Atilio Borón, premio internacional de la Unesco José Martí, galardón que se confiere a personalidades o instituciones que contribuyan a la integración de países de América Latina o El Caribe, señaló durante una conferencia realizada en Caracas este fin de semana, que Colombia no intenta convertirse en el Israel de América Latina, «ya es el Israel de América Latina».


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En su discurso, el sociólogo argentino recordó que la presencia de militares norteamericanos, operando en suelo colombiano, se inicia con el acuerdo militar del año 1952.

«Es decir, en Colombia ya hay una actuación de más de medio siglo de las fuerzas armadas de Estados Unidos que ahora dan un salto cuantitativo, a partir del cierre de la base de Manta, que originó no el reemplazo de una base en Ecuador por otra en Colombia, sino el reemplazo de una base por siete bases más», destacó Borón.

Asimismo, señaló que el objetivo fundamental es en primera instancia crear las condiciones, militares y políticas, que desestabilicen y eventualmente pongan fin al proceso bolivariano. «Ahí no puede haber ninguna duda acerca de cual es el objetivo que tienen estas bases».

«Las siete bases militares estadounidenses, en suelo colombiano, constituyen un apoyo en tierra, fundamental para la plena participación de algunas unidades del ejército, no en el combate contra el narcotráfico ni contra la guerrilla, sino para el despliegue militar en esta zona que podría generar una guerra con Venezuela», señaló el sociólogo.

Uribe y sus vínculos con los paramilitares y el narcotráfico
Atilio Borón también expuso la situación de Álvaro Uribe Vélez como jefe de Estado de Colombia, refiriendo que «es un presidente que no tiene ninguna capacidad de oponerse a los planes que los halcones de Washington planteen para Suramérica».

«Uribe, en ese sentido, es un personaje absolutamente maniatado por sus vinculaciones con el narcotráfico y los paramilitares. Eso lo hace una persona sin ninguna capacidad para decir que no», destacó Borón.

También señaló que «hay que tener en cuenta, en este plan de cercar primero a Venezuela y luego apoderarse de las riquezas del corazón de Suramérica, que el presidente Barack Obama no tiene ninguna capacidad de alterar estos planes».

«Si hay algo que se ha demostrado en estos seis o siete meses de su gobierno, es que Obama es un mascarón de proa, que representa simplemente el gobierno transitorio de los Estados Unidos y que no tiene intenciones de oponerse a las grandes líneas ideológicas que establece la arraigada concepción del mundo que tienen los más poderosos imperialistas de esta nación», explicó el sociólogo.

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