Por Luis Carlos Osorio R. @lcarlososorio

Bogotá DC., marzo 10 de 2013. Hace siete años, a comienzos del 2006, el alcalde Garzón posesionaba la consultiva distrital de comunidades negras. En dicho evento, su secretario de gobierno, Juan Manuel Ospina, reflexionaba en voz alta: “Estamos frente a un tema fundamental, …refiriéndose al tema de la diversidad Étnica y cultural de la nación colombiana. Este es el mandato más profundo, más revolucionario que podamos tener: construir la unidad a partir de la diferencia, avanzar todos a partir del reconocimiento de nuestras propias identidades”.[1]

A su vez, el alcalde Garzón le recordaba a los 30 consultivos, que hay acciones que tienen que ver mas con la política que con la ley, por eso el interés de su gobierno en darle origen a la Mesa Interétnica, punto de partida del proceso de gestación de las políticas públicas para grupos étnicos en el Distrito.[2]

A la sanción del acuerdo 175[3] de 2005 –políticas públicas para afros-, se continuó en la alcaldía de Samuel Moreno con la promulgación del acuerdo 359[4] de 2009 –políticas públicas para indígenas-y con una serie de decretos que han ido dando cuerpo al marco de derechos para grupos étnicos en la capital.

Algunos aseguran que Bogotá cuenta con una política pública de avanzada en materia étnica, muy por encima de los avances del gobierno nacional. No obstante, la situación de negros e indígenas, para hacer referencia solo a estos dos grupos poblacionales, sigue siendo precaria.

Tambien es cierto, que la implementacion de la politica nunca ha estado acorde con la implementacion de una accion agresiva en materia de comunicaciones, de manera que se visibilice lo realizado en materia de politica pública; como quien dice, no existe una correspondencia entre la política pública principalmente de origen social y en materia de reconocimiento, con una estrategia para su visibilización, lo que en el argot popular equivale a decir que lo que no se comunica o no se visibiliza, no existe. Por eso la importancia del proyecto de crear una red de comunicación etnica en la capital.

El papel de la comunicación en la construcción de redes de carácter y contenido étnico en Bogotá.

Con la llegada de Gustavo Petro a la alcaldía de Bogotá, éste incluyó en su Plan de Desarrollo un enfoque de lucha contra la segregación en sus diversas dimensiones y efectos, lo que exige desarrollar “una estrategia distrital unificada que permita la visibilización de las diversas poblaciones en la ciudad para propiciar cambios de imaginarios y representaciones sociales hacia la superación de las actitudes y prácticas de exclusión de dichas poblaciones y la prevención de las violencias por discriminación o prejuicio”.

Jaime Muñoz, periodista y vocero de Actualidad Etnica en la Mesa de Comunicación Comunitaria, señala que “la baja capacidad de comunicación entre las diversas expresiones del mapa de la diversidad étnica en la capital, es un elemento recurrente en el diagnóstico presentado – insumos  del estudio previo para  el impulso de la Red de comunicación  interétnica en el distrito, convenio 838 entre IDPAC y Nexos municipales-.

Esta notoria deficiencia deviene del déficit de reconocimiento de la comunicación comunitaria y alternativa interétnica como una estrategia y una herramienta social, cultural y política válida para la visibilidad de los pueblos negros y afrodescendientes, palenqueros y raizales, indígenas y gitanos.

En el plan de desarrollo, el componente étnico tiene una formulación débil, contempla pocas alusiones a una estrategia comunicacional que visibilice la realidad de los pueblos indígenas y afrodescendientes en la urbe. Ello se da a pesar de que Bogotá es una de las ciudades en las que se experimentan mayores avances en la construcción de políticas públicas con un sentido de pluralidad étnica y cultural, y con reconocimiento de derechos a las comunidades y grupos étnicos que habitan las ciudades.

Hoy por hoy la población con pertenencia étnica en la capital carece de espacios y capacidades para desarrollar sistemas propios de representación a través de los canales públicos de comunicación o por medio del uso y el acceso a instrumentos técnicos desarrollados por las nuevas tecnologías de comunicación.

La visibilización a través de las herramientas de la comunicación es uno de los pilares de la lucha contra las más sutiles formas de la segregación social en la ciudad, hecho  que se traduce también en sutiles y abiertas formas de discriminación y marginalidad o aislamiento de los bienes fundamentales para el ejercicio de sus derechos.

Es por ello que la propuesta de crear una red para la comunicación de carácter interétnico está conectada con necesidades de vieja data de las poblaciones de tipo étnico, dado que como se evidencia en el propio plan de desarrollo de la Bogotá humana, es este segmento de la población uno de los más afectados por la segregación tanto espacial como de tipo económico, cultural, social, político y simbólico.

Los datos que  ilustran la realidad existente en materia del derecho a la comunicación nos indican que el acceso de los grupos étnicos a las capacidades y recursos para emitir mensajes y retroalimentar sus saberes y experiencias en medio del diálogo intercultural a través de los medios de comunicación tanto públicos como privados es lamentablemente mas bajo que el de el resto de sectores representativos de la sociedad.

Martha Lucía Rentería es una lider afrocolombiana que participa como reportera promotora en el Proyecto de consolidación de la Red de Comunicación interétnica. Una lora negra, a manera de avatar, me impiden ver su rostro, aunque la comunicación por skype es fluída: “la situación de discriminación para nosotros los afros sigue siendo dura. No sabes lo doloroso que resulta ver aquí en Bosa avisos que rezan que no se alquilan viviendas a afros, morenos, negros o gente de color”.

