La denominada III Cumbre Continental de Comunicación Indígena fue prácticamente secuestrada y desnaturalizada en su carácter de espacio propio de los procesos de comunicación indígena por un gobierno que se excedió en su afán protagónico y la usó para sus propios fines.
No se trató solo de la parafernalia del evento como carpetas, bolsos, credenciales, programas y otros materiales impresos —casi todos con la foto de Evo Morales o el logo del Ministerio de Comunicación— sino de aspectos más delicados y esenciales como el programa, la metodología, la conducción de las mesas y las conclusiones del evento.
El control de la agenda
Las organizaciones del Pacto de Unidad de Bolivia, que fungieron de organizadoras de la cumbre, el primer día del evento (martes 15) no conocían el programa y no podían dar razón del mismo.
El martes resultó así un día casi perdido por la decisión de que el evento se inaugure a las 6 de la tarde con la presencia del presidente Evo Morales Ayma. El mandatario llegó pasada las 8 de la noche. Todo un día largo de espera e inacción, salvo la feria de exhibición y venta de materiales de comunicación donde el gobierno desplegó el material publicitario de los ministerios.
Cuando el segundo día (miércoles 16) se conoció el programa impreso se observó que cinco ministros y viceministros del gobierno boliviano figuraban como panelistas. El miércoles Félix Cárdenas, ministro de Descolonización, Cancio Mamani, viceministro de Descolonización, y Gonzalo Vargas, viceministro de Autonomías.
El jueves David Choquehuanca, Ministro de Relaciones Exteriores y el viernes Marianela Paco Durán, ministra de Comunicaciones.
En representación de Ecuador también aparecía Ricardo Ulcuango, embajador de este país en Bolivia lo que despertó el rechazo de miembros de la delegación ecuatoriana.
Ellos cuestionaron que un espacio natural de los pueblos indígenas favorezca la presencia de un gobierno reñido con el movimiento indígena y denunciaron una colusión entre ambos gobiernos para manejar la cumbre en desmedro de la autonomía de los movimientos indígenas.
El programa excluía por completo cualquier informe o alusión a la Precumbre de Comunicación sobre Formación realizada en agosto de 2016 en Lima, con la participación de dos miembros estrechamente vinculados a la comisión organizadora de Bolivia. Tampoco ninguna mención a la Precumbre realizada en Colombia. .
Exclusión y caos metodológico
Una de las principales quejas expuestas a la comisión organizadora por miembros de la Comisión de Seguimiento Internacional fue la falta de consideración de la propuesta metodológica alcanzada en mayo de 2016 por organizaciones indígenas de Colombia.
La propuesta colombiana recibió el respaldo de la Comisión Técnica del Eje 3 sobre Formación que se reunió en Lima, Perú, en el marco de la Precumbre sobre Formación realizada en agosto, y que suscribió una carta que recomendó tomar la metodología en consideración.
El programa oficialista ignoraba por completo la propuesta alternativa y se verificó que otras instancias habían decidido la conducción de la cumbre y a pesar de la buena voluntad de algunos miembros por ceder sus particulares espacios de exposición el programa tenía una marcada orientación sectaria, excluyente y oficialista.
La propuesta originada en Colombia consistía en organizar la cumbre en cuatro momentos: el primero dedicado al contexto, el segundo al diagnóstico con cuatro ejes temáticos, el tercero dedicado a las propuestas con otros cuatro ejes temáticos y el cuarto para tratar el plan de acción y aprobar la declaración final.
Además de no excluir ningún tema de contexto relacionado a la comunicación indígena la propuesta alternativa permitía a los participantes la opción de intervenir, si así lo deseaban, en dos ejes temáticos.
El programa oficialista impuesto por el gobierno boliviano dividía a todos los participantes en ocho ejes temáticos paralelos y simultáneos, sin ninguna opción de retroalimentar los contenidos de una mesa con otras y excluyendo abordar los temas de contexto que eran esenciales para generar las propuestas.
Fue obvio que al gobierno no le convenía ni le interesaba evaluar ni reflexionar sobre las políticas de los gobiernos llamados «progresistas», las políticas extractivistas, los megaproyectos de infraestructura, y las políticas que debilitan la protección ambiental y vulneran los derechos de los pueblos y comunidades.
El desarrollo de la cumbre oficialista fue verdaderamente caótico. Algunos personajes designados a dedo para conducirlas nunca se presentaron. Este es el caso de Mónica Charole, responsable de Formación del CLACPI, que en el programa aparecía como presidenta de la Comisión de Formación.
Algunas mesas se instalaron con enorme retraso, los miembros y relatores de otras mesas desertaron al constatar la improvisación, la falta de respaldo para hacer un trabajo serio y abiertto, y sobre todo al percibir que todo estaba previamente decidido y que la presencia de los participantes era solo un pretexto para jusitificar el protagonismo presidencial.
Los anexos incompletos y desordenados que acompañan la declaración oficialista evidencian el caos general en que trabajaron las comisiones. Las consecuencias están a la vista. Los resultados de la cumbre oficialista son bastantes pobres de contenido y responden a una mirada gobiernista.
Solo mencionaremos como ejemplo el párrfo que señala: «defenderemos nuestros procesos de cambio y gobiernos progresistas (…) porque nos representan genuina, legal y legíitimamente, desde nuestras democracias más profundas» (parte segunda, párrafo tres).
