Las autoridades y comunidades indígenas pertenecientes a la minga social y popular del suroccidente colombiano rechazamos y denunciamos el pronunciamiento peligroso y la instigación a la violencia de parte de esta que se hace llamar medica de la clínica IMBANACO, que en sus aseveraciones se hace promotora de una masacre frente a las comunidades indígenas.

Como movimiento indígena, denunciamos y rechazamos todo acto de violencia, más aún cuando nuestras comunidades en medio de una guerra ajena con este tipo de calificativos, se ha justificado gran número de muertes que nos hacen uno de los sectores sociales más victimizados por la violencia política en Colombia.

Denunciamos que ésta médica es una irresponsable, que anda generando más odio y sembrando más racismo, para quien como si fuera poco a los millones de muertes que dejo el genocidio de hace 500 años, ahora quiere agregarle “1000 indios más”, en el marco de un exterminio físico y cultural, que vivimos y que fue reconocido por la corte constitucional en la sentencia T-025 de 2004 y el auto 004 de 2009.

Queremos decir que ésta medica no tiene ni ética, ni idoneidad para el ejercicio de su profesión, porque realmente están demostrando que los salvajes e ignorantes no somos nosotros, que mientras estuvimos en Cali nuestra guardia muchas veces tuvo que callar para no caer en estas provocaciones.

Denunciamos frente a las organizaciones defensoras de derechos humanos y a los organismos jurídicos nacionales e internacionales la existencia de un plan sistemático contra los pueblos indígenas del cauca en el que se articulan las declaraciones de la directora del zoológico de Cali, el alcalde de la misma ciudad, las noticias manipuladas de medios como RCN, los trinos de Álvaro Uribe Velez, y las reuniones de planificación y grupos de WhatsApp de ciudadanos caleños malintencionados, que orquestaron el bloqueo a la minga del 9 de mayo, y el señalamiento de que la minga estaba armada, si la minga tenía armas ninguno salió muerto o herido, a pesar de que la minga tenia rabia.

Responsabilizamos al gobierno nacional, a Álvaro Uribe Vélez y al centro democrático, quien está haciendo y lapidando nuestras comunidades indígenas, rechazamos estas provocaciones y llamados, y si algo llegara a suceder con nuestros comuneros y comunidades es su responsabilidad, y de todos aquellos que siguen llamando a estos asesinatos.

“Cuenten con nosotros para la paz, nunca para la guerra”

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