Respecto al Congreso de la Federación de Cafeteros, que se realizará a partir del martes 30 de abril de 2013, Dignidad Cafetera manifiesta lo siguiente:

  1. Es evidente la deplorable crisis en la cual está la Federación. No juega el auténtico liderazgo gremial, ni cumple como idóneo administrador  del Fondo Nacional, en el peor balance de la historia, ni como conductor de políticas adecuadas para sacar la caficultura del lugar de postración donde se encuentra. Además enfrenta agudas contradicciones internas a raíz del necesario juicio de responsabilidades que exige tan desastrosa situación Sin duda, aquellos que han colocado a Genaro Muñoz y a la alta burocracia como principales  responsables, tienen sobrada razón, lo cual no exime al gobierno nacional, el gran poder dentro de las instituciones, de las equivocaciones y errores reiterados.
  2. Fuera de los indispensables debates internos,  debe atenderse el cumplimento cabal de los compromisos adquiridos  por las autoridades gubernamentales y cafeteras a raíz del Paro. Cuando faltan apenas 10 días para que concluya el plazo, estipulado para adoptar un mecanismo óptimo de aplicación del PIC, todavía no llega de manera fluida, indiscriminada y constante a TODOS los caficultores. Así mismo, está pendiente la expedición de las respectivas circulares del Banco Agrario y de Finagro que prescriban los acuerdos alcanzados correspondientes a atender las deudas de los caficultores.
  3. Con relación a las noticias de que ese Congreso pedirá un precio de sustentación, debe aclarase que,  por ningún motivo,  podría fijarse por debajo de 700 mil pesos por carga. Una cifra inferior, para 2013, llevaría  a centenares de miles de caficultores a amenaza de ruina y, en  la práctica, bajaría el techo de la cotización alcanzado por el Paro. Sería un autogol.
  4. Así mismo, falta adelantar con el gobierno las negociaciones sobre el exorbitante precio de agroquímicos y fertilizantes que se ha vuelto insostenible para todo el sector agropecuario y que lo tiene a punto de explotar. Igualmente, falta discutir acerca de las insólitas importaciones de café, que van  acompañadas de  un atroz contrabando de café-basura que agrava los estragos.  La Federación debe adoptar los instrumentos que le pongan fin a tales delictivos comportamientos, no puede continuar la permisividad frente a ellos.
  5. Finalmente, poner a la Federación de Cafeteros en sintonía con los enormes desafíos que el café colombiano tiene en un mercado altamente competido, no pueden ser superados sino sobre la base de una verdadera democratización de la institucionalidad para impulsar políticas que contrarresten los efectos emanados del libre mercado global predominante. Si en algo se funda la crisis institucional, es en el modelo de organización que sigue  lleno de obstáculos para el respeto de todas las corrientes y opiniones que se mueven  en la caficultura nacional.

DIGNIDAD CAFETERA,

Abril 29 de 2013.

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