También es preocupante la propuesta de «normar el uso de redes sociales para dar credibilidad de la información, enriquecer el debate público y mejorar la calidad de la democracia» (Programa de acción, punto 18) que refleja más un interés particular del gobierno que de la sociedad civil y los pueblos indígenas.
La recuperación del espacio propio
Miembros de la Comisión de Seguimiento Internacional intentaron durante dos días (martes y miércoles) llegar a un acuerdo con la Comisión Organizadora pero esta gestión fue infructuosa.
Fue imposible aun ven y desalentador tratar de entenderse con personajes como el tata Gregorio, de la Conamaq oficialista, para quien Evo Morales es un semidiós y el mundo se divide en quienes están a favor y en contra de él.
Los que se atreven a formular la más pequeña crítica a Evo son agentes de la derecha o del imperialismo, calificados como opositores políticos y en consecuencia enemigos. No hay punto medio.
Esta actitud maniquea resultó contraproducente para numerosos participantes, muchos de los cuales veían y ven con simpatía el gobierno de Evo Morales pero a partir de la experiencia actual se preguntan el porqué del desmedido afan por cooptar a las organizaciones y controlar el espácio público.
En este contexto miembros de la Comisión de Seguimiento Internacional decidieron abrir un espacio propio y alternativo en el que se puedan debatir temas ausentes y recuperar el espíritu autónomo de los procesos de comunicación.
El primer pronunciamiento suscrito por el espacio propio explica el contexto de la cumbre y las razones por las cuales se creó este espacio que se vio compelido a sesionar al aire libre, en el área destinada al comedor.
Sin micrófonos ni energía eléctrica prosperó el espacio propio el cual se organizó en tres momentos: contexto, propuestas y plan de acción con una participación que se fue incrementando y que no excluyó de antemano ningún tema.
Fue en el espacio propio en el que se pudo escuchar los problemas de los comunicadores en diversos países y censurar a los gobiernos y a sus políticas depredadoras. Fue así que se conocieron los problemas que atraviesan los pueblos y comunicadores en Argentina, Bolivia, Ecuador, Colombia, México y Perú, principalmente.
La mañana del jueves el espacio propio conoció de la agresión sexual sufrida por cuatro compañeras participantes de la cumbre quienes fueron atacadas por un sujeto boliviano que felizmente fue detenido y puesto en manos de la policía local. La agresión ocurrió en el Coliseo Evo Morales donde pernoctaban varias delegaciones.
Fue preocupante la actitud de algunos miembros de la Comisión Organizadora de Bolivia que no le dieron mucha importancia a la denuncia a pesar de su gravedad. Al parecer se trataba de un funcionario infiltrado que de manera extraña acusó a “un colombiano” de haberlo motivado a efectuar la agresión.
De la cumbre secuestrada al espacio propio liberado
En el espacio propio se vivió el auténtico espíritu de los procesos autónomos de comunicación que en diversos países defienden la Madre Tierra y el agua.
Aquí estuvieron las organizaciones luchadoras de Colombia como el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) y la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y otras organizaciones y delegados de este país quienes dieron una lección ejemplar de autonomía y consecuencia.
También la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador (Ecuarunari) y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), la consistente y numerosa delegación de la Red de Comunicadores Indígenas del Perú (REDCIP).
También la Coordinadora de Comunicación Audiovisual Indígena Argentina (CCAIA), Qhapaj Ñan y Radio UNSA por Argentina, instituciones de comunicación de México, Panamá entre otros países.
José Ignacio López Vigil, invitado por la comisión oficialista, se percató muy rápido del secuestro de la cumbre y resueltamente lo declaró en diversas entrevistas a medios locales como Voces de la Tierra, donde explica ampliamente las razones de su posición.
López Vigil se incorporó al espacio propio durante la jornada del día viernes hasta su culminación y estampó su firma en el pronunciamiento final.
El pronunciamiento y los acuerdos adoptados por el espacio propio liberado de la cumbre secuestrada son contundentes y ejemplares. No solo se solidariza con las luchas actuales emprendidas en diversos países, incluido Bolivia, sino que además marca un itinerario y una hoja de ruta para los próximos años.
En agosto de 2017 se realizará un encuentro de comunicación en el marco de la semana por la Liberación de la Madre Tierra que emprenden los hermanos del Cauca. Este evento será antesala de la VI Cumbre de los Pueblos que se realizará en noviembre del mismo año en Centroamérica.
Los hermanos de Ecuador ofrecieron organizar un evento preparatorio de comunicación durante el 2018 y la delegación de Perú un evento internacional el año 2019 en el Cusco. Todo estos eventos enmarcados en una estrategia de re-articulación entre los procesos nacionales de lucha por la defensa del agua y el territorio sobre la base de organizaciones legítimamente represenativas y los procesos de comunicación .
También se acordó impulsar una experiencia piloto regional de Escuela Itinerante en base a las experiencias de Colombia, Perú y otros países, con un marcado perfil de autonomía y no supeditado a los gobiernos estatales ni a ningun partido político.
No deje de leer el pronunciamiento del espacio propio que recoge el sentir de los procesos autónomos de comunicación de los pueblos originarios del continente:
Enlaces:
– Pronunciamiento final: a Cumbre es de los Pueblos. no de los Estados, 18 de noviembre, 2016 (PDF)
– Primer pronunciamiento del espacio propio, 17 de noviembre, 2016 (PDF)
Por Equipo de Redacción Servindi
Servindi, 22 de noviembre, 2016.-
Tomado de: servindi.org