En Bogotá la población afrodescendiente, raizal y palenquera, por ejemplo, no cuenta con medios de comunicación propios o con perspectiva étnica y diferencial, sostenibles, que les permita representarse como un grupo humano con potencialidades, experiencias y saberes dignos de ser valorados por la sociedad local y global como formadoras del tejido social nacional.

El inventario de los medios de comunicación comunitaria de carácter étnico se agota rápidamente considerando que existen algunas expresiones del periodismo escrito en periódicos como el afrobogotano, o el periódico la Uramba de los estudiantes afrocolombianos. “Muchos de los medios existentes son privados e incluso cerrados para visibilizar nuestra realidad. Sólo Afrolatino, el periódico de Calidad (para referirse cariñosamente alperiodista afro Antonio Sanchez), nos abre las páginas del medio”, dice Martha Lucía. Naturalmente se está refiriendo a medios impresos.

Sin lugar a dudas, enfatiza Jaime Muñoz, una de las experiencias mas importantes en materia de comunicación al servicio de los grupos etnicos en Bogotá, a nivel nacional, e incluso con incidencia en todo el continente, lo ha sido el periódico Actualidad Etnica, que recoge expresiones de la diversidad étnica en materia de comunicación, no restringidas a un grupo en particular. La importancia de Actualidad Etnica, ademas de su continuidad como medio, ha sido el rol de sus impulsores, quienes han sido partícipes de la realización de los primeros diagnosticos sobre los grupos etnicos en la capital.

Martha lucía es consiente de la debilidad y fragilidad del panorama de los medios al servicio de los intereses de los grupos étnicos en la capital de Colombia. “Hay avance en lo jurídico, en las políticas, es cierto, pero una cosa es la política y otra la realidad de la gente”, asevera.  no compensa el crecimiento que estos han experimentado como actores de la vida cotidiana en la ciudad capital de este país diverso, multicultural y pluriétnico.

Los censos realizados en la última década hablan de una población étnica urbana, diferenciada por sus rasgos particulares de índole cultural, inmersa en una dinámica de crecimiento con amplias posibilidades de crecimiento y proyección cuantitativa, demandante de derechos y garantías para el ejercicio autónomo de las libertades y el reconocimiento de su ciudadanía plena.

Dicha población ha crecido a la par de las grandes oleadas de desplazamiento masivo de las que Bogotá no escapa como lugar de destino o como ciudad receptora de todo tipo de refugiados de la guerra.

Indígenas: Una Red como nodo de personas empoderadas y movilizadas

Víctor Cuastumal es reportero promotor por los medios étnicos indígenas. Para él, la importancia de crear una Red de Comunición Etnica radica en “la posibilidad de que las comunidades se conozcan y sostengan una comunicación fluída y permanente”. No se trata de una red virtual, se trata de interacción de personas que se empoderan de manera permanente de su propia realidad.

La población indígena con nueve mil desplazados junto con los desterrados de los territorios colectivos habitados ancestralmente por los afrodescendientes son dos de las poblaciones más afectadas. En ambos casos la visibilización del fenómeno del desplazamiento étnico se ha hecho por la vía informal del semáforo en la calle y no por la vía digna de ser suficientemente reconocidos como víctimas. La sociedad los ve como el problema que agrava otras calamidades urbanas y no como expulsados de territorios en guerra a los que corresponde restituirles el derecho al territorio y a la propia voz.

Uno de los dramas  que atraviesan estos 9 mil desplazados de los territorios indígenas en Bogotá lo evidencia la tragedia del pueblo embera y la invisibilización de su presencia en los suburbios de esta ciudad: ignorados por los medios y por la gente, percibidos como el problema de la indigencia en las calles de la urbe, pero sin voz en los espacios de la deliberación pública sobre el problema de la pérdida de referentes culturales del pueblo colombiano y la postración de pueblos enteros sacudidos por el etnocidio cultural en la propias calles de la ciudad. Pocos fueron los medios de comunicación que levantaron la voz para detenerlo, contrarrestarlo o denunciarlo. Algunos de los miembros de la etnia embera que regresaron a sus territorios pasaron sin ser vistos por los grandes medios como supuestos formadores de conciencia pública en el país y en la ciudad.

Para Víctor Cuastumal, “los grandes medios son responsables también de la discriminación a la que son sometidos negros e indígenas en las ciudades” la mayor parte de las veces porque simplemente no existimos para ellos y las otras, cuando nos ven, porque nos ven como un problema, como sus enemigos o por lo menos de los intereses que representan.

«Amo esta negrura mía/ Que se parece al sueño de un atardecer/ Esta negrura mía/ De encantos tan sutiles como un amanecer», parece cantar Marta Lucía Rentería con Hansel Camacho, mientras enfatiza que “el objetivo de la Red no es otro que generar sitios o espacios de concertación para el desarrollo de los trabajos sociales”. Esa es su pasión. Eso es lo que sabe hacer.

[1] http://www.etniasdecolombia.org/actualidad/index.php/index.php?option=com_content&view=article&id=3442:de-afros-y-negritudes-se-posesiona-consultiva-distrital-de-comunidades-negras&catid=60:cultura&Itemid=115

[2] ibid

[3] http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=17652

[4] http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=34386

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