La fuerza de nuestra comunitariedad, identidad y cosmovisión como pueblos indígenas nos han permitido la permanencia histórica en la hoy llamada Colombia, a pesar de la decisión de los sectores dominantes y opresores, durante las épocas de la colonia y la república, para arrasar con nosotros de la faz de la tierra.

Hoy el CRIC celebra sus cuarenta y tres años de organización y de lucha. Hemos logrado reconocimiento legal de una buena parte de nuestros derechos como indígenas y como colombianos. Con la minga, con las asambleas, con la solidaridad, con las recuperaciones de tierra, con nuestra presencia en las vías, con los proyectos comunitarios, educativos, de salud, ambientales, de control territorial, con nuestros cabildos, con la guardia indígena, con nuestros mayores, mujeres, jóvenes, niños y niñas, hemos logrado que muchos de estos derechos no se queden en el papel sino que podamos hacerlos prácticos, aunque otra parte de ellos aún son ignorados y violados por el Estado.

En nuestra vida organizativa como CRIC,  nuestros territorios han sido tomados constantemente por la guerra, viéndonos atacados en nuestro proceso económico, político y social. En las últimas décadas el conflicto armado se ha intensificado y degradado, siendo las comunidades afrocolombianas, indígenas y campesinas, los que más sufrimos sus consecuencias; en tanto, se lucran no solo los grupos armados sino también los macroproyectos energéticos, las multinacionales de la minería, los narcotraficantes, los grandes terratenientes, y los partidos de la política tradicional.

Para poder parar los efectos de esta guerra en las comunidades, hemos planteado desde los años 90 la desmilitarización por parte del Estado y por parte  de la guerrilla, y hemos llamado a que haya un proceso de paz que concluya con la solución de este conflicto armado.

En el contexto de los actuales diálogos de paz de la Habana, hemos planteado al Gobierno nacional y a las FARC la exigibilidad de respeto al DIH y la realización de diálogos humanitarios que permitan parar el ataque contra nuestras comunidades y el uso de nuestros territorios para la guerra. No obstante, el Gobierno nacional no ha dado autorización para estos diálogos ni ha garantizado, como es su deber constitucional, que no se viole el DIH por parte de la misma fuerza pública ni por parte de las FARC ni de otros supuestos actores armados que amenazan con nombre de paramilitares.

Sin  tener en cuenta en lo más mínimo las normas del DIH y en flagrante violación del mismo, el conflicto armado se ha intensificado en las diferentes zonas del departamento del Cauca, como lo hemos podido constatar de manera más fuerte en Tierradentro, Costa Pacífica, Occidente, Norte y Sat Tama Kiwe (Caldono). La amenaza, el amedrentamiento, los ataques armados a la población, el señalamiento a integrantes de la comunidad y autoridades, cada vez se vuelven más normales y no hay muestras de preocupación o rechazo ni en la opinión pública ni en la comunidad internacional.

Dentro de nuestro proceso de autonomía y gobernabilidad, nosotros continuamos y continuaremos con el control territorial y con la denuncia nacional e internacional. Sabemos que ello nos coloca más en medio del conflicto armado, pero nuestra experiencia es la de la lucha civil no violenta y estamos dispuestos a ir con ella hasta el final.

Las autoridades indígenas y comunidad presentes en esta asamblea rechazamos y condenamos el ataque a una misión humanitaria de la  Cxhab wala Kiwe ACIN, por milicias de las FARC en horas de la tarde del pasado viernes 21 de febrero.

Dicha comisión se había hecho presente en la vereda Guayope para brindar ayuda y solidaridad a la comunidad concentrada en Asamblea, luego de que allí se habían presentado enfrentamientos armados. De regreso cuando la comisión se desplazaba para Santander de Quilichao,  a las 6: 50 PM, después de pasar el Puente el Uvo en la vereda Chimicueto, fue atacada por actores armados de la guerrilla de las Farc con armas de largo alcance, quienes dispararon a sangre fría contra la camioneta de la Cxab Wala Kiwe ACIN de color blanco, dejando heridos en estado de gravedad al coordinador de Derechos Humanos del Tejido de Defensa de la Vida German Valencia, de la organización Cxab Wala Kiwe ACIN y reconocido a nivel Nacional como protector de los derechos Humanos; Yoiner Medina Tálaga, Kiwe Thegna del resguardo de Corinto, coordinador del sistema de información de D. H, y el conductor de la camioneta Nelson Pilcue asesor jurídico del programa mujer, quienes fueron trasladados al Hospital de Santander de Quilichao.

Rechazamos estos actos y exigimos a los actores armados, tanto Estado como guerrilla, para que respeten el DIH y a nuestro proceso organizativo. Llamamos a la comunidad nacional e internacional a que se pronuncien para que esta guerra no siga matando indígenas ni expulsándonos de nuestros territorios, continuando la historia colonial y republicana, desde una concepción racista que pretende negar y aniquilar los pueblos que hemos logrado sobrevivir a la barbarie.

Asamblea Comunitaria: Conmemoración de los 43 años del CRIC.
La María, Piendamó, Febrero 25 del 2014

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