vivir: Alberto Einstein decía que no es posible crear nuevas idea aferrándonos a las viejas. Y Leonardo Boff plantea regresar a la raíz del problema, desencantar al mundo de la modernidad y que caiga la confianza ciega en la ciencia y la tecnología. No es un problema técnico sino ético y político. Hay que volver los ojos a la Madre Tierra, verla como algo sagrado, tratarla con respeto. Ese es el aporte fundamental de los pueblos indígenas y sus organizaciones: la profundización del Buen Vivir como alternativa al cambio climático y la crisis de civilización.

Cumbre de los Pueblos

Hoy se instaló también la Cumbre de los Pueblos, con la participación de representantes de los movimientos sociales de todo el continente americano. Su vocero, Enrique Daza, señaló la importancia del compromiso social de este encuentro, en particular para la articulación de los sectores populares de la región.

Miguel Palacín, Coordinador General de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), destacó el rol que vienen desempeñando los diversos sectores sociales en la disputa política por la implementación de un modelo económico alternativo. “Estamos en una disputa por una política distinta de derechos que reivindica el buen vivir”, dijo Palacín.

Por su parte, Luis Evelis Andrade, Consejero Mayor de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), fue enfático en señalar que los tratados de libre comercio con Estados Unidos o Europa no pueden significar ventajas para ellos y desprotección de los derechos laborales y sociales para los países latinoamericanos que los suscriben.

Comunicaciones CAOI

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