Ocho años de profundización del modelo económico del libre comercio, del neoliberalismo y de las orientaciones del Consenso de Washington, del Banco Mundial y el FMI a favor de las grandes trasnacionales y en detrimento de los intereses nacionales, son la herencia de Álvaro Uribe Vélez y su coequipero estelar Juan Manuel Santos.

El balance no podía ser más desastroso para Colombia en materia política, económica, y social: Siete bases gringas, la abierta y permanente intervención estadounidense en los asuntos internos, una política de Seguridad “democrática” que no es otra cosa que una empresa criminal para perseguir a la oposición y a quienes cuestionan el modelo de gobierno. Creciente desempleo, Pobreza generalizada, millones de desplazados. La desigualdad social es de las peores del mundo. El desastre agropecuario es mayúsculo, pérdida de la seguridad y soberanía alimentaria, la estructura y tenencia de la tierra, en desigualdad, es de las peores del planeta. Se fortalecen los monopolios y las trasnacionales que controlan buena parte de la economía. Se dan gabelas de todo tipo para las mismas. Se desnacionalizó la mayoría de empresas del Estado. La salud en crisis y miles de personas muriendo de enfermedades que la medicina puede curar. Millones de jóvenes colombianos sin educación y otros tantos recibiendo educación de mala calidad. Privatización de la educación y detrimento de las condiciones laborales de los docentes. Corrupción y favoritismo como en el caso de AIS, las zonas francas y los negocios de los hijos del presidente. Se imponen TLC´s que sacrifican la producción nacional. Y en general se entrega la Soberanía Nacional. Problemas que se expresan en Boyacá con la pérdida de nuestro patrimonio regional (venta de acerías, electrificadora, otras), la concesión de importantes reservas mineras a trasnacionales con detrimento medioambiental, pobreza y desnutrición mayúsculas, de las mas grandes del país, amenaza a nuestra economía campesina y al empleo digno.

Este funesto panorama, al contrario de lo que muchos colombianos de bien imaginan, no solo no va a cambiar con el actual gobierno; por el contrario se mantienen y profundizan. Santos es coautor de esas medidas y protagonista del desastre desde los anos 90´s. Santos representa el continuismo de Álvaro Uribe. En palabras del Senador Robledo “la realidad nos dice que en estos asuntos de la economía y las relaciones sociales Santos I es Uribe III”[1] Santos I es Uribe III, también en lo que a agenda legislativa y proyectos de iniciativa gubernamental en el Congreso, se refiere. La ley de responsabilidad fiscal y la reforma constitucional a las regalías, apuntan respectivamente, a congelar los derechos sociales de la Constitución y a quitarle la plata a municipios y departamentos para concentrarla en el Gobierno Nacional (cualquier parecido con el recorte a las transferencias no es pura coincidencia). Santos I es Uribe III en materia agraria su política para el sector se basa en la gran producción y el libre comercio, al estilo del famoso caso Carimagua, concentración de grandes extensiones de tierras en manos de un solo magnate, “desarrollo de grandes explotaciones agropecuarias”[2], e incluso venta de tierras a extranjeros[3] y los TLC´s que arruinan el campo, lo que no nos impide estar de acuerdo con una verdadera y real restitución de tierras a los desplazados por la violencia.

Una cosa que es cierta en el proceso de relevo Uribe III a Santos I es que han habido algunos cambios, pero estos son apenas superficiales y de forma. Cosméticos. Los ejes centrales de la política se mantienen, así como las principales orientaciones económicas y sociales. Y es obvio que los haya, por la intención clara de Santos de presentarse como un gobierno diferente al ya desprestigiado, nacional e internacionalmente, gobierno de Uribe. En realidad lo que sucede es que “pasamos del bordón al paño ingles”, de “la patanería uribista a los buenos modales santistas”, de “la grosería a las buenas formas”. Es decir, cambios en lo superficial y no en lo fundamental. En esto no podemos confundirnos. De ahí que por lo dicho hasta ahora, la decisión del Comité Ejecutivo Nacional del PDA de declararse en oposición al proyecto económico, político y social del Santismo, haya sido la correcta. Decisión que respaldamos de manera resuelta, como lo hicieron la gran mayoría de los comités distritales y regionales del Polo en el país.

