Las últimas dos semanas han sido particularmente intensas en el Congreso de la República, donde hemos hecho seguimiento de largas horas de negociación sin lograr un acuerdo definitivo sobre la ley estatutaria de educación. Este proceso ha resultado en la protesta del magisterio y ha desencadenado múltiples rondas de negociación entre los distintos actores involucrados. A continuación, les compartimos un resumen de lo sucedido y explicamos por qué no se alcanzó un consenso.
La ley estatutaria de educación ha estado estancada en la Cámara de Representantes durante ocho meses. La Comisión Primera del Senado, que cuenta con 20 senadores, entre ellos siete del bloque alternativo y de la coalición de Gobierno, ha sido escenario de arduas discusiones. A pesar de las diferencias numéricas, se presentaron tres ponencias positivas sobre la ley de educación, lo cual fue una estrategia significativa. La ponencia del senador David Luna, junto a Alfredo Deluque y Germán Blanco, fue firmada por todo el bloque alternativo, incluyendo a nuestra senadora Aida Quilcué, María José Pizarro, Ariel Ávila entre otros senadores de Gobierno.
La ponencia de Paloma Valencia fue rechazada, y aunque la ponencia de Gobierno también enfrentaba dificultades por falta de votos, las negociaciones continuaron de manera intensa. Nuestros senadores lograron quitar temas controvertidos como la posibilidad de que la policía ingresara a las universidades públicas, pero otras concesiones llevaron a la protesta del magisterio. Finalmente, la comisión primera del senado aprobó la ley por unanimidad, aunque ningún lado quedó completamente satisfecho.
Las negociaciones, lideradas por la ministra de Educación y con buena disposición de todos los ponentes, se extendieron hasta la plenaria del Senado. Sin embargo, en esta semana que finaliza la negociación se rompió, a pesar de que el bloque de Paloma Valencia y otros cedieron en varios puntos. Los temas más controversiales siguen siendo tres:
1. Financiación de la Educación: El presupuesto debe destinarse prioritariamente a la educación pública. Esto permitiría abrir más cupos en universidades públicas en lugar de financiar la demanda en el sector privado. No se alcanzó un acuerdo en este punto.
2. Evaluación Docente: El sector cercano a la senadora Paloma Valencia proponía utilizar las pruebas Saber como criterio para evaluar a los docentes. Esta medida es compleja, ya que los resultados de los estudiantes dependen de múltiples factores, como el clima escolar y la educación de los padres. Llegamos a un acuerdo parcial, pero nadie quedó completamente satisfecho.
3. Educación Terciaria: Este tema ha sido ampliamente discutido en medios de comunicación y sigue siendo uno de los más debatidos.
Además, es crucial resaltar la situación de los niños rurales e indígenas, cuyas oportunidades educativas se ven gravemente afectadas por el conflicto armado y otras situaciones de orden público. Estos niños enfrentan retos adicionales que dificultan su rendimiento académico y acceso a una educación de calidad.
Concluyendo, el lunes y martes de la próxima semana se presentarán dos ponencias: una oficial del Gobierno firmada por los senadores alternativos, y otra liderada por el senador David Luna, junto a Alfredo Deluque y Paloma Valencia.
Hacemos un llamado urgente a nuestros senadores de la República para que alcancen acuerdos que beneficien a nuestros niños de las zonas rurales y de los territorios indígenas. Es importante que se garantice un mejor acceso a la educación pública para los niños, quienes enfrentan retos significativos debido al conflicto armado y otras situaciones de orden público.
Además, solicitamos que se aseguren condiciones dignas de trabajo para nuestros dinamizadores docentes y docentes rurales. Es esencial que se promuevan políticas que faciliten la formalización y el acceso a la educación rural y territorial en nuestras comunidades indígenas. La educación es un derecho fundamental y su acceso debe ser equitativo y justo para todos los sectores de la población.
Por Programa de comunicaciones CRIC y la Asociación de Medios de Comunicación indígena de Colombia – red AMCIC.