Organizaciones indígenas de América Latina reivindicaron este miércoles la propiedad de los terrenos en los que históricamente se han asentado sus comunidades frente a la tendencia de los gobiernos regionales a declarar estas áreas como protegidas para permitir que las empresas multinacionales puedan explotar sus recursos.

Durante un encuentro de la Coordinadora Andina de organizaciones Indígenas (CAOI) y de la Coordinadora Nacional de Ecuatorianos en España (CONADEE), celebrado hoy en Madrid, líderes de las distintas asociaciones aborígenes del hemisferio sur del continente americano denunciaron la debilidad de sus gobiernos ante «el constante expolio de los recursos» de sus países y, en concreto, de sus comunidades, lo que amenaza su supervivencia.

Así, la coordinadora general del Consejo de Organizaciones Aborígenes de Jujuy (COAJ), Natalia Sarapura, se refirió al caso de Argentina donde, según explicó, «la política oficial es la de no reconocer las raíces indígenas del país», algo que repercute en la indefensión de los derechos de estos pueblos y, sobre todo, en los títulos de propiedad de los asentamientos.

«En Argentina el Gobierno ha priorizado una política económica bajo tres ejes de reactivación con el turismo, la explotación del petróleo y el litio, y los gasoductos sobre el derecho al subsuelo de las comunidades indígenas que están siendo desalojadas», dijo Sarapura.

En el caso de Colombia, la firma de numerosos tratados de comercio internacional ha favorecido el desplazamiento de los aborígenes dentro del territorio nacional. Esta situación se agrava con la acción de paramilitares y guerrilleros que expulsan a las comunidades indígenas de sus asentamientos para proteger los cultivos de droga que les sirven de financiación.

«Al menos 34 pueblos indígenas colombianos están en serio riesgo de extinción, por ello hasta la Corte Constitucional ha tenido que emitir varios autos que recomiendan la creación de un programa de garantías para la protección de los derechos de los indígenas», indicó el consejero mayor de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), Luis Evelis Andrade.

EL PARADIGMA DEL BUEN VIVIR

En este contexto, las principales organizaciones indígenas de América Latina propusieron el paradigma del Buen Vivir, basado en el respeto a todos los seres vivos y a la Madre Tierra, como una alternativa al modelo de desarrollo económico que ha originado la crisis económica mundial y favorecido el cambio climático.

«Cuando hablamos de vivir bien nos referimos a toda la comunidad de seres que habitamos el mundo, no se trata del tradicional bien común reducido solo a los humanos. Lo que hacemos los pueblos indígenas y proponemos al mundo es preservar el equilibrio y la armonía entre todo lo que existe», reza el texto difundido por la CAOI.

Según aclaró su coordinador general, Miguel Palacín Quispe, esta alternativa tiene como finalidad modificar paulatinamente las formas de vida para que éstas sean cada vez más respetuosas con el entorno natural y con la plurinacionalidad de los Estados, reconocida ya por Bolivia y Ecuador en sus Constituciones.

Así, el objetivo de estas organizaciones es presentar el Buen Vivir en la próxima cumbre sobre cambio climático que se celebrará en Cancún a finales de este año para convencer a los países desarrollados de que «es la única solución a una crisis que ellos han provocado y que no se puede arreglar con sus mismas normas».

MADRID, 8 Sep. (EUROPA PRESS) –

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