Creemos entonces, que declararnos en oposición a esta manguala antidemocrática que empobrece a los trabajadores; quiebra a los pequeños y medianos productores de la ciudad y el campo; restringe cada vez mas la democracia y entrega nuestra soberanía nacional para favorecer los intereses de las grandes trasnacionales, es fijar una postura consecuente con nuestro pensamiento y nuestras más caras convicciones. Lo contrario seria traicionar los que somos y lo que defendemos.

Ahora bien, aclaramos que no se trata pues de una oposición irracional. Esta postura “no se refiere en absoluto al desaforado desprecio de la realidad política y social que conduce a la adopción de criterios irracionales o actitudes fanáticas”[4]. Como dijo el actual vocero del POLO en el Senado: “si al doctor Santos le da por poner un bombillo en una escuela, no gritaremos abajo el bombillo”. De lo que se trata es de oponerse, de decirle NO, a las políticas fundamentales que desde este gobierno se tracen para mantener el actual estado de cosas y para prolongar los grandes males que azotan la nación. No caben entonces aquí las estigmatizaciones.

Debemos avanzar en el proceso de unidad. Mantener y fortalecer la unidad del partido sobre la base de unas condiciones indispensables: el respeto al Ideario de Unidad como programa y guía de las transformaciones; el esmerado y disciplinado cumplimiento de los estatutos y de la democracia interna de nuestra organización; y el respeto y acatamiento de las decisiones emanadas de los organismos de dirección del partido. Cuidándonos de preservar siempre el espíritu y los acuerdos unitarios que hemos erigido como piedra fundamental para nuestro quehacer político; de lo contrario será imposible enfrentar con éxito a los poderosos enemigos que desean ver al POLO divido o cooptado.

Vulnera la preciada unidad del POLO quien actúa en contra de su programa y de sus estatutos. Lamentamos que el ex candidato presidencial del Polo Democrático Alternativo, Gustavo Petro, luego de salir unificados de la última contienda electoral, haya decidió violar de manera unilateral las normas estatutarias y de funcionamiento del partido.

Cuando de manera individual, inconsulta y a puerta cerrada decide buscar interlocución con el Gobierno de Juan Manuel Santos y partiendo de la misma postura individualista, busca acuerdos con otras fuerzas políticas como el Liberalismo, el Partido Verde y otras mas. El Dr. Gustavo Petro rompe con el funcionamiento estatutario del partido y desconoce al Comité Ejecutivo Nacional que es la “instancia de dirección política y organizativa del Polo en los periodos entre sesiones de la Dirección Nacional”[5]. Toda vez que, por su importancia, estas son decisiones potestativas de los organismos de dirección.

Atenta con la unidad del Polo y actúa contrario a los estatutos cuando decide, también de manera unilateral, no reconocer la Presidencia del Partido y sus órganos de dirección legitima y estatutariamente elegidos y que además representan a los 1500 delegados al II Congreso Nacional del POLO, los cuales a su vez representaron a los casi 700 mil polistas que los respaldaron para esa importante labor en todo el país.

Desobedecer las decisiones de los organismos de dirección e incitar a la militancia del POLO a asumir estas posturas y hacer parte de otro proyecto político es igualmente atentatorio contra el partido y su unidad orgánica. Dice Petro explicando que dentro de su corriente hay personas del POLO y también otras que no son del partido: “lo cierto es que unos y otros, dentro de la Corriente Democrática, toman total autonomía política de una conducción del Polo, que no reconocemos”[6], a pesar que “con pocas excepciones, quienes coinciden en conformar la corriente petrista, anuncian su conformidad con los Estatutos y el Ideario de Unidad”[7].

Así mismo, es antiestatutaria, excluyente y poco unitaria su decisión de conformar una Comisión de Investigación a la Alcaldía de Bogotá, pasando por alto una vez más el CEN, la Coordinación Distrital y la Comisión de Ética.

Los estatutos establecen derechos y de igual forma establecen los deberes de los afiliados y afiliadas al PDA, no se pueden exigir los unos sin dar cabal cumplimiento a los otros. Es deber de los afiliados al PDA “apoyar a los candidatos y candidatas del Partido escogidos de conformidad con los Estatutos”[8] para lo cual están definidos unos mecanismos en el “Capitulo IV de la selección de candidatos de elección popular a cargos del Estado”; parte del Articulo 12 reza: “la decisión política sobre candidaturas del partido a cargos uninominales de la rama ejecutiva del poder publico corresponde[…] a las coordinaciones de la circunscripción electoral correspondiente en los casos de gobernadores o alcaldes”. Por lo tanto Petro también actúa en sentido contrario a los estatutos cuando decide dar su respaldo a la alcaldía de Bogotá a la esposa del otrora candidato presidencial Antanas Mockus.

