Desde el Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC, y de las 127 Autoridades tradicionales que representa, se envía un fraternal abrazo de solidaridad y condolencia a la familia Ana Tulia Zapata, mujer luchadora, madre ejemplar y orientadora del proceso organizativo, quien partió al otro espacio, dejando un importante legado.

Ana Tulia Zapata, es un ejemplo de perseverancia, de lucha constante en la defensa de los derechos de la mujer y de la unión familiar. Ella, quién se destacó por ser de las primeras mujeres visibles en el caminar del CRIC, fue también, la primera gobernadora indígena del Cabildo de Huellas, Caloto, norte del Cauca.

Educadora bilingüe, Ana Tulia, tuvo que asumir las riendas de su familia después del asesinato del líder Moisés Acosta, padre de sus cinco hijos, a quienes educó junto a su comunidad, siempre orientandolos bajo los principios de la unidad, en defensa de la tierra, la cultura y la autonomía.

Desde el CRIC, recordamos las últimas intervenciones de la mayora Ana Tulia, que con fuerza se dirigió a los Miles de asistentes en la conmemoración de los 50 años de vida organizativa, siempre haciendo referencia a la defensa de la mujer, a la unión familiar y a la lucha por los derechos de las Comunidades Indígenas.

Hoy despedimos del espacio físico a la mayora Ana Tulia Zapata, agradeciendo a ella y a su familia por sus aportes al CRIC, a su territorio Huellas Caloto, al norte del Cauca. Estamos convencidos que, allá, en el espacio espiritual, se unirá con los mayores y mayoras que han permitido con su lucha y resistencia, la permanencia por décadas de nuestro proceso organizativo.

Gracias mayora Ana Tulia Zapata, feliz regreso a la madre tierra.

CONSEJO REGIONAL INDIGENA DEL CAUCA CRIC

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