En una ceremonia especial realizada en el resguardo de Pickwe Tha fiw, en el territorio ancestral de Tierradentro, la líder indígena Aida Quilcue y su hija Alejandra Legarda Quilcue, acompañados por su comunidad, realizaron la entrega de la caracterización del daño como víctimas colectivas por el asesinato de José Edwin Legarda, persona protegida, a la Jurisdicción Especial Para La Paz y la Comisión para el esclarecimiento de la verdad.

El documento recoge el sentimiento del hecho victimizaste de Edwin Legarda, que no solo afectó a su compañera sentimental, la Exconsejera Aida Quilcue, sino también a su hija, a la familia, pero sobre todo a la organización indígena del Cauca y del país.

En el acto de entrega del informe de caracterización, Aida Quilcue, dijo: “Esperamos entonces que los magistrados nos ayuden a conocer la verdad, quién estuvo detrás de estos hechos ocurrido hace 12 años en el marco de las movilizaciones de la minga, cuando estaba de presidente Álvaro Uribe Vélez y su seguridad democrática”, finalmente en el polideportivo de su comunidad, Aida, fue enfática en precisar: “aquí no venían solo en contra mía, venían y vienen por el movimiento indígena colombiano, por eso queremos saber la verdad y que se haga justicia, eso espero, saber la verdad a partir de este proceso”.

12 años después del asesinato de Edwin Legarda, Alejandra volvió a referirse en público sobre los lamentables hechos que rodearon la muerte de su padre, esta vez lo hizo frente a los delegados de la jurisdicción especial para la paz y la Comisión para el esclarecimiento de la verdad, antes lo había hecho ante los responsables materiales, a quienes perdonó en un acto simbólico.

“Conozco bien que los militares que asesinaron a mi padre están en libertad condicional sin ni siquiera haber esclarecido la verdad, y es algo que de todo corazón exijo, tanto a la JEP como a las otras instituciones, que tomen cartas en el asunto, no es posible que hablemos de paz sin conocer la verdad, no es posible que hablemos de reparación, restitución, sin ni siquiera conocer la verdad” afirmó Alejandra entre lágrimas y con su voz entrecortada.

Edwin Legarda fue asesinado por el ejército nacional a las 4 de la mañana del 16 de diciembre de 2008 en un punto estrecho de la vereda San Pedro del municipio de Totoró (Cauca). En el piso quedaron 101 vainillas de cartuchos que demostraron que el objetivo era asesinar a el esposo de la exconsejera mayor del Consejo regional Indígena del Cauca, Aida Quilcue y acallar el proceso de lucha emprendido por el movimiento indígena que se manifestó en el 2008 contra las políticas de seguridad democrática del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez.

Desde hace 12 años, después de la muerte de Edwin Legarda, la familia, las comunidades de Resguardo indígena Pickwe Tha Fxiw y el Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC, siguen reclamando verdad y justicia.

Por: Programa de comunicaciones CRIC 

Compartir