¡BASTA YA!

La desarmonía crece, son ríos de sangre los que inundan nuestro territorio, ya ni siquiera se respetan los símbolos de la misión médica.

Hoy 1 de agosto, es atacada ambulancia que transportaba herido para recibir atención médica.

Las autoridades indígenas del Plan de Vida Proyecto Nasa, una vez más, alzamos nuestra voz de protesta frente a los hechos que afectan la armonía en el territorio. No somos ajenos a la realidad que continúa viviendo nuestro pueblo, desde tiempos inmemorables el objetivo ha sido destruir a la organización indígena, fuerza de la unidad comunitaria para la defensa de la vida, naturalmente en medio de todo este desorden el trabajo organizativo de los últimos 50 años de los pueblos indígenas del Cauca se ve afectado.

Como comunidad estamos haciendo todo lo posible por preservar la vida desde la unidad y el cuidado territorial, a pesar de todos los enemigos que han venido a hacer su guerra en nuestros territorios, vamos a perseverar con nuestro gobierno y nuestra cultura. Tenemos de nuestro lado la justeza de lo que estamos defendiendo: el derecho de gobernarnos por nuestras propias instituciones, la Madre Tierra que nos acoge y la paz para tod@s; es claro que los grupos armados no sirven para ninguno de esos propósitos.

El accionar de los grupos armados ha sido cuestionado por la comunidad de manera continua, se han realizado llamados al gobierno y a los instrumentos de derechos humanos para que se atienda la voz de un pueblo que pide a gritos el cese de hostilidades, pero hasta ahora solo recibimos como respuesta el incremento desconsiderado de acciones bélicas y demás ataques contra la comunidad. El incremento de las unidades armadas en el territorio y el accionar militar, cuando para nosotros es claro que ninguna guerra es mejor que un cese al fuego, aunque no siempre sea el mejor camino, pero también es claro que un cese al fuego que solo sirva para que los grupos armados no sean atacados por el ejército, mientras estos se ensañan con la comunidad, solo lleva a deslegitimar los diálogos de paz y la posibilidad de verdaderos acuerdos.

Sufrimos el flagelo por el enfrentamiento entre grupos armados que no son más que carteles de narcotráfico que pelean a nombre de grupos de izquierda o revolucionarios, tal es el caso de la DAGOBERTO RAMOS quienes en respuesta al acuerdo de paz y pronunciamiento de la comunidad atacan de manera indiscriminada a la comunidad lanzando explosivos en lugares donde el impacto necesariamente es a la población civil, bandas delincuenciales y las mafias narcotraficantes han llegado a nuestros territorios disfrazadas de organizaciones políticas para extorsionar a la gente o para realizar ajuste de cuentas, además, arrecian en una cacería de supuestos colaboradores de otras organizaciones armadas, conllevando al asesinato personas señaladas de ser colaboradores del ELN o del frente 57, entre los cuales figuran los excombatientes de las FARC que firmaron el acuerdo de paz. Es vergonzoso para un grupo que dice llamarse Revolucionario que además de cometer esta clase de crímenes alardeen de ello, amenazando y amedrentando como sucedió el 29 de julio cuando después de cometer el asesinato de un excombatiente, en su huida disparan al sitio de cuidado territorial o cuando no permiten a los organismos de salud prestar la asistencia a un herido, como sucede hoy 1 de agosto, que violentan el derecho internacional humanitario – DIH, detienen la ambulancia y dentro de ella, asesinan al herido que era trasladado. Estamos convencid@s que a la hora de defender un proyecto democrático para este país, o enfrentar un posible gobierno de la extrema derecha -que será abiertamente revanchista y criminal-, no va a ser un grupo como este el que salga a confrontar. Porque para hacerlo se necesita de la comunidad organizada y conducida legítimamente por sus asambleas y autoridades; y estos sólo han producido miedo y rencor entre la gente.

Aunado a ello, se escucha de la presencia de otros grupos, como el ELN, o el frente 57, “que dicen nos van a defender”, y se escudan e involucran a la comunidad para poder actuar, manifestando que han pedido su apoyo, se muestran como los supuestos salvadores, cuando en realidad aumentan el riesgo y han conllevado a que incrementen los señalamientos y asesinatos de comuneros, de esta manera vemos nuestro territorio militarizado por cualquier cantidad de fuerzas armadas de todos los signos políticos que dejan una comunidad asediada para que colabore forzadamente en sus operaciones, así; los menores de edad no están teniendo más posibilidades de estudiar, el servicio de salud está afectado, el transporte funciona a medias y la comunidad con la zozobra de que llegue un tiro de cualquier lado.

¡Basta ya! paren ya todos los ataques contra las comunidades y sus autoridades; paren ya los asesinatos de comuneros aduciendo cualquier pretexto; paren ya los ataques indiscriminados en las cabeceras urbanas que sólo producen dolor y muerte a la gente que pasa o vive cerca. Decidan de forma unilateral que van a desescalar la confrontación con el ejército y entre organizaciones armadas; comprométanse a suspender el reclutamiento de menores y el asedio de las escuelas y los colegios.

Estamos convencidos de que todavía hay posibilidad de terminar esta eterna confrontación, que cada vez tiene menos propósitos políticos de cambio y por el contrario está atrapada en la lógica de alimentar las máquinas de la guerra y narcotráfico. Si entienden la tragedia que están produciendo, también es posible que haya una posibilidad para que salgan del pantano político y moral en que se encuentran y por el contrario les aporten alguna esperanza a los pueblos de Colombia.

La paz no puede lograrse a través de la violencia, ni acabando con la vida

AUTORIDADES INDIGENAS, TORIBIO, TACUEYO, SAN FRANCISCO “PLAN DE VIDA PROYECTO NASA”

Cuenten con nosotros para la paz, nunca para la guerra

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