Medellín 8 de abril de 2013

Procedentes de los diversos rincones de nuestro adolorido pero hermoso país hemos concurrido delegaciones de los pueblos indígenas de Colombia, congregados en la “Gran Minga Nacional por la Paz y la Reconciliación”, sesionando los días 7 y 8 de Abril de 2013 en la ciudad de Medellín, después de haber reflexionado y realizado una gran movilización por las calles de la ciudad, manifestamos:

Que los pueblos presentes a lo largo y ancho del territorio nacional hemos venido padeciendo históricamente los rigores de un conflicto que nos es ajeno desde los actores en confrontación, pero que hemos tenido que asumir como propio desde las víctimas y las impactos desproporcionales que genera sobre nuestros territorios y nuestras mujeres, niños, ancianos y jóvenes; comprometidos significativamente nuestras posibilidades de pervivencia cultural.

Según la ONIC y la Corte Constitucional, el conflicto interno colombiano ha dejado miles de indígenas desplazados y muertos en los últimos diez años. A la par somos sometidos a una andanada en todos los territorios indígenas de megaproyectos (extractivos, energéticos, de monocultivos, entre otros) que avanzan sin agotar los recursos de consulta previa a las comunidades a partir del principio de buena fe, y reproducen las lógicas del conflicto y desplazamiento forzado de nuestros pueblos.

Por ende, conflicto armado y megaproyectos de alto impacto son factores estratégicos en la continuación del sistemático exterminio de los pueblos indígenas, que nos llevó a afirmar, como lo ha reconocido la Corte Constitucional, que dos terceras partes de los 102 pueblos indígenas de Colombia, se encuentran en grave amenaza de extinción física y cultural.

Hoy se adelantan unas negociones de paz en la Habana Cuba, entre el Gobierno colombiano y las guerrillas de las FARC-EP, acto que desde el inicio hemos valorado, saludado y en reiteradas ocasiones exigido a los actores con asiento en dicha mesa que no se levanten sin antes acordar un verdadero proceso de ponerle fin al conflicto armado que permita definir una hoja de ruta que oriente el camino hacia la paz de Colombia.

En este contexto de acontecimientos la Minga ha decidido:

* Reiterar la apuesta por un Estado más democrático, incluyente y justo, capaz de tolerar la diferencia política y cultural; así como aceptar a la sociedad civil y en el caso particular a los pueblos indígenas como actores de paz.

* No renunciamos a la crítica constructiva alrededor de cinco puntos que se han definido en la Habana que sin duda afectan la vida e integridad territorial, política y cultural de los pueblos indígenas, entendiendo que allí se están negociando temas como: Territorio, tierra (reforma agraria), derechos a la participación política, narcotráfico, verdad, justicia y reparación, temas que tienen efectos directos sobre los pueblos indígenas.

* Saludamos y apoyamos la movilización multitudinaria en el nueve de abril promovida en todo el país por la paz, en el marco de la memoria y la reparación de las víctimas.

* Convocamos a todos los sectores sociales y solidarios a acompañarnos en esta causa: POR LA PAZ y la RECONCILIACIÓN DE COLOMBIA; por un país respetuoso y tolerante, por una COLOMBIA MULTIETNICA Y PLURICULTURAL.

* Exigimos un cese al fuego de carácter inmediato de las partes mientras se adelanta el proceso de diálogo en la Habana; al tiempo que demandamos la desmilitarización de nuestros territorios, así como la devolución inmediata de los menores en las filas de la guerra, y el respecto de los actores al derecho internacional humanitario y la autonomía de los pueblos en sus territorios.

 

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