Hostigamientos y artefactos explosivos en el norte del Cauca dejan un civil muerto, una comunera herida y daños en escuela y viviendas.
Mientras que el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) adelantan diálogos de paz en Cuba, las comunidades que habitan en los territorios geoestratégicos del norte del Cauca siguen siendo víctimas del conflicto armado que no da tregua.
Hacia el mediodía del martes 5 de febrero en la comunidad del corregimiento El Palo, jurisdicción del Municipio de Caloto – Cauca, explotó un carro bomba, detonado por guerrilleros de las FARC, según comentaron los habitantes de esta localidad a las autoridades indígenas, “Este atentado iba dirigido al retén militar que se encuentra ubicado a 300 metros después del caserío del corregimiento el Palo, afortunadamente este hecho se produjo fuera del caserío, de lo contrario se hubieran presentado más pérdidas humanas”, afirmaron los pobladores del caserío.
La explosión del carro bomba dejó el saldo fatal de un civil muerto, se trata del señor: Jorge Eliécer Arias, un cerrajero que trabajaba en el casco urbano del municipio de Toribio y que en ese preciso momento pasaba en su motocicleta por la vía donde ocurrieron los hechos. El señor Arias dejó una viuda y cuatro hijos, tres de ellos menores de edad. El próximo viernes la familia Arias había programado reunirse para celebrar los cumpleaños de sus dos hijos.
La esposa del señor Jorge Eliecer comentó que su esposo era un cerrajero de profesión, muy reconocido por su buena labor en el norte del Cauca, se preocupaba mucho por la suerte de su familia tras los constantes hostigamientos en Toribio. Eso lo llevó a desplazar a sus hijos a Santander de Quilichao, por esa razón transitaba todos los días por este lugar, porque Jorge había continuado con su negocio de cerrajería en Toribio ya que era el único sustento que tenían como familia.
En este mismo sentido la viuda de Jorge Eliécer manifestó gran disgusto e hizo un fuerte llamado de atención a los medios masivos de comunicación que de manera irresponsable reportaron en sus notas informativas que el señor Jorge Eliécer Arias quien falleció a causa de la explosión, era quien llevaba el carro bomba, “eso es falso, mi esposo nunca fue ese tipo de persona, por eso le pido a los medios de comunicación que limpien el buen nombre de él y de toda mi familia, la gente que lo conoce por su servicio puede dar fe de sus buenas obras como persona”, manifestó la esposa de Jorge Eliécer.
Las manifestaciones irresponsables de los medios masivos de comunicación sobre el señor Eliecer han generado demoras en la entrega de su cadáver, el cual fue trasladado hacia la ciudad de Cali. “Medicina legal manifiesta que hasta que no se realicen las investigaciones correspondientes no entregaran el cuerpo a sus familiares. Resulta muy contradictorio que ahora a las víctimas se les acuse de su propia muerte y los conviertan en victimarios, acusándolos como responsables de culpas ajenas, solo por mostrar resultados y mientras a los que están haciendo el daño no les pasa nada”, afirmó un familiar de Jorge Eliecer.
Durante toda la tarde del día martes continuaron los combates en la parte alta del municipio de Caloto, la comunidad de esta localidad estaba muy atemorizada pues las tanquetas continuaban avanzando por la vía que del corregimiento el Palo conducen al municipio de Toribio.
El día miércoles seis de febrero hacia las 11:30 de la mañana, se iniciaron fuertes hostigamientos en el casco urbano de Toribio y a sus alrededores, en medio de los enfrentamientos resultó herida la señora Alba Libia Ascue, quien se dirigía a recoger a su hijo que se encontraba en la escuela en el momento de los combates. De igual manera se reportaron daños en una escuela del municipio, cuando cayó un artefacto explosivo en el salón de sistemas, afortunadamente los niños no se encontraban en el salón en ese momento. Sin embargo 17 niños de esta institución tuvieron que ser valorados en el centro médico al presentar daños auditivos a causa de la explosión, también se reportaron 5 viviendas afectadas por impactos de bala.
Mientras las comunidades en medio de las amenazas intentan reconstruir sus vidas en el territorio, los grupos armados insisten en las acciones de guerra. Cada vez más la práctica se aleja del discurso, en nombre de la vida los grupos armados continúan sembrando muerte, desde las instancias políticas negocian a nombre de la paz poniéndose al servicio del verdugo y en los territorios atentan indiscriminadamente contra los pueblos que dicen defender.
COMUNICADO DEL RESGUARDO DE TORIBIO: http://www.nasaacin.org/attachments/article/5272/COMUNICADO%206%20FEBRERO%202013..pdf
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