Y finalmente pensamos que “no tiene nada de gracioso y si mucho de malicioso, adoptar ante la cuestión de “ser o no ser” miembro del PDA, la cómoda condición de “ser y no ser”. Tras semejante actitud se pretende reclamar y disfrutar de todos los derechos mientras se rehúsa todo deber”[9]. No podemos permitir que este tipo de actitud cunda dentro del partido pues “llevaría al caos político y a la degeneración organizativa”[10]. Reiteramos que para la consolidación del POLO debemos entre todos los sectores cumplir por lo menos tres condiciones indispensables: respeto al Ideario de Unidad; esmerado y disciplinado cumplimiento de los estatutos; y respeto y acatamiento de las decisiones emanadas de los organismos de dirección del partido.

El Polo Democrático Alternativo de Boyacá debe jugar al fortalecimiento de la Coordinación Departamental y de las demás Coordinadoras municipales con varios fines: Impulsar la vinculación del POLO con las gentes y con los problemas concretos de los boyacenses. Desarrollar en el departamento la estrategia y la agenda de oposición definida por el Comité Ejecutivo Nacional. Cumplir con las actividades definidas en el Plan de Trabajo aprobado en la reunión ampliada de la Coordinación Departamental. Prepararse para la contienda electoral del próximo año. De manera especial el POLO de Boyacá debe consolidar su influencia, mediante seminarios en todo el Departamento, para perfilar nuestras posturas, apreciar nuestra fuerza, esclarecer nuestro compromiso, pero sobre todo para participar, encausar y aprender de los miles de coterráneos que a diario viven y luchan las calamidades descritas proponiéndoles el desarrollo de nuestro Ideario de unidad, cuyos enunciados son la medicina para tantos males y de cuyas transformaciones dependemos para erradicar de raíz tanta inequidad, desigualdad, carencia de democracia y de soberanía, porque sin soberanía, sin democracia, sin plena autodeterminación de nuestras decisiones, sin un desarrollo autónomo en que protejamos lo que producimos, garanticemos los derechos de quienes lo producen y mejore las condiciones de vida de la inmensa mayoría, no lo lograremos.

¡Fortalezcamos la Unidad del Polo y opongámonos al Gobierno continuista de Santos!

Notas:

[1] Intervención del senador Jorge Enrique Robledo en el debate al ministro del Interior y de Justicia, Germán Vargas Lleras, sobre garantías a la oposición, plenaria del Senado, 17 de agosto de 2010

[2] Programa de Gobierno de Juan Manuel Santos. Punto Nº 53. En el punto Nº 63 anuncia la eliminación de lo que ellos denominan “limitación burocrática” de la Unidad Agraria Familiar UAF que prohíbe la titulación de tierras del Estado mayores de 900 has en la altillanura.

[3] Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC: “Aquí, en esta oficina estuvieron el embajador de China y un grupo de empresarios de ese país con una única misión: comprar 400.000 hectáreas en la altillanura”. Agrega: “Ellos sólo querían comprar, pues traerían la mano de obra, los insumos y la maquinaria necesaria, mientras toda la producción de granos sería exportada a su país” (ET, Agt.30.10).

[4] Héctor Valencia. El debate de la izquierda es contra la política de Uribe. Octubre 8 de 2007

[5] Art. 23. Comité Ejecutivo Nacional. Estatutos e Ideario de Unidad. En: Serie de documentos del Polo Nº 2

[6] Entrevista a Petro en el Periódico El Siglo, 30 de agosto de 2010.

[7] Periódico POLO Edición Nº 28 septiembre de 2010. En: Contexto pág. 3. Comités Regionales abogan por la unidad.

[8] Art. 9. Deberes. Estatutos e Ideario de Unidad. En: Serie de documentos del Polo Nº 2

[9] Héctor Valencia. Sin sectarismos ni ambigüedades, el Congreso del PDA emprenderá la salvación nacional. Nov. 20 de 20006

http://www.moir.org.co

Lunes, 04 de Octubre de 2010

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