La cultura y resistencia, en la tercera edición de la Minga del Arte Indígena, Culturas en Comunicación, dio inicio hoy el 14 de noviembre, en el representativo Parque Caldas de Popayán. Al son de flautas y tambores, artistas de los 11 pueblos que conforman el Consejo Regional Indígena del Cauca, se unen para llevar un mensaje claro en la identidad, el arte y las luchas son fundamentales para la construcción de un futuro más equitativo.
En ese sentido, la apertura del evento fue cautivadora que inicio con la armonización, música y danza. Desde el primer momento, el morro de Tulcán se mesclo con el aire, se llenó con los sonidos melódicos de las flautas indígenas y el ritmo de los tambores, que resonaron en cada rincón de la ciudad de Popayán. Los asistentes fueron recibidos por una explosión de colores, los trajes tradicionales de los artistas reflejaban la rica diversidad cultural de las comunidades indígenas, cada uno contando una historia a través de sus diseños y símbolos de la cultura de los pueblos indígenas del Cauca.
Además, La Minga no solo es una celebración artística, sino también un espacio político del CRIC. Este año, las comunidades indígenas han llegado con un mensaje contundente, Seguiremos en Minga por el Arte, la Vida, la Paz y el Territorio. Este posicionamiento suena especialmente en un contexto donde las luchas por los derechos territoriales y culturales son más relevantes. A través del arte, las comunidades buscan visibilizar sus desafíos actuales y reafirmar su compromiso con la defensa de sus territorios y tradiciones.
Igualmente, durante el evento, se llevaron a cabo diversas actividades que invitaron a la reflexión y al diálogo. Talleres sobre técnicas artísticas tradicionales permitieron a los asistentes aprender sobre la riqueza cultural que poseen estos pueblos. Además, espacios para compartir evidencias y experiencias fortalecieron la conexión entre las diferentes Pueblos. La memoria colectiva fue un hilo conductor que unió a todas las comunidades, recordando la importancia de preservar los saberes ancestrales.
Por otra parte, esta edición de la Minga se convierte así en un espacio donde se entrelazan arte, política y los pueblos. Es un momento para celebrar las tradiciones ancestrales mientras se abren diálogos sobre el futuro. Las voces indígenas resuenan fuertemente en el Parque Caldas de la ciudad Popayán, recordando a todos que su lucha es también una lucha por los derechos humanos.
La importancia de la Minga del Arte Indígena Culturas en Comunicación, es un escenario para ver cómo este evento ha brindado un espacio de conexión, aprendizaje y celebración para las comunidades indígenas del Cauca. La fuerza, la resiliencia de los pueblos indígenas, son un testimonio del poder de la cultura y la espiritualidad. Que los tambores acompañados de las flautas sigan resonando para que la minga continúe fortaleciendo la identidad y la unidad de los pueblos indígenas.
En conclusión, avanza esta edición 2024 de la Minga del Arte Indígena, es un movimiento fuerte que busca transformar realidades y construir puentes entre culturas. La energía compartida durante estos días no solo fortalecerá a las comunidades indígenas, sino que también inspirará a otros a ser parte activa en la defensa del arte y los derechos culturales.
Por. Programa de Comunicaciones-CRIC